Harry y Meghan, el amor entre un príncipe y una “plebeya”
Si bien es cierto que los opuestos se atraen, llegan Meghan Markle y el príncipe Harry a sustentar esta teoría con su romántica y fugaz historia de amor, que tendrá su momento más feliz este sábado 19 de mayo.
Daniela Suárez Zuluaga
Meghan Markle y el príncipe Harry. Una mezcla entre el mundo del espectáculo y la realeza que, aunque suene curiosa y poco común, esta vez hizo clic y tendrá como resultado final la boda entre estas dos personalidades de mundos distintos.
La historia de amor que cobija a esta nombrada pareja ha cambiado la vida de ambos en varios aspectos, desde la cotidianidad hasta el profesionalismo. Para el príncipe Harry, la hermosa actriz californiana no era nada más que un amor platónico que había visto en una que otra serie, pero tiempo atrás jamás se imaginó que sería la mujer con la que decidiría compartir el resto de su vida.
Hay varias versiones que hablan de cómo comenzó todo entre ellos, una de estas dice que fue gracias a Markus Anderson, un amigo del príncipe Harry que trabajaba para la red de clubes privados Soho House Group, y quien tomó el papel de Cupido e hizo que ambos se encontraran en uno de los salones privados del Soho House 76 Dean Street.
Sin embargo, hay otra versión que dice que se conocieron por medio de una diseñadora llamada Misha Nonoo, amiga de Meghan. Sin dar prioridad a cuál de las versiones es verdadera, lo cierto es que entre ambos la química resultó ser efectiva, lo suficiente como para comprometerse y decidir casarse.
Al empezar su oculta relación, era poco lo que cada uno sabía del otro. Harry sabía que Meghan era actriz, y ella lo reconocía, pero más allá de eso casi nada había escuchado sobre el príncipe, la única pregunta que le hizo a la persona que los presentó fue si él era una persona “agradable”, pero la exitosa actriz no estaba a la expectativa, seguro no tenía en mente que iba a conocer a su futuro esposo.
Pero no todo fue fácil, sobre todo para la actriz. Muchos pensaron que la familia real no iba a aceptar la relación por lo que Meghan Markle representa: es una mujer cuyo mundo gira en torno a la televisión y el cine, una persona que está sumergida entre cámaras y el arte de la actuación, pero eso no es todo. Además, es de ascendencia afroamericana e irlandesa, y ya enfrentó un divorcio con el productor Trevor Engelson.
Contrario a los pronósticos, la familia real acepta la relación en la que el príncipe Harry está envuelto con la bella abogada de la serie Suits.
A él le sorprendió lo rápido que se enamoró de ella, argumentando que no esperaba que todo se diera tal y como lo había pensado; y, según él, las estrellas estaban alineadas a su favor. Para el príncipe, que había tenido una vida militar de una década entera y recién la estaba concluyendo, fue fácil ponerse de acuerdo con Meghan para mantener su relación al margen de los medios, y así lo hicieron durante los primeros seis meses.
La pareja quiso en un principio mantener su relación en un bajo perfil, aunque sabían que tarde o temprano todo saldría a la luz y estarían expuestos a las críticas. Y así fue, a la actriz la tildaban de “asaltacunas” por el hecho de ser tres años mayor que su prometido, y le lanzaban comentarios racistas por sus ya mencionadas raíces, e incluso la relacionaban con la reconocida página de pornografía Pornhub, debido a un video con mucha pasión que fue grabado para un capítulo de Suits.
Vista como “la plebeya” por los enemigos de su relación con el príncipe Harry, la actriz no ha negado nunca de dónde viene, y su futuro esposo lo sabe. Para él no fue fácil asimilar la cantidad desmesurada de malos comentarios que comenzó a recibir Meghan después de que su relación se hizo pública, y aclaró que no era justo que las personas la juzgaran, y que lo importante era que estaban felices juntos.
Por fortuna, todo el drama causado lo supieron manejar, y anunciaron su compromiso el 27 de noviembre de 2017. La manera en la que el príncipe Harry le pidió matrimonio a su amada fue bastante convencional, una noche común y corriente en el Palacio de Kensington mientras preparaban juntos la cena. La boda real ya tiene fecha y será este sábado 19 de mayo, y como de costumbre, la gente no para de especular.
Se dice que el presupuesto de la boda está cerca de 45 millones de dólares y los invitados se deleitarán con casi 2.000 botellas del champán más fino. Evidentemente, la escandalosa suma ha causado controversia, y eso no es todo, el vestido que lucirá la bella actriz está avaluado en al menos 100.000 libras, que pagará la familia de su futuro marido.
La historia de amor, que pareciera sacada de un cuento te hadas, promete tener un final feliz, y aunque ambos se enamoraron tan rápido, cada día le demuestran al mundo que eso no afecta en nada el amor que se tienen, que sellarán este sábado con broche de oro y la bendición de Dios, que avalará la nueva unión real entre el príncipe y la hermosa plebeya.
Meghan Markle y el príncipe Harry. Una mezcla entre el mundo del espectáculo y la realeza que, aunque suene curiosa y poco común, esta vez hizo clic y tendrá como resultado final la boda entre estas dos personalidades de mundos distintos.
La historia de amor que cobija a esta nombrada pareja ha cambiado la vida de ambos en varios aspectos, desde la cotidianidad hasta el profesionalismo. Para el príncipe Harry, la hermosa actriz californiana no era nada más que un amor platónico que había visto en una que otra serie, pero tiempo atrás jamás se imaginó que sería la mujer con la que decidiría compartir el resto de su vida.
Hay varias versiones que hablan de cómo comenzó todo entre ellos, una de estas dice que fue gracias a Markus Anderson, un amigo del príncipe Harry que trabajaba para la red de clubes privados Soho House Group, y quien tomó el papel de Cupido e hizo que ambos se encontraran en uno de los salones privados del Soho House 76 Dean Street.
Sin embargo, hay otra versión que dice que se conocieron por medio de una diseñadora llamada Misha Nonoo, amiga de Meghan. Sin dar prioridad a cuál de las versiones es verdadera, lo cierto es que entre ambos la química resultó ser efectiva, lo suficiente como para comprometerse y decidir casarse.
Al empezar su oculta relación, era poco lo que cada uno sabía del otro. Harry sabía que Meghan era actriz, y ella lo reconocía, pero más allá de eso casi nada había escuchado sobre el príncipe, la única pregunta que le hizo a la persona que los presentó fue si él era una persona “agradable”, pero la exitosa actriz no estaba a la expectativa, seguro no tenía en mente que iba a conocer a su futuro esposo.
Pero no todo fue fácil, sobre todo para la actriz. Muchos pensaron que la familia real no iba a aceptar la relación por lo que Meghan Markle representa: es una mujer cuyo mundo gira en torno a la televisión y el cine, una persona que está sumergida entre cámaras y el arte de la actuación, pero eso no es todo. Además, es de ascendencia afroamericana e irlandesa, y ya enfrentó un divorcio con el productor Trevor Engelson.
Contrario a los pronósticos, la familia real acepta la relación en la que el príncipe Harry está envuelto con la bella abogada de la serie Suits.
A él le sorprendió lo rápido que se enamoró de ella, argumentando que no esperaba que todo se diera tal y como lo había pensado; y, según él, las estrellas estaban alineadas a su favor. Para el príncipe, que había tenido una vida militar de una década entera y recién la estaba concluyendo, fue fácil ponerse de acuerdo con Meghan para mantener su relación al margen de los medios, y así lo hicieron durante los primeros seis meses.
La pareja quiso en un principio mantener su relación en un bajo perfil, aunque sabían que tarde o temprano todo saldría a la luz y estarían expuestos a las críticas. Y así fue, a la actriz la tildaban de “asaltacunas” por el hecho de ser tres años mayor que su prometido, y le lanzaban comentarios racistas por sus ya mencionadas raíces, e incluso la relacionaban con la reconocida página de pornografía Pornhub, debido a un video con mucha pasión que fue grabado para un capítulo de Suits.
Vista como “la plebeya” por los enemigos de su relación con el príncipe Harry, la actriz no ha negado nunca de dónde viene, y su futuro esposo lo sabe. Para él no fue fácil asimilar la cantidad desmesurada de malos comentarios que comenzó a recibir Meghan después de que su relación se hizo pública, y aclaró que no era justo que las personas la juzgaran, y que lo importante era que estaban felices juntos.
Por fortuna, todo el drama causado lo supieron manejar, y anunciaron su compromiso el 27 de noviembre de 2017. La manera en la que el príncipe Harry le pidió matrimonio a su amada fue bastante convencional, una noche común y corriente en el Palacio de Kensington mientras preparaban juntos la cena. La boda real ya tiene fecha y será este sábado 19 de mayo, y como de costumbre, la gente no para de especular.
Se dice que el presupuesto de la boda está cerca de 45 millones de dólares y los invitados se deleitarán con casi 2.000 botellas del champán más fino. Evidentemente, la escandalosa suma ha causado controversia, y eso no es todo, el vestido que lucirá la bella actriz está avaluado en al menos 100.000 libras, que pagará la familia de su futuro marido.
La historia de amor, que pareciera sacada de un cuento te hadas, promete tener un final feliz, y aunque ambos se enamoraron tan rápido, cada día le demuestran al mundo que eso no afecta en nada el amor que se tienen, que sellarán este sábado con broche de oro y la bendición de Dios, que avalará la nueva unión real entre el príncipe y la hermosa plebeya.