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¿Cómo fue este proceso de organizar una feria y un espacio de exhibición de obras nacionales e internacionales para esta edición de ARTBO?
Desde la Cámara de Comercio de Bogotá, les venimos apostando a las industrias culturales y creativas desde hace 17 años, a través de promoción, fortalecimiento de procesos de competitividad y justo esta apuesta nace con ARTBO. Por supuesto, en este momento, en esta coyuntura, hemos redoblado nuestros esfuerzos en acompañar al sector en toda su cadena de valor y a lo largo de estos últimos años hemos hecho la feria de manera virtual, hemos hecho ARTBO Fin de Semana de manera virtual, lanzamos un fondo de apoyo al arte, ventas en línea, subastas. Y para este año, diseñamos un evento de ciudad, un evento en que invitara al público, a la ciudadanía y al público internacional a visitar Bogotá a través del arte. Entonces, tuvimos este proceso de vincular a galerías de Bogotá, de Colombia e internacionales a estar presentes en esta semana del 29 de septiembre al 3 de octubre. Tuvimos todo un proceso donde invitábamos a las galerías a postular sus proyectos expositivos, que estarían en sus propios espacios o también había una modalidad de compartir espacios expositivos con las galerías internacionales para que compartieran sus espacios, las galerías de Bogotá con otras galerías del país y de galerías internacionales, en el marco del evento. Y es así como tenemos 31 espacios, galerías expositivas que conforman esos cinco circuitos que hemos organizado en el Centro Histórico, La Macarena, Chapinero, Teusaquillo y San Felipe. Por supuesto, esto también va complementado con la procedencia de diez museos e instituciones que también ofrecen una programación especial durante esta semana.
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¿Cómo llegaron a materializarse las colaboraciones internacionales en esta feria?
Es un trabajo de largo aliento que venimos desarrollando desde el programa ARTBO desde hace muchos años. ARTBO es esa plataforma que contempla el fortalecimiento de las artes plásticas en toda su cadena de valor. Yo creo que ha propendido, por un lado, por generar procesos de democratización, entendidos como procesos de acercamiento de un público amplio a las artes plásticas con Bogotá como escenario, y también estaba atravesado por la internacionalización de la escena artística colombiana; entonces, desde un origen, ARTBO ha convocado no solamente a galerías nacionales, sino también a galerías internacionales. La feria se ha posicionado como la feria de mejor calidad de América Latina y eso nos ha permitido, a lo largo de los años, construir un público internacional que ve en Bogotá, en los proyectos que nosotros desarrollamos, una manera de aproximarse no solamente al arte colombiano, sino a producción artística latinoamericana y, por supuesto, también de todo el mundo. En ese sentido, siempre hemos contado con el acompañamiento de curadores internacionales que se vinculan a estos proyectos. Esta edición en el 2021 no es una excepción y tendremos a galerías internacionales, también en foros, en curadurías, curadores, instituciones que están presentes en este espacio y, como tradicionalmente lo hemos hecho, también organizamos grupos de visitas internacionales con grupos de museos, coleccionistas privados, curadores relevantes de la escena y agentes que vienen a visitar Bogotá y en esta ocasión a recorrerla a través del arte.
¿Qué tipo de conversaciones ha habido con las galerías locales como presentadoras de sus propias exhibiciones, pero a la vez anfitrionas de las exhibiciones de otras galerías tanto nacionales como internacionales?
Yo creo que este también es un proyecto que se construye de manera colaborativa en torno a sus contenidos y este tipo de las relaciones que se establecen entre las galerías. Por ejemplo, que tú tengas una galería de Sevilla, como Alarcón Criado, e instalándose en el espacio de la galería El Dorado, en La Macarena y no solamente habla de alojarse en un espacio, también incluye una serie de conversaciones y eventos que se piensan de manera conjunta. La artista Julieth Morales estará presentando una exhibición en la galería El Dorado y, por ejemplo, Alarcón Criado estará presentando artistas como François Boucher, y creo que esas relaciones también que se dan, por ejemplo, por la naturaleza política que tienen, sus programas expositivos. No todas las galerías internacionales van a alojarse con otros espacios. Algunas de ellas también establecen otro tipo de relaciones o buscan otro tipo de espacios. La galería Rolf Art, de Buenos Aires, va a estar en el edificio que está en construcción Atrio, en una muestra muy ambiciosa en torno a la performance que va desde los artistas argentinos como Marcelo Brodsky y Silvia Rivas, pero que también están en diálogo con artistas colombianos como José Alejandro Restrepo, la fallecida María Teresa Hincapié y, por ejemplo, también la performista María José Arjona, que a su vez también tendrá una muestra expositiva en ese arte y hace parte de la programación.
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¿Hay una línea narrativa o temática que hayan seguido durante el proceso de la organización de la feria?
ARTBO siempre busca resaltar y fortalecer las artes plásticas en toda su cadena de valor y todos los procesos que organizamos, que tienen en la mira ese objetivo con el cual hemos trabajado desde la Cámara de Comercio de Bogotá. Tuvimos muy en cuenta, en la en la planeación de una iniciativa de esta naturaleza, el momento que atraviesa y la pandemia. La dificultad que han tenido artistas, galerías, instituciones, museos... todos los agentes. Por eso, digamos que diseñamos un evento que fuera atractivo, que invita a la ciudadanía a los espacios expositivos que se realizará de manera biosegura. Por ejemplo, las galerías en Colombia que han tenido un gran grado de internacionalización, el 54 % de ellas no realizó ninguna venta internacional el año pasado, que es esencial para el ingreso de esos agentes y sus artistas. Entonces al organizar nos parecía importante que el evento generare nuevamente procesos de comercialización y de presencialidad que son fundamentales no solamente en la comercialización, sino en el encuentro, las conversaciones, el diálogo que se da en torno a las artes plásticas.
¿Qué considera que aportan el arte contemporáneo colombiano y ARTBO a la discusión sobre este tipo de arte?
Bogotá se ha posicionado como un epicentro de la producción artística en Latinoamérica. Creo que tiene que ver con la riqueza de la producción artística de nuestro país; es decir, en términos de nuestros artistas plásticos, pero también tiene que ver con sus agentes, curadores, galeristas y la manera en que se ha venido desarrollando el coleccionismo colombiano. Y eso, sin duda, ha hecho que Bogotá y que eventos como ARTBO que se organizan acá despierten interés y estén en la conversación global del arte contemporáneo.
¿Cuál es el panorama en el que se enmarca ARTBO? ¿Cómo se puede interpretar el panorama actual al que se enfrentan el arte contemporáneo y las galerías en Colombia?
El cierre de espacios expositivos por un período prolongado tan largo, la disminución de ventas a nivel nacional e internacional, el cierre también de las instituciones y los museos, a los cuales se vio enfrentado no solamente la escena del arte, sino el público, el ciudadano también encuentra en las artes plásticas un vehículo de conexión con la esencia de la sociedad. El rezago que ya estaba marcado en las artes plásticas en procesos digitales, eso va desde la circulación expositiva hasta la venta de obras de arte, pues puso al sector en muchos aprietos no solo en términos de comercialización, también la presión sobre la propia producción artística, no poder ir a tu taller por meses y un artista tenía taller afuera de su espacio, o el no tener dónde exhibir o comercializar. Y entonces en todos los procesos que nosotros hemos organizado y en toda la apuesta que hemos puesto en marcha, hemos buscado en cerrar esas brechas digitales y generar posibilidades de conexión y oportunidades de mercado, vincular a públicos muy amplios y, por supuesto, esta apuesta por la reactivación a través de los espacios mismos.