'La inversión en ciencia es pobre'
Así lo afirma Ricardo Torres Palma, el científico tumaqueño que desarrolla tecnologías para limpiar el agua contaminada.
El Espectador
En cuanto a acceso y calidad del agua, ¿cómo está Colombia?
El agua es una de nuestras mayores riquezas. Paradójicamente, un porcentaje significativo de los colombianos no tiene acceso de buena calidad al preciado líquido, y con el crecimiento industrial, la falta de conciencia y la ausencia de políticas serias, las fuentes de agua natural reciben un gran número de sustancias tóxicas que no pueden eliminarse por los métodos convencionales que usamos en nuestro país.
¿Falta conciencia?
Sí, mucha y a todo nivel. Es un proceso que debe liderarse desde nuestro gobierno.
¿Quiénes son los principales afectados por esta situación?
La contaminación del recurso hídrico afecta a toda la humanidad. El agua fluye más allá de las fronteras y desemboca en los mares. Todas las especies, incluyendo al hombre, se abastecen de ella y por tanto estamos siendo afectados. Pero los principales afectados pueden ser los colombianos que viven en zonas rurales sin sistemas de potabilización de aguas, y nuestros descendientes, quienes sufrirán el planeta que dejemos.
¿Qué políticas se deben implementar para preservar el recurso?
Replantear y hacer cumplir la normatividad colombiana sobre vertimiento de aguas industriales. Sin olvidar, claro está, mayor inversión en proyectos dirigidos hacia la preservación del ambiente, y educación desde los medios de comunicación e instituciones académicas.
¿Ha avanzado nuestro país en ciencia y tecnología?
Realmente muy poco. A pesar de que la ciencia es el camino más seguro y duradero para el desarrollo económico, la inversión en ciencia es muy pobre.
¿En qué investigaciones vale la pena invertir?
Aquellas que generen bienestar para la sociedad a corto, mediano y largo plazo y que garanticen la recuperación o preservación ambiental.
¿Qué lo motivó a quedarse en Colombia?
Desde mis inicios, tuve el sueño de tener un grupo de investigación en Colombia, formado por colombianos, que sea referencia mundial. También es muy difícil ser completamente feliz sin las cosas que brinda Colombia.
¿Algún ámbito de su vida que no tenga que ver con la química?
Además de la química, tengo dos pasiones que son comunes en la gran mayoría de las personas del Pacífico: el fútbol y la música, en particular la salsa.
¿Cuál fue su primer experimento?
Lo hice cuando tenía 7 años, con hormigas, observando y analizando las partes de su cuerpo y el trabajo solidario en el transporte de sus alimentos.
¿Qué investigación está desarrollando ahora?
Actualmente, estoy trabajando en el desarrollo de métodos económicos para eliminar residuos farmacéuticos del agua contaminada y que puedan implementarse tanto en los hogares como en las industrias que los fabrican.
¿Cómo ve la situación de Tumaco?
La gente vive hoy entre el miedo y la desesperanza. La violencia, el desempleo y la falta de oportunidades siguen siendo el pan de cada día. La política de multiplicar la Fuerza Pública ha fracasado, y lo peor es que muchos niños ya no sueñan con ser grandes deportistas sino con ser jefes de algún movimiento armado.
¿Cómo va el acueducto?
Teniendo Tumaco un científico experto en aguas, nunca he sido consultado; sin embargo, el gobierno canadiense no sólo me llevó a ese país para que les ayudara a resolver sus problemas de aguas, sino también esperaron un año hasta que yo tuviese la disponibilidad para apoyarlos.
¿Cree en Dios?
Sí. Soy un hombre de mucha fe en Dios, pero también en lo que la disciplina y la voluntad son capaces de alcanzar.
La ciencia es para...
El servicio de la naturaleza. Entendiéndonos como parte de ella.
En cuanto a acceso y calidad del agua, ¿cómo está Colombia?
El agua es una de nuestras mayores riquezas. Paradójicamente, un porcentaje significativo de los colombianos no tiene acceso de buena calidad al preciado líquido, y con el crecimiento industrial, la falta de conciencia y la ausencia de políticas serias, las fuentes de agua natural reciben un gran número de sustancias tóxicas que no pueden eliminarse por los métodos convencionales que usamos en nuestro país.
¿Falta conciencia?
Sí, mucha y a todo nivel. Es un proceso que debe liderarse desde nuestro gobierno.
¿Quiénes son los principales afectados por esta situación?
La contaminación del recurso hídrico afecta a toda la humanidad. El agua fluye más allá de las fronteras y desemboca en los mares. Todas las especies, incluyendo al hombre, se abastecen de ella y por tanto estamos siendo afectados. Pero los principales afectados pueden ser los colombianos que viven en zonas rurales sin sistemas de potabilización de aguas, y nuestros descendientes, quienes sufrirán el planeta que dejemos.
¿Qué políticas se deben implementar para preservar el recurso?
Replantear y hacer cumplir la normatividad colombiana sobre vertimiento de aguas industriales. Sin olvidar, claro está, mayor inversión en proyectos dirigidos hacia la preservación del ambiente, y educación desde los medios de comunicación e instituciones académicas.
¿Ha avanzado nuestro país en ciencia y tecnología?
Realmente muy poco. A pesar de que la ciencia es el camino más seguro y duradero para el desarrollo económico, la inversión en ciencia es muy pobre.
¿En qué investigaciones vale la pena invertir?
Aquellas que generen bienestar para la sociedad a corto, mediano y largo plazo y que garanticen la recuperación o preservación ambiental.
¿Qué lo motivó a quedarse en Colombia?
Desde mis inicios, tuve el sueño de tener un grupo de investigación en Colombia, formado por colombianos, que sea referencia mundial. También es muy difícil ser completamente feliz sin las cosas que brinda Colombia.
¿Algún ámbito de su vida que no tenga que ver con la química?
Además de la química, tengo dos pasiones que son comunes en la gran mayoría de las personas del Pacífico: el fútbol y la música, en particular la salsa.
¿Cuál fue su primer experimento?
Lo hice cuando tenía 7 años, con hormigas, observando y analizando las partes de su cuerpo y el trabajo solidario en el transporte de sus alimentos.
¿Qué investigación está desarrollando ahora?
Actualmente, estoy trabajando en el desarrollo de métodos económicos para eliminar residuos farmacéuticos del agua contaminada y que puedan implementarse tanto en los hogares como en las industrias que los fabrican.
¿Cómo ve la situación de Tumaco?
La gente vive hoy entre el miedo y la desesperanza. La violencia, el desempleo y la falta de oportunidades siguen siendo el pan de cada día. La política de multiplicar la Fuerza Pública ha fracasado, y lo peor es que muchos niños ya no sueñan con ser grandes deportistas sino con ser jefes de algún movimiento armado.
¿Cómo va el acueducto?
Teniendo Tumaco un científico experto en aguas, nunca he sido consultado; sin embargo, el gobierno canadiense no sólo me llevó a ese país para que les ayudara a resolver sus problemas de aguas, sino también esperaron un año hasta que yo tuviese la disponibilidad para apoyarlos.
¿Cree en Dios?
Sí. Soy un hombre de mucha fe en Dios, pero también en lo que la disciplina y la voluntad son capaces de alcanzar.
La ciencia es para...
El servicio de la naturaleza. Entendiéndonos como parte de ella.