Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Mark Lanegan es un nombre que muchos no tienen presente, pero sin duda su trabajo resulta familiar al citar sus participaciones en exitosos álbumes o sus constantes colaboraciones con otros artistas de mayor reconocimiento. Lamentablemente, el pasado martes 22 de febrero se supo de su muerte en Irlanda. Músicos de un variado espectro como Iggy Pop, Nick Cave, Moby y Duff McKagan (este último, de Guns n’ Roses) lamentaron su partida.
El año pasado Lanegan contrajo covid-19, llevándolo a ser hospitalizado, entró en coma y perdió el sentido de la audición. De esa dura experiencia emergió un libro llamado Devil in a Coma, en el que él reconocía estar equivocado con respecto a la vacuna y de la que esperaba recibir un refuerzo prontamente.
(Le recomendamos: Santiago Cruz, brillando en la noche del pop)
Músico de rock primeramente, fue capaz de llevar su áspera y maleable garganta a otros sonidos como la electrónica, el folk y el blues. Editó doce álbumes en solitario. Obras dotadas de armonías dolorosas con líricas bastante inspiradas. La última de ellas vio la luz en 2020 bajo el nombre de Straight Songs of Sorrow.
Su historia musical comenzó a mediados de los años 80 en Seattle, ciudad del noroeste de los Estados Unidos, como vocalista de la banda Screaming Trees. Un quinteto partícipe de la escena grunge, a la que también estaban adheridas agrupaciones como Nirvana, Alice in Chains y Soundgarden.
Lanegan fue muy amigo de Kurt Cobain, al punto de que el cantante de Nirvana aportó en su primer álbum en solitario, The Winding Sheet (1990); incluso compartieron poco antes del suicidio de Cobain, ocurrido en 1994. Por su parte Chris Cornell, vocalista de Soundgarden, produjo Uncle Anesthesia, el quinto trabajo de Screaming Trees, lanzado en 1991.
Screaming Trees no disfrutó la fama y fortuna de sus coterráneos. Mientras Nirvana y Pearl Jam despacharon más de veinte millones de discos en los Estados Unidos hace tres décadas, el conjunto de Lanegan se remitió a ser un acto de culto a veces sirviendo como telonero.
Su gran éxito llegó en 1992. La canción Nearly Lost You se coló en la banda sonora del filme Singles, que relata la vida de un grupo de adultos jóvenes en Seattle, que dio pie a la creación de la famosa comedia Friends.
El esquivo éxito de Screaming Trees se debió a dos factores. El control creativo que tenían los dueños de la banda, los hermanos Gary Lee y Van Conner, quienes priorizaron las cuerdas por encima del tono de barítono de Lanegan. Lo segundo fue la terrible adicción de Lanegan a las drogas, particularmente la heroína. Alguna vez empeñó los equipos de sus compañeros para conseguir una dosis y en otra su brazo se infectó a tal punto que estuvo cerca de ser amputado. En el año 2000, la banda terminó su carrera.
(Le puede interesar: Travis Crocket conecta el mundo a través de los idiomas)
Mark Lanegan encontró apoyo a su enfermedad en músicos como Courtney Love —viuda de Cobain y líder de Hole—, quien pagó por su proceso de rehabilitación, y Duff McKagan —bajista de Guns n’ Roses—, dispuesto a ofrecerle trabajo en varios quehaceres además de ser su modelo en el espinoso camino a la desintoxicación.
El nuevo milenio encontró a Lanegan enfocado y productivo. Se unió a la banda Queens of the Stone Age, que con su segundo disco de estudio, Songs for the Deaf (2002), obtuvo impacto comercial. Allí se encontró con Dave Grohl, otro miembro de Nirvana, reconocido mundialmente por liderar a Foo Fighters. Las participaciones en el estudio y las giras con Queens of the Stone Age permitieron que Lanegan llegase a un mayor público.
Ese empuje llevó a extraordinarios proyectos, como la grabación de tres discos junto a la cantante escocesa y chelista Isobel Campbell de la banda indie Belle & Sebastian. A su vez, se unió a Greg Dulli, líder del grupo rockero Afghan Whigs, para componer un álbum sobrecogedor con el apelativo de Gutter Twins. No podemos dejar de mencionar sus sencillos junto a PJ Harvey, el guitarrista Slash (de Guns n’ Roses) y Mark Morton (de la banda metalera Lamb of God).
En sus últimos años entabló amistad con el célebre chef y viajero Anthony Bourdain. El cocinero lo instó a que registrara sus memorias en un libro. La publicación apareció en 2020 —dos años después del suicidio de Bourdain— con el nombre de Sing Backwards and Weep, (Canta al revés y llora), testimonio de sus glorias y miserias con una honestidad desgarradora.
“A veces las canciones tristes son aquellas en las que intentas convencerte de algo bueno”, dijo en una de sus últimas entrevistas al diario Seattle Times. “Sabes que las cosas realmente no siempre van a ser así”.
Mark Lanegan fue un individuo tocado por miedos y demonios; sin embargo, consiguió emerger con un arte bello e inspirador. Razón para recordarlo como un compositor atemporal y genuino.