Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los ataques de pánico son la respuesta a episodios repentinos de miedo intenso. Las reacciones que produce en el cuerpo físico son graves y se encuentran asociadas a peligros que son producto de la imaginación o a una situación particular donde la persona ha estado sometida a estados intensos de ansiedad o estrés. Este tipo de trastorno afecta la calidad de vida, y puede manifestarse en cualquier momento sin previo aviso, haciendo que se pierda el control por completo y que incluso, en casos extremos pueda causar la muerte. (No deje de leer: Meditación guiada para calmar la ansiedad)
Aunque en ocasiones suelen compararse los ataques de pánico con los ataques de ansiedad, es importante hacer claridad en que distan por varios motivos. Christina Boisseau, profesora asociada del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste en Chicago, Estados Unidos, afirma que: “Los ataques de pánico son ráfagas repentinas de intenso temor o incomodidad que aparecen de la mano de otros síntomas que pueden resultar preocupantes: taquicardia, mareos, acaloramiento y sensación de falta de aire. Los síntomas suelen alcanzar picos muy intensos en muy poco tiempo y desaparecer poco después”. (Le pueda interesar: Meditación guiada para reducir el estrés)
Escuche meditación guiada para controlar los ataques de pánico
¿Cómo saber que está sufriendo un ataque de pánico?
Aunque no se sabe a ciencia cierta en qué momento el cuerpo puede empezar a experimentar este tipo de trastorno, el cuerpo comienza a comunicarse de manera extraña y poco frecuente. Si usted ha tenido alguna de estas manifestaciones físicas, intente relajarse, poner la mente en silencio y alejarse del caos mental: sensación de peligro, miedo a perder el control, miedo a la muerte, sudoración excesiva, escalofrío, taquicardia, ahogo, presión en el pecho, entre otras.