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Gustavo Lorgia quiso ser mago mucho antes de entender que los trucos carecían de milagros y se limitaban a la técnica. Miraba a su papá como un superhéroe, porque fue a él a quien vio hacer magia por primera vez en fiestas y eventos. Aprendía cada paso, cada movimiento de su padre, mientras él se limitaba a mirarlo mientras cargaba su maleta en las presentaciones.
El mago, que falleció este viernes a los 73 años, recordaba cuando su padre hacía aparecer monedas en sus orejas y las de sus hermanos. Les enseñaba con paciencia las habilidades, los efectos y las técnicas detrás de sus trucos más exitosos.
“En ese entonces, mi padre era el presidente de la Sociedad Colombiana de Magos. A mí me nombraron bibliotecario de esta y eso me dio pie a revisar todas las revistas nacionales e internacionales que, por correo y, en especial, por vía marítima, llegaban a la Sociedad. De esa forma aprendí mucho”, dijo Lorgia en entrevista con Jairo Hernán Ortega Ortega para la revista Nova et Vetera de la Universidad del Rosario que se publicó en 2022.
Comenzó como mago supliendo a su padre cuando el viejo no podía asistir a las presentaciones. Al tiempo terminaba su bachillerato y se proyectaba para estudiar medicina, pero fue en 1971, cundo su papá le delegó la responsabilidad de asistir al Congreso Mundial de Magia de Zaragoza. “Viajé y, sin saberlo, eso cambió el destino de mi vida. Viví una Europa muy mágica durante diez años”, dijo Lorgia en la entrevista.
Para llegar a ser el mago que fue, Lorgia tuvo que practicar y observar con atención. Para él siempre fue importante la parte analítica, era muy perfeccionista. Así mismo buscaba ser original. Dejar huella y aprender de sus colegas, más no copiarlos. Era ordenado y no le gustaba la improvisación, trataba de mantener su profesionalismo en alto, pues consideraba que eso no marcaba la diferencia.
¿La magia es un arte?, le preguntó Ortega a Lorgia. Para responder esa pregunta, el mago bogotano recordó al mago español Juan Tamariz y su El Arco Iris Mágico: “La magia es un arte, al cual considero ubicado dentro del surrealismo. Como una obra de René Magritte, Dalí o Luis Buñuel. Arte expresivo, potente y hermoso. Puedo intentar una mínima aproximación a definirla, pero siempre será inexorablemente fallida. La Magia es una de las Artes Escénicas que representa, por medio de ritos y conjuros, los Mitos (los deseos y sueños arquetípicos del hombre) a un nivel simbólico, que los hace “realidad”, que hace posible lo imposible (lo imposible para los hombres). Imita, pues, a los Dioses (o super – hombres)”.
Durante su carrera, Gustavo Lorgia visitó países y continentes haciendo magia. Estuvo en Asia y Europa. Alguna posibilidad hubo de quedarse en el viejo continente, pero regresó a Colombia porque luego de una presentación en Madrid, España, un ejecutivo de Caracol Televisión lo invitó a producir un programa de magia. Llegó al país en 1981, y según contó en la entrevista, hizo un show en teatro La Media Torta de Bogotá.
“En España tuve la fortuna de compartir con grandes como Arturo de Ascanio y Juan Tamariz, con quien hoy en día somos excelentes amigos. Los magos ibéricos tenían fabulosas rutinas de Cartomagia y magia de cerca, lo mío era la magia de escenario. Entonces, eso marcó una diferencia que me dio un valor agregado, a pesar de mi cara de chibcha (risas). También esa pinta me diferenciaba. Una bonita experiencia fue haber conocido a Pepe Carrroll, quien en ese momento era un joven muy tímido, pero brillante; tuve la fortuna de poder impulsarlo hasta que él con sus propias alas voló hasta el infinito”, dijo en la entrevista con la Universidad del Rosario, escrita por Jairo Hernán Ortega Ortega.
Tuvo tanto éxito, que Gustavo Lorgia se convirtió un sello. Se comercializaron kits de magia para niños con su nombre. La caja mágica, el sombrero mágico, las cartas y las varitas tenían su sello y fueron un hit a finales de los 80 y principios de los 90. Incluso, sus sets todavía se consiguen en páginas de internet.
Este viernes, sus hijos María Paula y Gustavo Lorgia confirmaron que su padre falleció a los 73 años en Bogotá. El ilusionista, con más de 40 años de experiencia, fue uno de los magos más destacado en Colombia y uno de los más importantes del mundo, esto lo llevó a que su carrera se mantuviera vigente por más de cuatro décadas.
“Este mensaje es para todos los familiares, amigos y colegas de nuestro padre, quienes lo han apoyado, admirado y llenado de valor en estos últimos días. Luego del shock medular que sufrió hace poco más de 15 días, hoy ha dejado de aferrarse a la vida y ha fallecido. No hay palabras para describir el dolor que nos causa su partida, pero queremos agradecerles porque debido a este proceso y sobre todo gracias a él, aprendimos a valorar mucho más la importancia del amor y del cuidado, de la escucha y la comprensión”, expresaron sus hijos.