Los elefantes, 20 años de oda a la diversión
La banda, pionera del ska bogotano, celebrará en la tarima de Rock al Parque dos décadas de vida artística y promete integrar a todas las generaciones que han disfrutado con su música.
Felipe García-Altamar
Con la cadencia de los ritmos jamaiquinos y la personality de un bogotano, Los Elefantes regresan a un Rock al Parque. Lo harán hoy, cumpliendo el anhelo que seguramente tienen muchas bandas del país cuando están haciendo sus primeras giras: celebrar 20 años de vida artística en la tarima de un festival de rock gratuito y masivo. Y esa Personality, protagonista de una de sus canciones, es lo que menos le ha faltado a una banda capitalina que se ha dedicado a moldear su música con materias primas como la armonía de una Big Band y la fiesta que constantemente están planeando.
Es difícil que una banda de nueve músicos mantenga por 20 años un mismo estilo musical. Mucho más cuando la nómina ha variado tanto. Pero Los Elefantes han logrado instituirse como una de las agrupaciones pioneras en Bogotá de esa amplia gama de sonidos nacidos en Jamaica: ska, reggae y rocksteady.
Y aunque el ska ha sido el estandarte de su música, se han diferenciado de las otras bandas del género en un aspecto clave, y que ha sido el responsable de un estilo genuino. Sus letras hablan del día a día de Bogotá. De la fiesta y de reirse al final del día. De las historias de amigos entre cervezas y de los amores a primera vista en un toque. De la época universitaria, del ajetreo laboral entre semana y del guayabo sábados y domingos. Así, muy lejos de la denuncia, la protesta contra el sistema que por principios defienden las letras del ska, esta banda ha tomado las síncopas y, sin complejos, le ha estampado un sello basado en el regocijo.
La filosofía de Los Elefantes, según Hugo Corredor, su vocalista, es la diversión. Por eso, los cuatro álbumes de estudio que ya tienen, y el nuevo trabajo discográfico con el que celebrarán 20 años, están basados en la parranda y el amor. “Tratamos de hacerle una oda a la diversión, porque sentimos que en un país como este, que tiene una carga fuerte de problemas y complicaciones sociales, políticas y económicas, necesita un desfogue. Sentimos que nuestra misión en el mundo está relacionada con ese desfogue”, dice Corredor sobre la propuesta de la banda.
Mucha fiesta. Mucha diversión. Pero también mucho trabajo. La clave para que Los Elefantes cumpla 20 años como una de las bandas más maduras de Bogotá, es estar siempre ensayando, grabando, tocando y escribiendo. Y con la persistencia, sumada al factor sorpresa, la banda ha celebrado aniversario tras aniversario buscando siempre qué hacer y cómo mejorar. Así es como han sondeado otros espectros musicales y han llegado a tener experiencias en ritmos que van del punk al rap. Experiencias en las que debe aparecer como gran soporte la camaradería que existe entre los integrantes, para no alterar su esencia con esos experimentos. “Cada músico ha hecho su aporte y eso hace que el sonido del grupo, a pesar de que se mantenga en un mismo estilo, vaya adquiriendo nuevos matices con el tiempo”, afirma Corredor.
Los 20 años les han dado para todo. Desde reconocimientos a su actividad hasta la aparición en compilados de ska de Colombia, en 2001, y de Francia y España, ambos en 2002, han marcado la trayectoria de la banda que hasta en MTV vio emitir algo de su videografía.
El Parque Simón Bolívar no es un escenario ajeno para la banda. Las tarimas de Rock al Parque ya los han tenido en tres ocasiones, dando clases a los artistas emergentes de cómo conectar con miles de rockeros ansiosos de música y pogos, y de moverlos al son que dicten los instrumentos. No obstante, la celebración que tienen hace de esta una presentación especial, por lo que las horas de ensayo se han multiplicado con el fin de preparar un live set que combine los éxitos con sus nuevos sonidos, y así integrar a quienes apenas están empezando a escucharlos con aquellos que han disfrutado de sus conciertos más de una vez.
Un nuevo disco, que se suma a Las perolas de Motas, Chic Taiwan, La chica de las tetas café y Grandes éxitos de otros, será el autorregalo que se dará la banda. Fue grabado en Audiovisión, uno de los estudios de grabación más importantes de Colombia, y con el titán de la ingeniería de sonido Mauricio Cano, como el hombre detrás de la nueva producción, que está en su última fase y que en el segundo semestre del año saldrá al público, o al menos eso esperan.
El primer sencillo ya fue lanzado. Fieles a su estilo, la canción da visos de lo que será el disco. Con un sonido más actual y fresco, la agrupación decidió irse Al Huateque y seguirle cantando al regocijo que da confirmarse como una de las bandas legendarias de su país. Derivado de guateque, término usado para referirse a los encuentros con amigos, el nombre de la canción es la prueba fehaciente de que Los Elefantes nacieron y perdurarán con la alegría y el baile como sus motores. “No quisimos disfrazar lo que somos. Lo que está puesto ahí es lo que vivimos en la ciudad y en nuestra cotidianidad. Tiene una carga de humor y de ironía, pero es muy parado en lo que nos rodea”, dice el vocalista.
El Car Audio Rock (enero) y el Jamming Festival (junio) fueron apenas la torta de inauguración del festejo. En ambos eventos, que se llevaron a cabo en Corferias y en el Centro de Eventos Autonorte, la banda calentó motores para el show central de su aniversario. Ahora es el Parque Simón Bolívar el que se alista para la gran fiesta de Los Elefantes, y sus seguidores empacan toda la energía para protagonizar una de las presentaciones más especiales de Rock al Parque, evento que vuelve a graduar una banda local como catedráticos de la música nacional.
Con la cadencia de los ritmos jamaiquinos y la personality de un bogotano, Los Elefantes regresan a un Rock al Parque. Lo harán hoy, cumpliendo el anhelo que seguramente tienen muchas bandas del país cuando están haciendo sus primeras giras: celebrar 20 años de vida artística en la tarima de un festival de rock gratuito y masivo. Y esa Personality, protagonista de una de sus canciones, es lo que menos le ha faltado a una banda capitalina que se ha dedicado a moldear su música con materias primas como la armonía de una Big Band y la fiesta que constantemente están planeando.
Es difícil que una banda de nueve músicos mantenga por 20 años un mismo estilo musical. Mucho más cuando la nómina ha variado tanto. Pero Los Elefantes han logrado instituirse como una de las agrupaciones pioneras en Bogotá de esa amplia gama de sonidos nacidos en Jamaica: ska, reggae y rocksteady.
Y aunque el ska ha sido el estandarte de su música, se han diferenciado de las otras bandas del género en un aspecto clave, y que ha sido el responsable de un estilo genuino. Sus letras hablan del día a día de Bogotá. De la fiesta y de reirse al final del día. De las historias de amigos entre cervezas y de los amores a primera vista en un toque. De la época universitaria, del ajetreo laboral entre semana y del guayabo sábados y domingos. Así, muy lejos de la denuncia, la protesta contra el sistema que por principios defienden las letras del ska, esta banda ha tomado las síncopas y, sin complejos, le ha estampado un sello basado en el regocijo.
La filosofía de Los Elefantes, según Hugo Corredor, su vocalista, es la diversión. Por eso, los cuatro álbumes de estudio que ya tienen, y el nuevo trabajo discográfico con el que celebrarán 20 años, están basados en la parranda y el amor. “Tratamos de hacerle una oda a la diversión, porque sentimos que en un país como este, que tiene una carga fuerte de problemas y complicaciones sociales, políticas y económicas, necesita un desfogue. Sentimos que nuestra misión en el mundo está relacionada con ese desfogue”, dice Corredor sobre la propuesta de la banda.
Mucha fiesta. Mucha diversión. Pero también mucho trabajo. La clave para que Los Elefantes cumpla 20 años como una de las bandas más maduras de Bogotá, es estar siempre ensayando, grabando, tocando y escribiendo. Y con la persistencia, sumada al factor sorpresa, la banda ha celebrado aniversario tras aniversario buscando siempre qué hacer y cómo mejorar. Así es como han sondeado otros espectros musicales y han llegado a tener experiencias en ritmos que van del punk al rap. Experiencias en las que debe aparecer como gran soporte la camaradería que existe entre los integrantes, para no alterar su esencia con esos experimentos. “Cada músico ha hecho su aporte y eso hace que el sonido del grupo, a pesar de que se mantenga en un mismo estilo, vaya adquiriendo nuevos matices con el tiempo”, afirma Corredor.
Los 20 años les han dado para todo. Desde reconocimientos a su actividad hasta la aparición en compilados de ska de Colombia, en 2001, y de Francia y España, ambos en 2002, han marcado la trayectoria de la banda que hasta en MTV vio emitir algo de su videografía.
El Parque Simón Bolívar no es un escenario ajeno para la banda. Las tarimas de Rock al Parque ya los han tenido en tres ocasiones, dando clases a los artistas emergentes de cómo conectar con miles de rockeros ansiosos de música y pogos, y de moverlos al son que dicten los instrumentos. No obstante, la celebración que tienen hace de esta una presentación especial, por lo que las horas de ensayo se han multiplicado con el fin de preparar un live set que combine los éxitos con sus nuevos sonidos, y así integrar a quienes apenas están empezando a escucharlos con aquellos que han disfrutado de sus conciertos más de una vez.
Un nuevo disco, que se suma a Las perolas de Motas, Chic Taiwan, La chica de las tetas café y Grandes éxitos de otros, será el autorregalo que se dará la banda. Fue grabado en Audiovisión, uno de los estudios de grabación más importantes de Colombia, y con el titán de la ingeniería de sonido Mauricio Cano, como el hombre detrás de la nueva producción, que está en su última fase y que en el segundo semestre del año saldrá al público, o al menos eso esperan.
El primer sencillo ya fue lanzado. Fieles a su estilo, la canción da visos de lo que será el disco. Con un sonido más actual y fresco, la agrupación decidió irse Al Huateque y seguirle cantando al regocijo que da confirmarse como una de las bandas legendarias de su país. Derivado de guateque, término usado para referirse a los encuentros con amigos, el nombre de la canción es la prueba fehaciente de que Los Elefantes nacieron y perdurarán con la alegría y el baile como sus motores. “No quisimos disfrazar lo que somos. Lo que está puesto ahí es lo que vivimos en la ciudad y en nuestra cotidianidad. Tiene una carga de humor y de ironía, pero es muy parado en lo que nos rodea”, dice el vocalista.
El Car Audio Rock (enero) y el Jamming Festival (junio) fueron apenas la torta de inauguración del festejo. En ambos eventos, que se llevaron a cabo en Corferias y en el Centro de Eventos Autonorte, la banda calentó motores para el show central de su aniversario. Ahora es el Parque Simón Bolívar el que se alista para la gran fiesta de Los Elefantes, y sus seguidores empacan toda la energía para protagonizar una de las presentaciones más especiales de Rock al Parque, evento que vuelve a graduar una banda local como catedráticos de la música nacional.