Guía para aprender a meditar

La meditación es considerada un ejercicio mental que permite conectarse con el cuerpo, que entra en estados de relajación profunda y sanación con todo aquello que genera algún tipo de “desequilibrio” energético, respondiendo además a ciertos patrones de conducta que se adquieren por diferentes experiencias de la vida y que impactan de manera directa en las emociones, afectando la mente y los estados de tranquilidad del ser humano.

Este tipo de desequilibrios, pueden estar asociados a estados mentales como la ansiedad, el estrés, la angustia e incluso la depresión, en los que el bienestar físico y emocional pueden verse seriamente afectados, de no ser controlados a tiempo.

Esta técnica, que además requiere de paciencia y de mucha constancia, es utilizada en la actualidad para mejorar el sistema inmunológico, mejorar la función cerebral, aumentar la productividad, favorecer la creatividad, reducir el insomnio e incluso potenciar la inteligencia emocional. Según la Organización Mundial de la salud “en el mundo hay 264 millones de personas que padecen de depresión. Además, muchas de ellas sufren de síntomas de ansiedad, trastornos que le cuestan a la economía mundial US$ 1 billón anual en pérdidas de productividad”.

Aunque algunas personas ya han adoptado esta técnica en sus rutinas diarias, apostándole a una calidad de vida más tranquila, con miras a la transformación interior y con la intención de alejar cualquier carga negativa, que pueda entorpecer procesos en los diferentes contextos en los que se desarrollan, otras, por el contrario, no han logrado hacer de esta una oportunidad para vivir en paz y en armonía, por desconocimiento e incluso por falta de tiempo.

En El Espectador le contamos cómo iniciar con esta práctica, dejando a un lado las excusas, dándole la bienvenida a su ser consciente, y equilibrando al máximo sus energías:

• Para empezar a incluir la meditación en su vida, es importante que tenga una ayuda extra (guía, tutoriales, videos de ayuda). Piense cuál es el motivo que lo está haciendo meditar, y empiece a trabajar en esto (ansiedad, miedo, angustia, estrés)
• Ubíquese en un espacio en el que se sienta tranquilo. Donde la paz lo invada y no tenga ningún tipo de interrupción.
• Elija música que lo haga sentir cómodo. Sonidos relajantes que le permitan conectarse con usted mismo y que le generen buenas vibraciones.
• Siéntese en posición de loto (pies encima de los muslos), con la espalda recta e intente relajar todo su cuerpo. Agradezca el momento que está teniendo con usted mismo.
• Puede empezar con periodos cortos de tiempo. No se presione mucho, por el contrario, dese la oportunidad de conocerse a usted mismo. Las meditaciones no tienen tiempos específicos.

Con estos sencillos pasos usted podrá empezar un proceso de transformación y armonización interior.

La meditación es considerada un ejercicio mental que permite conectarse con el cuerpo, que entra en estados de relajación profunda y sanación con todo aquello que genera algún tipo de “desequilibrio” energético, respondiendo además a ciertos patrones de conducta que se adquieren por diferentes experiencias de la vida y que impactan de manera directa en las emociones, afectando la mente y los estados de tranquilidad del ser humano.

Este tipo de desequilibrios, pueden estar asociados a estados mentales como la ansiedad, el estrés, la angustia e incluso la depresión, en los que el bienestar físico y emocional pueden verse seriamente afectados, de no ser controlados a tiempo.

Esta técnica, que además requiere de paciencia y de mucha constancia, es utilizada en la actualidad para mejorar el sistema inmunológico, mejorar la función cerebral, aumentar la productividad, favorecer la creatividad, reducir el insomnio e incluso potenciar la inteligencia emocional. Según la Organización Mundial de la salud “en el mundo hay 264 millones de personas que padecen de depresión. Además, muchas de ellas sufren de síntomas de ansiedad, trastornos que le cuestan a la economía mundial US$ 1 billón anual en pérdidas de productividad”.

Aunque algunas personas ya han adoptado esta técnica en sus rutinas diarias, apostándole a una calidad de vida más tranquila, con miras a la transformación interior y con la intención de alejar cualquier carga negativa, que pueda entorpecer procesos en los diferentes contextos en los que se desarrollan, otras, por el contrario, no han logrado hacer de esta una oportunidad para vivir en paz y en armonía, por desconocimiento e incluso por falta de tiempo.

En El Espectador le contamos cómo iniciar con esta práctica, dejando a un lado las excusas, dándole la bienvenida a su ser consciente, y equilibrando al máximo sus energías:

• Para empezar a incluir la meditación en su vida, es importante que tenga una ayuda extra (guía, tutoriales, videos de ayuda). Piense cuál es el motivo que lo está haciendo meditar, y empiece a trabajar en esto (ansiedad, miedo, angustia, estrés)
• Ubíquese en un espacio en el que se sienta tranquilo. Donde la paz lo invada y no tenga ningún tipo de interrupción.
• Elija música que lo haga sentir cómodo. Sonidos relajantes que le permitan conectarse con usted mismo y que le generen buenas vibraciones.
• Siéntese en posición de loto (pies encima de los muslos), con la espalda recta e intente relajar todo su cuerpo. Agradezca el momento que está teniendo con usted mismo.
• Puede empezar con periodos cortos de tiempo. No se presione mucho, por el contrario, dese la oportunidad de conocerse a usted mismo. Las meditaciones no tienen tiempos específicos.

Con estos sencillos pasos usted podrá empezar un proceso de transformación y armonización interior.