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Actriz, empresaria, productora, presentadora de televisión y hasta política, Pinal, nacida en 1931 en Guaymas, en el estado de Sonora, deja un legado de más de 60 años. Fue una incansable artista que durante su vida trabajó en cine, teatro, televisión y espectáculos de cabaret y palenque.
En su camino a la gloria pasó por películas en donde compartió cartel con otros gigantes del cine de oro como Mario Moreno, “Cantinflas” en “Puerta joven” (1949), y Germán Valdés, “Tin Tan” en “El rey del barrio” (1950) y “Me traes de un ala” (1952). Mientras que con Pedro Infante, el “ídolo de México”, compartió pantalla en “El inocente” (1956).
La fama internacional la alcanzó al convertirse en la musa del director Luis Buñuel, quien la inmortalizó en “Viridiana” (1961). Con el cineasta español también protagonizó otros clásicos como “El ángel exterminador” (1962) y “Simón del desierto” (1964).
La artista afianzó su carrera con “Los cuervos están de luto” (1965), “La soldadera”, (1967), “Los cañones de San Sebastián” (1968), donde comparte cartel con Anthony Quinn, “Shark” (1969), con Burt Reynolds, y en “Veinticuatro horas de placer” (1969), junto a Mauricio Garcés.
Pinal se convirtió en una figura cercana para toda una nueva generación de mexicanos cuando produjo y presentó la serie de antología “Mujer, casos de la vida real” (1986-2007) en la televisión abierta. El programa, a modo de telenovela, presentaba cada día la historia de una mujer que llegaba a manos de los productores para ser interpretado por actores. El contenido solía estar centrado en casos de violencia, marginación o discriminación.
“Mujer, casos de la vida real”, y Pinal, como su presentadora, dieron pie a una frase que hasta el día de hoy forma parte del dialecto mexicano: “Acompáñenme a ver esta triste historia”, decía la actriz en su faceta de conductora.
Su vida personal no fue sencilla. Estuvo casada con el actor cubano Rafael Banquells (1947-1952), con el empresario Gustavo Alatriste (1961-1967), con el cantante mexicano-venezolano Enrique Guzmán (1967-1976) y con el político Tulio Hernández Gómez (1982-1995).
De esos matrimonios nacieron la actriz Silvia Pasquel, la cantante Alejandra Guzmán y su hermano Luis Enrique, y Viridiana Alatriste, quien falleció en un accidente automovilístico a corta edad. En abril pasado, la modelo Frida Sofía, hija de Alejandra, acusó públicamente a su abuelo Enrique Guzmán de abusar sexualmente de ella cuando tenía tan solo cinco años y de también golpear a Pinal.
Tras ser acusada por Guzmán de tener problemas psiquiátricos, Pinal salió en defensa de su nieta con una carta. ”No soy indiferente a lo que sucede dentro de mi seno familiar. Frida, tu abuela te ama intensamente. Nos necesitamos ambas”, escribió la actriz.
La violencia de Guzmán quedó retratada en la bioserie “Silvia Pinal, frente a ti” (2018), basada en su libro autobiográfico “Esta soy yo: Silvia Pinal”, en donde el cantante de rock es interpretado bajo el nombre de Felipe Román.
Fue gracias a su último matrimonio que Pinal dio un salto a la política mexicana. Tulio Hernández Gómez fue gobernador del estado de Tlaxcala entre 1981 y 1987 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que en aquella época dominaba en solitario la política mexicana. En ese periodo, la actriz dio dotes de ser una servidora pública que iría más allá de sus atribuciones como primera dama.
Además de presidir en ese periodo como presidenta del DIF (un organismo público de atención a la infancia), Pinal influyó en proyectos culturales del estado, como la restauración de teatros y de la zona arqueológica de Cacaxtla.
Más tarde se afilió al PRI para servir como diputada (1991-1994), representante de la extinta Asamblea del Distrito Federal (1994-1998) y senadora (1998-2000). Entre 1988 y 1995, dirigió la Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) de México y entre 2010 y 2014 fue secretaria general de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) de México.
Esta no era la primera vez que se temía por la salud de Silvia Pinal, ya durante la pandemia por Covid-19 su vida estuvo en grave riesgo, aunque finalmente la actriz salió adelante. Sin embargo, el 21 de noviembre fue hospitalizada otra vez tras una nueva complicación médica y, a medida que sus familiares informaban de las novedades, más claro estaba el fatal desenlace.
Hasta que una semana después, a los 93 años de edad, una de las grandes personalidades de la historia de la cultura y el cine mexicano se marcha definitivamente, dejando tras de sí un legado eterno.