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Madonna los prefiere veinteañeros

El coreógrafo y bailarín Brahim Zaibat ya es historia para la artista. Un nuevo novio, también bailarín y de 26 años, acompaña a la reina del pop.

El Espectador
18 de enero de 2014 - 04:55 p. m.
Madonna con su exnovio Brahim Zaibat.
Madonna con su exnovio Brahim Zaibat.
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Provocadora, irreverente, arriesgada e impermeable a las críticas, Madonna rompió con su última pareja, Brahim Zaibat, un bailarín de 25 años, hace dos meses, y la artista encontró repuesto en otro joven bailarín, de 26 años, Timor Steffens, en Navidad. A la pareja, les separan casi 30 años. (Ver galería: Los hombres de Madonna).

Después de tres años de relación, Zaibat y Madonna pasaban mucho tiempo separados, y eso que antes él había sido uno de los bailarines de la gira "MDNA 2012" de la cantante de "Like a Virgin".

Su separación se produce cuando Zaibat participa en el programa "Dancing with the Stars" francés y posee sus propios intereses comerciales después de su relación con Madonna. Además, de manera constante sube a la Red autofotos en las que aparece acompañado de su atractiva compañera Katrina Patchett, también bailarina.

Los prefiere veinteañeros

La vida sentimental de Madonna ha sido, cuanto menos, turbulenta desde que saltó a la fama. Con Sean Penn se casó en 1985 y se divorciaron dos años después por diferencias irreconciliables.

También mantuvo una relación con Warren Beatty, a quien conoció en el rodaje de "Dick Tracy", pero su relación terminó un año después.

Con el modelo, actor y pintor Tony Ward vivió una época ajetreada, y éste apareció en dos de sus videoclips más polémicos.

Su hija Lourdes María fue fruto de su relación con Carlos León, bailarín y su preparador físico. Se conocieron en 1994 y dos años después llegaba al mundo su primera hija. Un año más tarde, la pareja rompió.

Luego, la artista conoció al director de cine Guy Ritchie, con el que se casó en el año 2000 y nació Rocco, el hijo de la pareja. Ocho años después, se divorciaron, en 2008.

El modelo carioca Jesús Luz, 29 años menos que ella, fue su siguiente pareja durante dos años, y Brahim Zaibat, 30 años más joven que ella, la penúltima. Sólo subrayar la capacidad de Madonna para ligar con bailarines y preparadores físicos. Por cierto, Timor Steffens es uno de sus bailarines habituales.

La "Reina del pop" continúa con su carrera cuajada de éxitos, dentro y fuera de escenarios y estudios de grabación. Hasta ha tenido tiempo de adoptar dos hijos y volver a creer en el amor de jóvenes que probablemente le proporcionan el elixir de una juventud ya pretérita.

No es la primera famosa que se codea con jovencitos. Ahí están los casos de Demi Moore o Halle Berry. Por qué a ella se le critica: tal vez, por ser mujer, y algo menos a hombres como Harrison Ford, Michael Douglas o Julio Iglesias, también ligados a mujeres mucho más jóvenes.

No obstante, para seguir el ritmo de vida de Madonna hay que ser joven y deportista. Una vez que el dinero no es el estímulo que cimenta sus relaciones, a la artista le gusta mantenerse en forma, algo imprescindible en sus giras y porque es aficionada a los deportes, por lo que necesita varón joven deportista, o bailarín, con el que compartir su tiempo.

Estimular a sus hijos

Y, además, alienta a sus propios hijos a que la fiesta, el regocijo, el jolgorio vital continúe, lo que ha creado polémica. Hace pocas fechas Madonna publicó en su cuenta de Instagram una imagen de su hijo Rocco, de 13 años, fruto de su matrimonio con el director de cine británico Guy Ritchie, con una botella de ginebra y un lema que rezaba: "La fiesta acaba de empezar. ¡Vamos! 2014".

La foto fue tomada durante las pasadas vacaciones de Navidad en Suiza, y entonces fue acusada de promover el consumo de alcohol entre menores. Madonna sólo pudo pedir un poco de tranquilidad, también a través de Instagram: "Nadie bebió ¡Solo estábamos divirtiéndonos! Cálmense y tengan un poco de sentido del humor. No empiecen el año juzgando".

Precisamente, Rocco, en la línea de su padre, ha filmado un video, publicado en YouTube, con el título "Soap’s End", en el que da cuenta de sus vacaciones y también saca al exnovio de su madre, Brahim Zaibat, saltando a una piscina desde un balcón. Todo muy edificante, a lo que se ve.

Madonna pasó la última Navidad en la estación alpina de Gstaad (Suiza), junto a sus cuatro hijos: Lourdes, Rocco y sus dos hijos adoptivos de ocho años, Mercy y David.

Allí, en la fiesta de Nochevieja de Valentino, fue donde el compañero y socio de este, Giancarlo Giammeti, a través de Instagram, confirmó la presencia de Madonna con Timor, su nuevo amor. A ver cuánto le dura.

Por El Espectador

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