La nueva cara de las noticias
La presentadora Mónica Jaramillo asegura que ya se liberó del estigma de ‘reina’. Ahora le satisface que la identifiquen por su profesionalismo en el campo del periodismo.
El Espectador
¿Ha tenido que enfrentar el estigma de reina en su carrera periodística?
Sí. Cuando empecé en Teleantioquia Noticias tenía 19 años y todavía era Señorita Antioquia. Fue un reto y una apuesta muy grandes. Entre los mismos periodistas se generaban inquietudes al respecto.
¿Y qué hizo para lograr eliminarlo?
Renunciar a todo lo que tenía que ver con el reinado. No volví a desfilar, a modelar, porque tenía muy claro que debía volver a mis orígenes periodísticos. También tomar decisiones claves, como regresar a la Universidad y terminar mi carrera; cuando me propusieron presentar el reinado lo rechacé.
¿Cree que la belleza, además de abrir puertas, también las cierra?
Creo que la belleza física tiene que ir acompañada de mucho contenido. No necesariamente tiene que abrirlas o cerrarlas. Más bien se trata de buscar un complemento con lo intelectual y espiritual.
¿Prefiere la presentación en set, o la reportería en la calle?
A mí me tocó el proceso al revés, como a muchas presentadoras en Colombia, pero creo que eso tiende a desaparecer. Con el tiempo me fui metiendo poco a poco en el rol de la reportería. Pero estoy convencida de que ese ejercicio legitima la labor periodística, es muy necesaria y clave.
¿El presentador sólo ‘presenta’ las noticias o también las busca?
En mi caso, en este momento, las busco. Estoy en el noticiero desde las cinco de la mañana para realizar el resumen de lo más destacado y presentarlo en fragmentos de 15 minutos. Luis Carlos Vélez, el director del noticiero, le está apostando a un nuevo presentador que conozca de las noticias que emite. Sin embargo, en la mayoría de los espacios en Colombia el presentador sólo es la imagen y el emisor de las noticias.
¿Pero se siente más a gusto con esta ‘nueva modalidad’ en Noticias Caracol?
Sí, aunque es un gran reto porque implica más trabajo, más responsabilidad, hay un aprendizaje enorme. Además, como te obligas, de alguna manera, a saber de lo que estás diciendo, en el momento emites con mayor propiedad los contenidos y eso es muy notorio al aire.
¿Cuál es la diferencia entre los canales regionales y los nacionales?
En Colombia, en general, creo que se hace muy buena televisión en los canales regionales. Sin embargo, el problema de ellos es que tienen muchas dificultades económicas y, por ende, tienes que trabajar “con las uñas”, pero esto al tiempo te fortalece, fue una gran experiencia y la base de lo que ahora sé.
¿Cuál es la responsabilidad que recae sobre el presentador?
Es muy grande, porque debe tener la seguridad y propiedad para emitir los contenidos que está presentando. Además, es el trabajo de una cantidad de gente que se ha esforzado por buscar la noticia, pulirla, corregirla, modificarla, hay todo un trabajo técnico y si el presentador se despista o llega a presentarse un error en vivo y no sabe manejarlo, el trabajo de todas esas personas se irá al piso. Por eso se requiere, aunque muchas veces no se creyera, mucha preparación.
¿Ha tenido que enfrentar el estigma de reina en su carrera periodística?
Sí. Cuando empecé en Teleantioquia Noticias tenía 19 años y todavía era Señorita Antioquia. Fue un reto y una apuesta muy grandes. Entre los mismos periodistas se generaban inquietudes al respecto.
¿Y qué hizo para lograr eliminarlo?
Renunciar a todo lo que tenía que ver con el reinado. No volví a desfilar, a modelar, porque tenía muy claro que debía volver a mis orígenes periodísticos. También tomar decisiones claves, como regresar a la Universidad y terminar mi carrera; cuando me propusieron presentar el reinado lo rechacé.
¿Cree que la belleza, además de abrir puertas, también las cierra?
Creo que la belleza física tiene que ir acompañada de mucho contenido. No necesariamente tiene que abrirlas o cerrarlas. Más bien se trata de buscar un complemento con lo intelectual y espiritual.
¿Prefiere la presentación en set, o la reportería en la calle?
A mí me tocó el proceso al revés, como a muchas presentadoras en Colombia, pero creo que eso tiende a desaparecer. Con el tiempo me fui metiendo poco a poco en el rol de la reportería. Pero estoy convencida de que ese ejercicio legitima la labor periodística, es muy necesaria y clave.
¿El presentador sólo ‘presenta’ las noticias o también las busca?
En mi caso, en este momento, las busco. Estoy en el noticiero desde las cinco de la mañana para realizar el resumen de lo más destacado y presentarlo en fragmentos de 15 minutos. Luis Carlos Vélez, el director del noticiero, le está apostando a un nuevo presentador que conozca de las noticias que emite. Sin embargo, en la mayoría de los espacios en Colombia el presentador sólo es la imagen y el emisor de las noticias.
¿Pero se siente más a gusto con esta ‘nueva modalidad’ en Noticias Caracol?
Sí, aunque es un gran reto porque implica más trabajo, más responsabilidad, hay un aprendizaje enorme. Además, como te obligas, de alguna manera, a saber de lo que estás diciendo, en el momento emites con mayor propiedad los contenidos y eso es muy notorio al aire.
¿Cuál es la diferencia entre los canales regionales y los nacionales?
En Colombia, en general, creo que se hace muy buena televisión en los canales regionales. Sin embargo, el problema de ellos es que tienen muchas dificultades económicas y, por ende, tienes que trabajar “con las uñas”, pero esto al tiempo te fortalece, fue una gran experiencia y la base de lo que ahora sé.
¿Cuál es la responsabilidad que recae sobre el presentador?
Es muy grande, porque debe tener la seguridad y propiedad para emitir los contenidos que está presentando. Además, es el trabajo de una cantidad de gente que se ha esforzado por buscar la noticia, pulirla, corregirla, modificarla, hay todo un trabajo técnico y si el presentador se despista o llega a presentarse un error en vivo y no sabe manejarlo, el trabajo de todas esas personas se irá al piso. Por eso se requiere, aunque muchas veces no se creyera, mucha preparación.