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El director de fotografía italiano Giuseppe Rotunno, colaborador de grandes directores en Hollywood y durante la época de oro de Cinecitta, conocido como “el mago de la luz” de Federico Fellini o Lucchino Visconti, falleció este domingo a los 97 años en Roma.
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Beppe Rottuno había sido nominado a un Óscar por la fotografía en 1980 por All that jazz de Bob Fosse y también fue galardonado con siete Nastri di argento, que concede el sindicato de periodistas del cine en el país, y dos David de Donatello, los premios al cine italiano.
Desde la década de 1980 se había interesado por la restauración de los clásicos del cine italiano y desde 1988 fue profesor en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma (ahora Escuela Nacional de Cine).
Rotunno fue el legendario director de fotografía de directores como Luchino Visconti, Federico Fellini, Mario Monicelli, Lina Wertmüller, Alan Pakula, Robert Altman y Sydney Pollack pasando de un blanco y negro de autor a la magia del color.
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Nacido en Roma el 19 de marzo de 1923, tras la muerte de su padre, dueño de una sastrería, en 1938 Rotunno tuvo que abandonar sus estudios para ayudar a su familia.
Consiguió trabajo en Cinecittà como aprendiz de electricista y luego, en el estudio fotográfico de Arturo Bragaglia, como responsable de corregir los negativos y revelar, imprimir y limpiar las fotografías y más tarde también como fotógrafo de escena.
Después de trabajar en L’uomo dalla croce (1943) de Roberto Rossellini (1943), fue reclutado en el departamento de cine del Estado mayor del ejército y enviado a Grecia. Capturado por los alemanes en septiembre de 1943, fue deportado a Alemania, a los campos de concentración de Hattingen y Winten, donde le toco trabajar proyectando películas.
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A su regreso pudo volver a empezar en el cine participando en Umberto D. (1952) de Vittorio De Sica y se convirtió en el primer operador de cámara en la primera película en color de Visconti, Senso (1954).
Siguieron Pane, amore e ... (1955) de Dino Risi y otras producciones italianas y estadounidenses, entre ellas Tosca (1956) de Carmine Gallone, Policarpo (1959) de Mario Soldati, La Maja desnuda (1959) de Henry Koster.
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En el campo del blanco y negro dio tridimensionalidad a los cuerpos a través de la gama de grises y el uso de velos y gasas, con resultados de gran refinamiento en los dramas Visconti Le notte bianche (1957) y Rocco y sus hermanos (1960), La última playa (1959) de Stanley Kramer o La grande guerra (1959) de Mario Monicelli.
Otra de sus obras más apreciadas fue Il Gattopardo de Visconti (1963), repletos de referencias figurativas a la pintura decimonónica.
A finales de los años sesenta se convierte en el fiel intérprete de las ideas de Fellini, firmando las imágenes de Toby Dammit, episodio de la película colectiva Histoires extraordinaires o Tre passi nel delirio (1968), Fellini Satyricon (1969), Roma (1972), Amarcord (1973), entre otras.
Su fama le lleva a Hollywood donde trabaja en Popeye (1980) de Robert Altman; Sabrina (1995) de Sydney Pollack y otras decenas de películas.