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La historia resiliente de Paula Ocampo

La escritora revela su sufrimiento 30 años después de haber sido abusada sexualmente. Luego de ese tiempo, decidió publicar el libro “Vivir sin culpa”, haciendo público el secreto que la atormentó por años, al punto de querer quitarse la vida, y del que logró salir convertida en “coach” transpersonal.

08 de febrero de 2022 - 02:30 a. m.
La historia resiliente de Paula Ocampo
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¿De qué trata “Vivir sin culpa”?

En mi libro cuento un secreto que guardé por más de 30 años, que fue haber sido abusada sexualmente en mi infancia y vivir con culpa por todo ese tiempo, hasta que comencé mi proceso de sanación y descubrí de una manera más espiritual sanar las heridas y vivir una vida con propósito, porque vi que lo que más difícil nos toca afrontar se puede convertir en nuestra “misión de vida”.

¿En qué momento tomó la decisión de escribir su historia?

Cuando comencé a certificarme como coach transpersonal hice un viaje de introspección muy profundo, y de ahí salieron muchas cosas que se convirtieron en un libro que no podía quedármelo para mí, sino que debía compartirlo con muchas personas que están atravesando el mismo dolor y la misma culpa que experimenté.

Además de su historia, ¿qué otros temas relacionados se presentan en “Vivir sin culpa”?

El perdón como herramienta principal para derrotar la culpa, las sombras, los espejos, sanar a nuestro niño interior, las herramientas para dejar la depresión y, la que más me ha ayudado y hoy enseño, que es el ho’oponopono, para sanar heridas inconscientes.

¿Se ha convertido la escritura en parte del proceso de sanación?

Totalmente, ha sido una catarsis completa y cada vez que escribo expreso muchas emociones que tenía inconscientes, la escritura me ayuda a liberar mi trauma y es parte fundamental de mi proceso de sanación.

¿Qué les diría a las personas que han pasado por casos similares?

Nunca es tarde para tomar la decisión de sanar, me demoré más de 30 años, y hoy vivo una vida más tranquila y con paz interior. Es un proceso que solo tomando el 100 % de responsabilidad de querer sanar se puede lograr. Es tiempo de aceptar que fuimos heridos, vulnerados, y que eso se ha quedado estancado en nuestro cuerpo, mente y alma, es hora de dejar de complacer a los demás y ponernos como prioridad, no podemos seguir mintiéndonos y justificando la responsabilidad de otros y seguir cargando heridas que nos llevan a vivir en culpa.

¿Llegó a sentir miedo de sacar el libro a la venta por lo que cuenta en este?

Sí, de hecho lo escribí dos años antes de sacarlo y me daba mucho miedo la reacción, sobre todo de mi familia, pues ellos no sabían nada de lo que me había sucedido, no quería exponerlos, pero primó mi amor propio y mis ganas de que otra persona que le hubiera pasado lo mismo sintiera mi apoyo y que sí se puede sanar. También lo hice por mis hijos, ya que al sanarme les estoy enseñando que se amen, que se valoren y se acepten como son.

¿Cómo es vivir del otro lado de la culpa?

Como si te hubieras quitado una tonelada de piedras de la espalda, libre, siendo tú, pues no sabía quién era, tenía una máscara que ponía para agradar y ser amada. Cada día trabajo en mí, no puedo decir que es una tarea fácil, porque a veces el trauma vuelve, sin embargo, al estar consciente y con mi mantra favorito: “Solo por hoy”, puedo seguir adelante, aceptando la realidad y aceptándome a mí misma.

¿Qué la impulsó a salir del silencio y a tomar valentía para superar las consecuencias de un abuso?

Hablar por la niña que nadie habló, reconocerla y también por todas aquellas personas que pasan lo mismo, o peor, y no tienen ninguna referencia de quien sí lo ha pasado y lo ha superado. No podía quedarme con esto para mí misma, tenía que compartirlo, era una necesidad, un llamado del alma, de Dios tal vez, para parar esta cadena de abusos que se siguen cometiendo y las víctimas guardan silencio, algunas hasta su muerte, y no es justo. Si hablamos y sabemos que no somos culpables podremos cambiar las generaciones venideras, cambiar el rumbo de familias donde el abuso sexual y físico, la negligencia, han sido parte de su historia. Solo hablando podremos sanar, de eso estoy segura.

¿Cómo se puede perdonar a alguien que ha ocasionado tanto daño?

El perdón del que hablo es hacia nosotros mismos, por todo el daño que nos hemos hecho, por tantos años de hundirnos en la depresión, en relaciones tóxicas y de olvidarnos que somos amor puro. Cuando ya hacemos este proceso, que es largo, podremos ver al victimario como alguien que tal vez pasó algo similar, que no tuvo amor. El perdón no exenta de responsabilidad al que nos hizo daño, es precisamente que este asuma las consecuencias, pero que tú sigas tu vida sin dolor.

Un consejo para vivir sin culpa, ya sea por una experiencia similar o por otras.

Decidir sanar, aceptar lo que te pasó, reconocer quién te hizo daño (tus padres, un familiar o un amigo) y permitir sentir todas las emociones que lleguen, como la rabia, la tristeza, etc. Que cada quien asuma su responsabilidad, no puedes estar cargando los actos de otra persona. A mí me tomó algún tiempo llorar todo esto, pero cuando lo saqué sentí una liberación increíble.

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