Además de cantante, Juliana Toro Velásquez (Lianna) ha dedicado su vida al baile y al teatro musical. / Cortesía
Resume e infórmame rápido
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Qué influyó para que fuera cantante?
Mi papá siempre tocaba y cantaba con mi mamá y desde que estaba muy pequeña lo recuerdo cantándome. Fue algo muy natural, porque desde muy pequeña inventaba melodías y creo que me volví cantante precisamente por eso, por haber estado rodeada de música toda la vida.
¿En qué momento se interesó por el hip hop?
Desde pequeña, porque a mis primos les gustaba mucho el rap y cada vez que iba a Medellín de vacaciones, ellos escuchaban lo que estaba de moda en el momento. Me empezó a gustar y ya más grande descubrí voces melódicas que me enamoraron y supe que era lo que quería hacer.
¿Cuáles fueron los primeros raperos que escuchó?
Kris Kross, Snoop Dogg y más artistas comerciales como Run-D.M.C. y otras cosas que me parecían muy bacanas. Luego ya escuché a The Fugees, un buen ejemplo de voz melódica muy poderosa, con unos M.C. geniales, que estaba segura quería hacer.
¿Cómo consolida las temáticas en sus canciones?
Paciencia, mi primer disco, recoge un camino largo de escribir canciones propias, entonces no hay una temática específica en el disco, porque recopilo historias que yo había vivido desde el colegio, hasta el año en que salió el disco.
¿Qué tan importantes son las colaboraciones?
Son algo que surgieron desde el principio, eran canciones que yo inventaba, pero eran colaboraciones con artistas de hip hop, con David Mancilla, Superanfor y con otros como Alkolirikos que llevan mucho tiempo y respeto mucho, y eso creó lazos con gente que respeto como seres humanos y artistas. Ahora es mi marca, porque así me comenzaron a conocer.
¿Qué tan difícil es resaltar en el hip hop siendo mujer?
Más que una escena machista, es la sociedad. He trabajado toda mi vida con hombres de igual a igual, pero son cosas que uno siente que son desiguales. Entonces sí es duro, no porque sea el rap, sino porque les pasa a muchas mujeres en muchos campos. Me da mucha impotencia ver a mujeres en la escena como Lolita, Lucía Vargas y Sandra Reyes que vienen haciendo cosas desde hace rato, pero sin visibilidad.
Estuvo en Pulenta, una banda con un sonido tradicional, antes de convertirse en solista. ¿Cómo fue ese paso?
Nunca he rapeado, hago R&B y soul, combinado con el hip hop, que ha sido como mi escuela y que me ha permitido componer y hacer muchas cosas, pero mi sueño desde pequeña fue estar en un grupo y tuve la oportunidad de estar en Pulenta. Fue la primera vez que trabajé con unos músicos tan tesos, de los que aprendí un montón. Eso me abrió un espectro de la música que no conocía.
¿Por qué es tan importante el baile en sus “shows”?
La danza ha sido algo a lo que me dediqué cuando comencé a trabajar y me sigue apasionando, entonces siempre la he relacionado con la música. Me dediqué muchos años a bailar, a hacer teatro musical y ya después dicté clases, que todavía lo hago, aunque con menor intensidad porque ahora estoy dedicada a crear. Pero siento que en mi corazón siempre seré bailarina, porque es algo que amo un montón.
¿Trabaja en algo nuevo?
Todo este año hemos estado trabajando en un nuevo EP y la idea es lanzarlo el próximo año, con el impulso y la idea de sacar cosas nuevas.
Por El Espectador
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación