La extenista estadounidense Serena Williams, quien se retiró el pasado septiembre tras conquistar 23 títulos de Grand Slam en su carrera, anunció aste lunes primero de mayo, en el marco de su participación en la Met Gala de Nueva York, que será mamá por segunda vez.
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“Me sentí muy feliz cuando Anna Wintour nos invitó a los tres a la Met Gala”, escribió Serena Williams y agregó una serie de fotos en las que aparece con un elegante vestido negro, tocándose el vientre y sonriendo junto a su esposo, Alexis Ohanian. La pareja, que se casó en noviembre de 2017, ya son padres de una niña de 5 años, Olympia.
En una entrevista en la alfombra roja con LaLa Anthony para Vogue, Serena Williams dijo que estaba emocionada de finalmente compartir su gran secreto con el mundo. “Me siento bien ahora. Puedo respirar y dejar de esconderme”.
La noticia del embarazo de Williams se produce después de que compartiera un ensayo en primera persona para esa misma revista el año pasado sobre su decisión de comenzar una “evolución” lejos del tenis y sus esperanzas de agregar otro pequeño a su familia de tres.
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“Hubo momentos en los que me preguntaba si alguna vez debería traer niños a este mundo, con todos sus problemas. Nunca me sentí tan confiado o cómodo con bebés o niños, y pensé que si alguna vez tuviera un bebé, lo haría. Tener gente que lo atienda las 24 horas del día, los siete días de la semana”, explicó.
“En cinco años, Olympia solo ha pasado un período de 24 horas lejos de mí. El año pasado, mientras me recuperaba de una lesión en el tendón de la corva, pude recogerla de la escuela cuatro o cinco días a la semana, y siempre busqué deseando ver su rostro iluminarse cuando salió del edificio y me vio esperándola allí”, dijo la cuatro veces medallista de oro olímpica. “El hecho es que nada es un sacrificio para mí cuando se trata de Olimpia”.
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Serena Williams ganó el Abierto de Australia de 2017, el último de sus 23 títulos individuales de Grand Slam, mientras estaba embarazada de dos meses de Olympia. Sin embargo, este primer embarazo no fue fácil. Williams fue llevada de urgencia a una cesárea de emergencia y después del parto, un ataque de tos hizo que su herida se reabriera y llevó a los médicos a descubrir múltiples coágulos de sangre potencialmente mortales en su cuerpo.