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Desde muy temprano, una multitud llegó al panteón Jardín, en el sur de la capital, para rendir tributo ante la tumba del su ídolo, que dejaron cubierta de flores.
Con profunda emoción, los asistentes entonaron melodías que se volvieron míticas en la voz de Pedro, como "Amorcito corazón", aquella que dice "y si vivo 100 años, 100 años pienso en ti", y sin faltar las famosas "Mañanitas", con la que los mexicanos celebran el cumpleaños y que en la voz del "ídolo de pueblo" es la melodía más vendida en el país.
Nacido hace justo 100 años en el norteño estado de Sinaloa, Pedro Infante es uno de los grandes símbolos de la cultura popular mexicana. Ni las modas, ni las tendencias musicales, ni el tiempo o la geografía han logrado dejarlo en el olvido.
Jesús Antonio Carbajal, un veterano capitalino, llegó puntual a la cita anual para recordar el nacimiento de su ídolo, a quien pudo conocer siendo apenas un niño. Ataviado con una camiseta con la imagen de Infante en el pecho, el hombre se hincó ante la tumba e hizo una oración.
"Conocí a Pedro (Infante) cuando era muy pequeño. Un día, camino a la escuela, vi que estaban filmando la película ‘Dos tipos de cuidado’. El director gritó ‘¡Corte!’, y él se encaminó hacia un parque para descansar", contó Carbajal.
"Observé cuando un hombre que recogía basura en la calle se acercó a saludarlo. Pedro Infante le estrechó la mano amigablemente, y conversó con el vagabundo unos minutos. Él nació de la pobreza, por eso el pueblo lo quiere tanto", añadió.
Hasta la tumba del mítico artista llegó la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, quien se mostró sorprendida de que siga siendo conocido y querido por las nuevas generaciones.
“Pedro Infante representa a una persona sencilla, importante, artísticamente absolutamente espectacular (...) Me parece que son las maneras de conocer al país, no solamente de los periódicos, de los políticos", dijo Jacobson a la prensa.
Homenajes
Además de los homenajes del mexicano de la calle, la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Cineteca Nacional han organizado varios eventos para estos días.
"Serán 12 meses de homenajes, que incluirán una ceremonia en Bellas Artes, exposiciones y otras actividades que iremos anunciando en conjunto", dijo a la AFP Lupita Infante Torrentera, quien encabeza los honores a su padre.
Una misa en su nombre se realizará la noche del sábado en la Catedral Metropolitana y altares de flores con su fotografía fueron alzados en todo el territorio nacional.
Google también se sumó al tributo y dedicó su doodle del sábado al astro mexicano.
"A menudo comparado con Frank Sinatra, Humphrey Bogart y Elvis Presley, los apodos del artista --desde 'El Rey de Rancheras' hasta 'El ídolo de Guamúchil' y 'El Inmortal'-- ilustran su miríada de talentos y encanto perdurable", señaló la empresa en su sitio web.
Carpintero de origen, incursionó muy joven en la música, cantando y tocando la guitarra en su pueblo natal, Guamúchil, para posteriormente grabar en estaciones de radio de Sinaloa y Ciudad de México.
De carácter franco y sencillo y dotado de un gran carisma, Infante también conquistó las pantallas dando vida a personajes que retratan la transformación de los mexicanos de la época, desde el charro de campo hasta el hombre urbano.
En sus cintas como en la vida real, Infante era un enamorado de las mujeres y durante décadas, aún después de su muerte, ha conquistado millones de corazones femeninos de México y varios países latinoamericanos.
Bajo la dirección de Ismael Rodríguez, Infante dio vida al "El indio Tizoc", filme que en 1957 le valió el premio como mejor actor en el Festival de Cine de Berlín.
Pero no acudió a recibir el galardón pues el 15 de abril se estrelló en una avioneta que él mismo piloteaba. Tenía 39 años y estaba en la cúspide de su carrera.
Su legado en la música y el cine es tan grande que Disney Pixar inmortalizó en su taquillera cinta animada "Coco" al ídolo con algunas calaveras que aparecen en la historia.