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¿Ha experimentado con alguna situación en particular: taquicardia, sudoración excesiva, náuseas, ¿y no ha logrado recuperar la calma con facilidad? Su respuesta con seguridad es: sí. Y es que estás emociones están asociadas al estrés y a la cotidianidad en la que las personas se desenvuelven. Este fenómeno se conoce como: Nerviosismo. (Le puede interesar: Meditación guiada contra le estrés)
Enrico Bonfanti Habze, psicólogo clínico, afirma que: “los nerviosos tienen reacciones corporales y mentales alteradas de acuerdo con los estímulos que les producen temor, y que pueden manifestarse en quienes los desarrollan sintiéndose limitados en la vida. Comúnmente, las personas que los padecen, tienden a huir de situaciones que no pueden manejar y que se les salen de control”. Este tipo de reacciones pueden desprenderse de la inseguridad, la incertidumbre, la mentira, y la ansiedad que puede estar viviendo la persona en escenarios sociales, laborales, familiares y emocionales. (Siga leyendo: Meditación para calmar la ansiedad)
Escuche meditación guiada para controlar los nervios
Las personas nerviosas tienden a tener pensamientos negativos y muy pesimistas frente a la vida, desarrollando limitaciones de carácter emocional que hacen que se pierda el control en todas las actividades que realicen, mostrando, además, conductas agresivas, e impulsivas. (De interés: Meditación guiada para salir de la incertidumbre)
Es importante resaltar que el nerviosismo puede ocasionar problemas de concentración e insomnio, factores que inciden notoriamente en el desempeño diario de quienes padecen este diagnóstico emocional. (No se pierda: Meditación para vencer el insomnio)
En este nuevo episodio de Shala le ensañaremos cómo trabajar en estos episodios emocionales desde la respiración consciente, invocando la energía vital que impregna el universo y es llamada: El Prana. En este ejercicio de meditación, podrá experimentar la transformación, el cambio de perspectiva, y le permitirá salir del camino oscuro producido por su misma cabeza. Descubra en este capítulo cómo la respiración es su guía, su sabiduría y su conocimiento. ¡Namasté!