La familia de Prince demanda a un hospital que lo trató
La familia de Prince interpuso una demanda contra el hospital que trataba al ícono pop estadounidense, después de que los fiscales decidieran no presentar cargos por su muerte.
Agencia Afp
Los fiscales de Minnesota, de donde el músico era originario, dijeron la semana pasada que no podían determinar quién proveyó al artista los analgésicos que resultaron ser fatales, ni tampoco encontraron ninguna evidencia de que alguien quisiera matarlo.
Pero los hermanos de Prince presentaron una demanda por homicidio por negligencia contra el Trinity Medical Center, en Moline, Illinois, donde el cantante recibió tratamiento de emergencia en abril de 2016.
La familia aseguró que el centro sanitario debería haber investigado para comprobar si Prince había tomado un medicamento falsificado.
Según la fiscalía de Minnesota, los médicos de Moline administraron a Prince dos dosis de Narcan, que revierte la sobredosis de opiáceos, pero no comprobaron las pastillas en el sistema del cantante.
La demanda, presentada el viernes pasado en Illinois, aunque revelada posteriormente, también apunta a la cadena farmacéutica Walgreens por dispensar medicinas sin los controles adecuados.
"Lo que le pasó a Prince está sucediendo a familias de todo Estados Unidos", afirmaron en un comunicado los abogados de la familia George Loucas y John Goetz.
"Con esta investigación, la familia quiere arrojar luz sobre esta epidemia y cómo mejorar la lucha para salvar vidas. Si la muerte de Prince ayuda a salvar vidas, entonces no todo está perdido", dijeron.
Tanto el hospital como Walgreens declinaron hacer comentarios sobre la demanda, afirmando que no hablan sobre litigios en curso.
Prince es la cara más visible de una epidemia de opiáceos que el año pasado se cobró la vida de más de 42.000 personas en Estados Unidos, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Los fiscales alegaron que Prince murió por una sobredosis accidental de fentanilo, un medicamento ultrapotente, 100 veces más fuerte que la heroína, en pastillas marcadas como Vicodin.
Muerto a los 57 años, el músico era exteriormente un modelo de salud que echó a los compañeros de banda que consumían drogas. Aunque tuvo que recurrir a ellas por los dolores que sufría tras una operación de cadera.
Los fiscales de Minnesota, de donde el músico era originario, dijeron la semana pasada que no podían determinar quién proveyó al artista los analgésicos que resultaron ser fatales, ni tampoco encontraron ninguna evidencia de que alguien quisiera matarlo.
Pero los hermanos de Prince presentaron una demanda por homicidio por negligencia contra el Trinity Medical Center, en Moline, Illinois, donde el cantante recibió tratamiento de emergencia en abril de 2016.
La familia aseguró que el centro sanitario debería haber investigado para comprobar si Prince había tomado un medicamento falsificado.
Según la fiscalía de Minnesota, los médicos de Moline administraron a Prince dos dosis de Narcan, que revierte la sobredosis de opiáceos, pero no comprobaron las pastillas en el sistema del cantante.
La demanda, presentada el viernes pasado en Illinois, aunque revelada posteriormente, también apunta a la cadena farmacéutica Walgreens por dispensar medicinas sin los controles adecuados.
"Lo que le pasó a Prince está sucediendo a familias de todo Estados Unidos", afirmaron en un comunicado los abogados de la familia George Loucas y John Goetz.
"Con esta investigación, la familia quiere arrojar luz sobre esta epidemia y cómo mejorar la lucha para salvar vidas. Si la muerte de Prince ayuda a salvar vidas, entonces no todo está perdido", dijeron.
Tanto el hospital como Walgreens declinaron hacer comentarios sobre la demanda, afirmando que no hablan sobre litigios en curso.
Prince es la cara más visible de una epidemia de opiáceos que el año pasado se cobró la vida de más de 42.000 personas en Estados Unidos, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Los fiscales alegaron que Prince murió por una sobredosis accidental de fentanilo, un medicamento ultrapotente, 100 veces más fuerte que la heroína, en pastillas marcadas como Vicodin.
Muerto a los 57 años, el músico era exteriormente un modelo de salud que echó a los compañeros de banda que consumían drogas. Aunque tuvo que recurrir a ellas por los dolores que sufría tras una operación de cadera.