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Ivan Reitman se empeñó en hacer feliz al espectador con sus exitosas películas, algunas de ellas tan populares como “Meatballs” (1979) o “Ghostbusters” (1984), que le convirtieron en el rey de la comedia ochentera.
Reitman, que ha muerto a los 75 años “mientras dormía” en su casa de Montecito, en el estado de California, no es solo el arquitecto de esos dos taquillazos sino también el cerebro detrás de comedias como “Stripes” (1981), “Twins” (1988), “Kindergarten Cop” (1990) o “Six Days Seven Nights” (1998).
Nacido en la antigua Checoslovaquia en el seno de una familia judía que sobrevivió al Holocausto y criado en Canadá, donde se exiliaron, trabajó para hacer reír al espectador.
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Su entrada en el mundo de la comedia gamberra se produjo como productor de “National Lampoon’s Animal House” (1978), una parodia sobre la fraternidad universitaria dirigida por John Landis y que abrió la lata de la risa para toda una generación de personas que crecieron en los 80.
En 1979, ya como director, estrenó “Meatballs” en la que dio a Bill Murray su primer papel protagonista.
Pero su éxito más significativo llegó con “Ghostbusters”, también con este actor, nominada a dos Óscar, y que dio pie a la producción de una secuela, “Ghostbusters 2″ (1989), y a numerosas adaptaciones de la franquicia tanto en televisión, para el mundo de los videojuegos e incluso del cómic.
Con la perspectiva que le daba el tiempo sobre la película de culto, el cineasta confesaba estar “orgulloso” de la comedia con tintes sobrenaturales que, además de Murray, protagonizaron Dan Aykroyd, Harold Ramis, Ernie Hudson, Sigourney Weaver y Rick Moranis, y que recaudó casi 300 millones de dólares en todo el mundo.
Reitman firmó en 1988 otro pequeño clásico generacional como “Twins”, con Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito. Con Schwarzenegger volvió a repetir en “Kindergarten Cop” en la década de los 90, y reclutando a su antiguo compañero querrían repetir el fenómeno.
Siempre con el humor por bandera, el director hizo “Dave” (1993), con Kevin Kline interpretando a un doble del presidente de los EE.UU., y “Fathers’ Day” (1997), un trabajo en el que guió a los actores Billy Cristal y Robin Williams.
A finales de los 90 se pasó al cine de aventuras con “Six Days Seven Nights”, protagonizada por Harrison Ford y Anne Heche, y ya en los 2000 se puso al frente de " My Super Ex-Girlfriend”, “Evolution” y el romance “No Strings Attached”, protagonizadas por Natalie Portman y Ashton Kutcher en 2011.
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Reitman entendía que las películas están para entretener y ayudar a comprender la propia vida.
Su cine no se queda huérfano y cuenta con el relevo con su hijo Jason, director de exitosas películas como “Juno” o “Up in the air (Amor sin escalas)”, quien a finales del año 2021 se puso al frente de “Ghostbusters: Afterlife”, la nueva entrega de la comedia paranormal en la que el propio Ivan figura como productor ejecutivo.
La saga continúa además con sus hijas Catherine y Caoline, ambas actrices.