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El pintor colombiano Fernando Botero, fallecido este viernes 15 de septiembre a los 91 años, dejó una huella imborrable en el arte latinoamericano. Sus obras y estilo son unos de los más reconocidos en el panorama mundial. Con obras como “La camera degli sposi”, “Obispos muertos” y su versión de la “Mona Lisa”, el artista se ganó su lugar en exposiciones y galerías. La década del terror en Colombia, causada por la violencia y el narcotráfico, no pasó desapercibido en las representaciones del medellinense.
En 1999 y 2006 el artista pintó las obras “La muerte de Pablo Escobar” y “Pablo Escobar Muerto”, respectivamente. Cada una de estas parte de dos series que hablaban de la violencia en Colombia y el mundo. “Esas dos colecciones tienen una gran carga de denuncia y en ellos aparecen los de Pablo Escobar”, dijo Juan Carlos Botero, hijo del pintor y autor del libro “El arte de Fernando Botero”, en una entrevista para la BBC. Le puede interesar: Entre acuarelas y Parkinson, así fueron los últimos días de Fernando Botero
Más sobre las Obras de Fernando Botero
Según indica el hijo del artista, “era imposible darle la espalda a las atrocidades que ocurrían en Colombia”, y por eso Botero decidió hacer las representaciones sobre la violencia, temática que ya había explorado con “La violencia en Colombia” y la serie “Via Crucis”.
La obra “La muerte de Pablo Escobar”, que el pintor realizó seis años después de la muerte del narcotraficante, muestra a Escobar siendo herido por balas mientras que lo ultimaron. De fondo se ve la ciudad de Medellín y las montañas que la rodean. Asimismo, se cuentan también 18 balas en el aire, algunas de estas que no impactaron en el cuerpo.
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“Pablo Escobar Muerto”, que el pintor hizo en 2006 y que se encuentra en el Museo de Antioquia, en Medellín, muestra a Escobar tendido sobre un tejado de la ciudad con varias heridas de bala y un arma aún en su mano. Además del estilo característico del artista, la obra se destaca por tener a un Pablo Escobar gigante, un elemento que explicó el hijo de Botero.
“Su figura es monumental comparado al resto del ambiente en los cuadros para mostrar la dimensión que adquirió”, dice Juan Carlos, haciendo alusión a la tragedia que el narcotráfico significó para Colombia. “Mi papá no los hizo para cambiar la realidad, pero sí para mantener estos episodios y que nunca se lleguen a olvidar. La intención era relatar la brutal realidad colombiana”, agregó en la entrevista publicada originalmente en 2018.