La apuesta del cine nacional
Desde 2011, la división de cine de Caracol Televisión ha invertido en 24 producciones cinematográficas, entre las que se destacan “El cartel de los sapos”, “Amores peligrosos” y el reciente éxito en Cannes, “El abrazo de la serpiente”.
María José Medellín Cano
Pepe Cadena, Guadaña y Anestesia son los nombres de los personajes que protagonizaron uno de los largometrajes más exitosos de los últimos años en Colombia: El cartel de los sapos. Producida por Manolo Cardona y dirigida por Carlos Moreno, la película se posicionó en los primeros puestos de la lista de los largometrajes colombianos más vistos en 2012, y aunque no logró pasar el filtro final para la nominación al Premio Óscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, el jurado tuvo en cuenta esta producción colombiana hace tres años por su historia y producción.
Para la división de cine del Canal Caracol, inversores en proyectos como El cartel de los sapos, su apuesta para participar en ellos es ambiciosa. Desde 2012 su apoyo se ha visto reflejado en más de 20 producciones colombianas y este año esperan cerrar con cuatro más. Para Alejandro Bernal, gerente de nuevos canales y cine de la productora, el hecho de haber participado en menos de 10 años en este número de películas que representan diversos géneros dramáticos muestra el compromiso de su trabajo. “Nuestro objetivo primordial es apoyar, estimular y estar presentes en la industria cinematográfica colombiana, y abrir un camino en la ventana audiovisual del mundo del cine”, agrega.
Por eso, y amparados por la Ley de Fomento a la Industria Cinematográfica, que se aprobó en 2012 para otorgar beneficios fiscales a los productores nacionales y extranjeros que elijan el país como escenario de sus películas, el Canal Caracol ha invertido miles de millones de pesos en su apuesta por el cine. “Somos un apoyo para las casas productoras. Trabajamos, por ejemplo, con Dínamo, 64 Films, Dago García Producciones, Riccardo Gabrielli y unas cuatro más. Ellos nos presentan los proyectos y con nuestro equipo evaluador entramos a revisarlos”, explica el gerente que cuenta con el apoyo y experiencia de Juana Uribe y Dago García, libretistas y productores muy cercanos de la casa Caracol.
Además de participar con dinero para la producción y realización de proyectos colombianos, Cine Caracol también busca la promoción y divulgación de las películas pues, según Bernal, es una parte fundamental para el éxito del trabajo y usualmente es muy costosa. Amores peligrosos y De rolling por Colombia 2 fueron apoyadas desde esta perspectiva por el equipo de Bernal entre 2013 y 2014. Asimismo, en el canal existe otra propuesta de trabajo que Felipe Boshell, gerente general de la productora, explica como una jugada para traer películas extranjeras. “Estamos diseñando un plan ambicioso para meternos en esos servicios que no sólo son de producción sino que también tienen valor agregado: productores, traductores, personal capacitado para el manejo de cámaras y sonido, entre otros”, dice.
Hasta ahora, su trabajo ha resultado en la producción de una película para televisión, Abducted, que se transmitirá en Estados Unidos en el segundo semestre del año. Pero las ambiciones de Boshell y su equipo de trabajo van mucho más allá. Alejandro Toro, director de coproducciones del canal, asegura que Colombia está rezagada frente a otros países en términos de producción, pues “hasta ahora estamos logrando mostrar un país diferente, lejos de la violencia y el narcotráfico. Queremos promoverlo como una locación en donde no sólo se hacen películas de guerra y drogas”.
Después del más reciente éxito de Cine Caracol, El abrazo de la serpiente, del director Ciro Guerra, que ganó el premio Art Cinema en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, la productora cerrará este año con cuatro producciones más, entre las cuales se destaca la esperada historia de Que viva la música, inspirada en la novela de Andrés Caicedo, y Carta a una sombra, un documental dirigido por Daniela Abad y Miguel Salazar, basado en el libro de Héctor Abad Faciolince El olvido que seremos.
Pepe Cadena, Guadaña y Anestesia son los nombres de los personajes que protagonizaron uno de los largometrajes más exitosos de los últimos años en Colombia: El cartel de los sapos. Producida por Manolo Cardona y dirigida por Carlos Moreno, la película se posicionó en los primeros puestos de la lista de los largometrajes colombianos más vistos en 2012, y aunque no logró pasar el filtro final para la nominación al Premio Óscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, el jurado tuvo en cuenta esta producción colombiana hace tres años por su historia y producción.
Para la división de cine del Canal Caracol, inversores en proyectos como El cartel de los sapos, su apuesta para participar en ellos es ambiciosa. Desde 2012 su apoyo se ha visto reflejado en más de 20 producciones colombianas y este año esperan cerrar con cuatro más. Para Alejandro Bernal, gerente de nuevos canales y cine de la productora, el hecho de haber participado en menos de 10 años en este número de películas que representan diversos géneros dramáticos muestra el compromiso de su trabajo. “Nuestro objetivo primordial es apoyar, estimular y estar presentes en la industria cinematográfica colombiana, y abrir un camino en la ventana audiovisual del mundo del cine”, agrega.
Por eso, y amparados por la Ley de Fomento a la Industria Cinematográfica, que se aprobó en 2012 para otorgar beneficios fiscales a los productores nacionales y extranjeros que elijan el país como escenario de sus películas, el Canal Caracol ha invertido miles de millones de pesos en su apuesta por el cine. “Somos un apoyo para las casas productoras. Trabajamos, por ejemplo, con Dínamo, 64 Films, Dago García Producciones, Riccardo Gabrielli y unas cuatro más. Ellos nos presentan los proyectos y con nuestro equipo evaluador entramos a revisarlos”, explica el gerente que cuenta con el apoyo y experiencia de Juana Uribe y Dago García, libretistas y productores muy cercanos de la casa Caracol.
Además de participar con dinero para la producción y realización de proyectos colombianos, Cine Caracol también busca la promoción y divulgación de las películas pues, según Bernal, es una parte fundamental para el éxito del trabajo y usualmente es muy costosa. Amores peligrosos y De rolling por Colombia 2 fueron apoyadas desde esta perspectiva por el equipo de Bernal entre 2013 y 2014. Asimismo, en el canal existe otra propuesta de trabajo que Felipe Boshell, gerente general de la productora, explica como una jugada para traer películas extranjeras. “Estamos diseñando un plan ambicioso para meternos en esos servicios que no sólo son de producción sino que también tienen valor agregado: productores, traductores, personal capacitado para el manejo de cámaras y sonido, entre otros”, dice.
Hasta ahora, su trabajo ha resultado en la producción de una película para televisión, Abducted, que se transmitirá en Estados Unidos en el segundo semestre del año. Pero las ambiciones de Boshell y su equipo de trabajo van mucho más allá. Alejandro Toro, director de coproducciones del canal, asegura que Colombia está rezagada frente a otros países en términos de producción, pues “hasta ahora estamos logrando mostrar un país diferente, lejos de la violencia y el narcotráfico. Queremos promoverlo como una locación en donde no sólo se hacen películas de guerra y drogas”.
Después del más reciente éxito de Cine Caracol, El abrazo de la serpiente, del director Ciro Guerra, que ganó el premio Art Cinema en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes, la productora cerrará este año con cuatro producciones más, entre las cuales se destaca la esperada historia de Que viva la música, inspirada en la novela de Andrés Caicedo, y Carta a una sombra, un documental dirigido por Daniela Abad y Miguel Salazar, basado en el libro de Héctor Abad Faciolince El olvido que seremos.