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El menú de la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle consistirá en platos clásicos preparados con productos de la temporada, procedentes de las fincas de la reina Isabel II, según el jefe de cocina del castillo de Windsor, Mark Flanagan. (Leer Meghan Markle llegará al altar de la mano del príncipe Carlos).
Cuando falta un día para el enlace del nieto de la soberana británica y su prometida estadounidense, Flanagan reveló a los medios algunos detalles del menú, que consistirá en canapés y comida servida en pequeños cuencos, que disfrutarán los 600 invitados.
El menú, que los cocineros de Windsor empezaron a preparar esta semana, fue probado y seleccionado por los novios, según el cocinero real, que no ha querido revelar el contenido de estos platos. (Leer ¿Está usted invitado a la boda de Enrique y Meghan? Llévese su refrigerio).
Según explicó, los canapés, que serán principalmente agridulces, están pensados para comer en dos bocados y los cuencos se disfrutarán mientras los invitados permanecen de pie en el majestuoso salón de San Jorge del castillo de Windsor.
Esta recepción será ofrecida por la reina Isabel II, mientras que por la noche habrá una cena privada para 200 invitados organizada por el príncipe Carlos, padre de Enrique, en la mansión Frogmore House, próxima a Windsor (a las afueras de Londres).
"El día de la boda ha caído muy favorablemente para nosotros. Todos los vegetales están entrando en temporada y ese ha sido un punto de enfoque para nosotros", agregó el cocinero real.
"Sabemos que la pareja quería asegurar que usáramos lo más posible todos los productos locales de temporada en todo el menú, y el reciente buen tiempo nos ha ayudado a conseguir eso", añadió.
De acuerdo con Flanagan, la pareja "probó todo" y "participó en cada detalle" del menú, que se servirá con abundante champán y botellas de vino procedentes de las bodegas de la reina. (Leer Todo lo que tienes que saber sobre la boda real en Reino Unido).
"No se experimentará nada el sábado. (Son platos) probados y predominantemente clásicos", insistió.
Explicó que el personal de la cocina -30- que trabajará el sábado sabe bien cuál será su función ese día, cuando será "mínimo" lo que haya que cocinar porque el tiempo será dedicado a la presentación.
"Una vez que se hizo el anuncio de la boda (a finales de 2017), empezamos a trabajar en algunas ideas sobre lo que haríamos si se nos requiriera participar", subrayó Flanagan, quien ha trabajado con cocineros de renombre mundial como Albert Roux y Raymond Blanc.
Se estima que la cocina del castillo de Windsor, que data del reinado del rey Eduardo III en el siglo XIV, es la más antigua del país, que ha servido a más de 30 monarcas, incluida Isabel II.
"Esta es la gran cocina del castillo de Windsor. Es un verdadero placer trabajar rodeado de la más maravillosa batería de cobre (ollas)", resaltó Flanagan.
La boda del príncipe Enrique, hijo del príncipe de Gales y la fallecida Diana de Gales, y Meghan Markle se celebrará sobre el mediodía del sábado en la capilla de San Jorge del castillo. (Le puede interesar: Harry y Meghan, el amor entre un príncipe y una “plebeya”).
El enlace ha generado una gran atención mediática en el Reino Unido, donde en algunos barrios habrá celebraciones callejeras.
Tarta nupcial
Por su parte, la repostera Claire Ptak fue la encargada de elaborar la tarta de limón y flor de saúco para la boda real. Ptak, que gestiona la pastelería "Violet" en el barrio de Hackney, en Londres, informó que la tarta contará con una cobertura de crema de mantequilla y será decorado con flores frescas, en una elección acorde con la petición de los novios de plasmar los brillantes sabores de la primavera.
La tarta, orgánica y más ligera que una tradicional de fruta, se realizó en estos días previos al enlace del sábado para conservar su frescura.
Ptak, que conoció a Markle hace unos años cuando la entrevistó para su blog, aseguró estar "emocionada" por haber sido escogida y sostuvo que mantenía los mismos valores de la pareja en cuestiones como la "procedencia de los alimentos, sostenibilidad, estacionalidad y, lo más importante, sabor". La repostera, de origen californiano, pudo haberse inspirado en una receta de limón perteneciente a su madre tras escribir sobre las "legendarias barras de limón" que hacía Elisabeth Ptak.