La agenda y el propósito de Antonina Canal
“Dharma” es el nombre de la agenda que presentó la terapeuta, sanadora y bailarina con más de dos décadas de experiencia. Con este trabajo editorial ella quiere que la gente vuelva a escribir.
El Espectador
Usted acaba de presentar “Dharma, agenda de propósitos y evolución”, ¿cuál fue la primera idea para realizar esta publicación?
Yo empecé mi trabajo espiritual desde hace 22 años y ahí abordé la programación neurolingüística y demás saberes y todo consistía en escribir, algo que no hacemos en el mundo contemporáneo en el que todo es digital y todo lo hacemos con los dedos. Ahí entendí que el acto de escribir abre el chacra corazón y se conecta con el hemisferio derecho del cerebro (que es el que cree en la magia y los milagros) y hace más de dos décadas escribí que quería hacer una agenda en la que las personas anotaran sus propósitos.
¿Cuánto tardó el proceso de realización de la agenda?
Llevo trabajando en ella más de dos años y le puse Dharma, porque es lo contrario del Karma, y ahí entramos en la vía de sincronía con el universo. Se trata de aceptar y logramos establecer cómo enfrentamos los desafíos. La pregunta ya no es: “¿por qué me pasa esto?”, sino “¿para qué me pasa esto?”.
¿Qué más es el Dharma?
Es cuando aceptas quién eres y aceptas tu misión, tu contrato de alma de vida y empiezas a crear la realidad que sueñas y mereces. Puedo decir que esta agenda me costó mucho más trabajo que los dos libros anteriores porque en este proyecto editorial hay símbolos, numerologías, animales de poder y asumí la labor de escribir 365 frases, una para cada día del año.
¿Qué tiene que ver esta agenda con sus dos libros anteriores?
Los dos proyectos tienen lenguajes muy sencillos. Siempre escucho a mis alumnos, a mis pacientes y a mis familiares quejándose todo el tiempo, así que por ejemplo el primer decreto del año de la agenda es: “tengo tiempo y dinero para todo”.
¿Qué ha aprendido con la realización de estas publicaciones?
Siempre aprendo algo nuevo. Con El despertar de la Diosa me demoré mes y medio; Si puedo y es fácil fue un proceso de tres semanas, mientras que la agenda fue mucho más demorada. Es mi cuarto hijo, porque tengo uno biológico, y cada uno me ha enseñado algo.
¿Qué quiere que pase con esta agenda?
Con Editorial sin fronteras yo tengo un proyecto a cinco años y lo que quiero es institucionalizar la agenda cada año, así que en enero empezaré a trabajar en la de 2020.
¿Cómo ha construido su credibilidad en un ámbito como en el que usted se mueve a diario?
Yo soy muy seria en lo que hago. Además, soy una enamorada de lo que hago y llevo más de dos décadas como terapeuta, así que lo que he hecho con las publicaciones editoriales es sintetizar en texto lo que he hecho en la vida.
¿Qué representa el baile para usted?
El baile siempre es una excusa para crear un sistema de sanación, de empoderamiento, de autoestima y de liberación de estrés, para todo y para mucho más sirve el baile.
¿Cómo se nutren entre sí todas las disciplinas que maneja?
Yo siempre he entendido lo que hago como un todo. No me gustaban los modelos que veía porque yo no era ni médica, ni abogada, ni administradora y en esa búsqueda mía entendí que en mi contrato del alma descubrí que tengo una esencia de sanadora, otra de artista, otra de comunicadora y lo que he hecho a lo largo de los años es integrar eso que soy. Soy la mejor discípula de mis alumnos y pacientes.
Usted acaba de presentar “Dharma, agenda de propósitos y evolución”, ¿cuál fue la primera idea para realizar esta publicación?
Yo empecé mi trabajo espiritual desde hace 22 años y ahí abordé la programación neurolingüística y demás saberes y todo consistía en escribir, algo que no hacemos en el mundo contemporáneo en el que todo es digital y todo lo hacemos con los dedos. Ahí entendí que el acto de escribir abre el chacra corazón y se conecta con el hemisferio derecho del cerebro (que es el que cree en la magia y los milagros) y hace más de dos décadas escribí que quería hacer una agenda en la que las personas anotaran sus propósitos.
¿Cuánto tardó el proceso de realización de la agenda?
Llevo trabajando en ella más de dos años y le puse Dharma, porque es lo contrario del Karma, y ahí entramos en la vía de sincronía con el universo. Se trata de aceptar y logramos establecer cómo enfrentamos los desafíos. La pregunta ya no es: “¿por qué me pasa esto?”, sino “¿para qué me pasa esto?”.
¿Qué más es el Dharma?
Es cuando aceptas quién eres y aceptas tu misión, tu contrato de alma de vida y empiezas a crear la realidad que sueñas y mereces. Puedo decir que esta agenda me costó mucho más trabajo que los dos libros anteriores porque en este proyecto editorial hay símbolos, numerologías, animales de poder y asumí la labor de escribir 365 frases, una para cada día del año.
¿Qué tiene que ver esta agenda con sus dos libros anteriores?
Los dos proyectos tienen lenguajes muy sencillos. Siempre escucho a mis alumnos, a mis pacientes y a mis familiares quejándose todo el tiempo, así que por ejemplo el primer decreto del año de la agenda es: “tengo tiempo y dinero para todo”.
¿Qué ha aprendido con la realización de estas publicaciones?
Siempre aprendo algo nuevo. Con El despertar de la Diosa me demoré mes y medio; Si puedo y es fácil fue un proceso de tres semanas, mientras que la agenda fue mucho más demorada. Es mi cuarto hijo, porque tengo uno biológico, y cada uno me ha enseñado algo.
¿Qué quiere que pase con esta agenda?
Con Editorial sin fronteras yo tengo un proyecto a cinco años y lo que quiero es institucionalizar la agenda cada año, así que en enero empezaré a trabajar en la de 2020.
¿Cómo ha construido su credibilidad en un ámbito como en el que usted se mueve a diario?
Yo soy muy seria en lo que hago. Además, soy una enamorada de lo que hago y llevo más de dos décadas como terapeuta, así que lo que he hecho con las publicaciones editoriales es sintetizar en texto lo que he hecho en la vida.
¿Qué representa el baile para usted?
El baile siempre es una excusa para crear un sistema de sanación, de empoderamiento, de autoestima y de liberación de estrés, para todo y para mucho más sirve el baile.
¿Cómo se nutren entre sí todas las disciplinas que maneja?
Yo siempre he entendido lo que hago como un todo. No me gustaban los modelos que veía porque yo no era ni médica, ni abogada, ni administradora y en esa búsqueda mía entendí que en mi contrato del alma descubrí que tengo una esencia de sanadora, otra de artista, otra de comunicadora y lo que he hecho a lo largo de los años es integrar eso que soy. Soy la mejor discípula de mis alumnos y pacientes.