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El cantante habló con Vea acerca de su crisis matrimonial, de lo mucho extraña a sus hijos y de lo que espera en el futuro.
Está muy feliz como jurado de Yo me llamo, se complementa a la perfección con Amparo Grisales y con César Escola, sus colegas. Las jornadas de trabajo son duras: de lunes a jueves graba, y a partir de ahí se va de gira. Le toca madrugar, y eso que ama dormir.
Su familia está lejos: sus 4 hijos viven en Bucaramanga, lo mismo que su esposa. "En ningún momento hablé de divorcio", dice enfático el intérprete de Dulce pecado, y habla del tiempo que él y su esposa se están dando. "Extraño mucho a mis hijos, también a ella, el hogar, la casa, todo".
"No sé qué pueda pasar, pero sí creo en el matrimonio y en el amor. Esperar a ver qué tiene Dios para uno. Nada está escrito" dijo el artista. "Mi mamá sufre mucho y me ha regañado, pero al final está conmigo", agregó.