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Procrastinar hace parte de la condición humana. En la mayoría de los casos se da cuando los individuos deben enfrentarse a una actividad, por lo general desagradable, que deja como resultado comportamientos de pereza y lucha interna con el cerebro. Aunque existe consciencia a la hora de desarrollarla o “ponerla en práctica”, la procrastinación puede traer consigo la alteración de emociones como el nerviosismo y la culpa, que son producto de la frustración y la falta de atención. Expertos en el tema manifiestan que este patrón de conducta se da “por culpa de la dopamina, la cual modifica las neuronas de nuestro cerebro y nos hace perder el control”. Puede leer también: Meditación guiada para trabajar la autoestima
El exceso de perfección puede ser una de las causas principales de este hábito, ligado también a tareas que tienen un alto nivel de complejidad. En la mayoría de los casos, las personas que procrastinan no saben por donde empezar sus actividades, razón por la cual prefieren no realizarlas, por miedo al fracaso o a no dar lo mejor de ellos. Dentro de este proceso es frecuente que el estrés y la ansiedad, aumenten, desencadenando diagnósticos que requieren de intervención médica o psicológica para tratar este tipo de patología. Le puede interesar: Meditación guiada para liberar el estrés laboral
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La procrastinación se puede evidenciar de diferentes formas, convirtiendo incluso a las personas en seres adictos o dependientes de otros factores que rompen la propia realidad: el uso excesivo de internet, videojuegos, y las compras compulsivas, entre otros. Existen alternativas que pueden convertirse en aliadas para “combatir” este hábito. Una de ellas es la meditación. Esta práctica incrementa la capacidad de atención, ayuda a optimizar tiempos y a programar tareas diarias. Además, regula las emociones y el autocontrol, reforzando la región del cerebro central. Puede practicar también: Meditación guiada para eliminar la pereza
Es importante tener en cuenta que procrastinar no significa holgazanear. Se trata de no saber manejar el tiempo y/o las actividades postergándolas casi en un 100%. Si quiere escuchar más meditaciones de Shala ingrese (aquí)