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Este 10 de febrero a las 6:30 p.m. participará en el evento virtual “Tributo a la verdadera esencia”, ¿de qué se trata?
Este 10 de febrero la idea es dejar unos mensajes positivos, motivar a las personas que van a participar en el segundo aniversario de la marca Young Living. Voy a dar mi conferencia de motivación, para mostrarles a las personas que es posible renacer, que la vida renace todos los días, que hay que trabajar en el amor propio y los pensamientos. En la charla, abordaré temas como la importancia de la familia, los valores de una sociedad, el poder del perdón y la sanación de su alma.
¿Cómo podrán participar las personas interesadas en escucharla en “Tributo a la verdadera esencia”?
Los interesados deben inscribirse en las páginas de Young Living Colombia. La idea es que yo logre dejar estos mensajes positivos y que la gente se anime porque este encierro, esta pandemia por el COVID-19, nos ha traído mucha crisis mental, tanto a mí como para todos. Tenemos que ser fuertes y, al final del camino, siempre hay una luz y por eso la idea es compartir con los asistentes a Tributo a la verdadera esencia.
¿A qué retos se ha visto enfrentada, tanto en el ámbito personal como laboral, durante la pandemia?
A nivel profesional, gracias a Dios, me ha ido muy bien, he tenido trabajo. En lo relacionado con el entorno personal, he estado fuerte, me han tocado muchas cuarentenas de recuperación de las cirugías y me ha dado duro no poder compartir con mi familia, en especial mi mamá, ella es oxígeno-dependiente y es de muy alto riesgo.
¿Cómo combatir la violencia hacia la mujer, que ha ido en aumento durante este último año de confinamiento?
Desde mi punto de vista, para combatir la violencia de género debe existir un trabajo en equipo real desde las partes pública y privada. Además, implementar las leyes, crear programas de empoderamiento, de educación, porque la violencia viene desde los hogares, entonces hay que cambiar toda esa parte de la educación machista que todavía existe en Colombia y en el mundo. Así que creo que debe haber un trabajo real, fuerte, que no existe, de las entidades del Estado y de la parte privada con la sociedad. También debe haber más oportunidades de educación.
¿Qué ha pasado con su Fundación Natalia Ponce de León durante la pandemia y cuáles son los proyectos para este año?
Con la fundación, estábamos organizando la cena de gala La vida renace, para recaudar fondos para la viabilidad y poder seguir trabajando y operando, pero tocó cancelarla. Para 2021 no hay recursos, por eso no tengo equipo; entonces me estoy replanteando qué va a pasar con la fundación. En este momento la tengo frenada y vamos a ver. Por ahora, la idea es renacer con más fuerza, crear un centro de rehabilitación integral para quemados, y seguir haciéndoles acompañamiento y seguimiento a los casos que tenemos, pero para eso se necesitan recursos económicos y talento humano.
¿Han funcionado las medidas que el Estado y las entidades han establecido para prevenir la violencia contra la mujer?
En los últimos años se han despertado muchos movimientos, pero eso ha pasado toda la vida y no es que ahoritica las mujeres hayan alzado su voz. Nosotras hemos levantado nuestras voces desde mucho tiempo atrás, pero ahora el tema es más visible por el tema de la tecnología, internet ha ayudado a que no nos callen. Siempre lo he dicho: la peor violencia es el silencio. Quedarse callado y no buscar ayuda es un gran error y creo que estos movimientos han ayudado a inspirar a muchas mujeres a no quedarse calladas. Sin embargo, es un trabajo tanto de hombres como de mujeres, no solamente feminismo fuerte; es un trabajo de equidad de género, en el que hay que invitar a los hombres a que hagan parte de este proceso. La idea es lograr algún día en el mundo la igualdad de género y que las mujeres no sigamos por debajo de los hombres. Esto nos llevará muchos años... sí se ha avanzado, pero creo que nos falta muchísimo todavía, porque la violencia contras las mujeres sigue siendo una constante.
El empoderamiento femenino es un tema que ha tomado fuerza, ¿cree que es posible que esta herramienta sirva realmente para prevenir o erradicar la violencia de género?
El empoderamiento femenino es la herramienta más importante para combatir la violencia. Una mujer empoderada es una familia empoderada y una sociedad sin tanto dolor, por eso no al silencio, hay que buscar ayuda, no callen, no estamos solas, el silencio es la peor violencia.
¿Qué mensaje podría enviarles a las mujeres que son víctimas de violencia de alguna índole y no se han atrevido a denunciar?
Mi mensaje para las mujeres que han sido víctimas, que han sufrido cualquier tipo de violencia económica, psicológica, verbal, física o sexual, es que primero hay que trabajar en el empoderamiento cada mujer. Hay que decirle no al silencio y buscar ayuda. No estamos solas, hay muchas organizaciones, muchas instituciones públicas fuertes trabajando para apoyarnos, muchos movimientos, pero si uno no se desahoga y si uno no busca ayuda es muy difícil salir de ese hueco.
¿Cómo logró transformar esa experiencia demencial de 2014 en un hecho que la ha llevado a tocar corazones y convertirse en referente de la mujer fortalecida e inspiradora?
Mi ataque en 2014 ha sido un proceso de evolución mental, espiritual, de crecimiento y de sanación, que es todo lo que voy a hablar en la conferencia Tributo a la verdadera esencia, de Young Living, y ahí les voy a contar qué me ayudó a salir adelante, a ese renacer. Mi mensaje siempre ha sido: uno puede renacer una y mil veces, pero es un proceso largo. Yo cumplo siete años ya de este proceso y los invito a que renazcan, a que no pierdan la fe, la esperanza. El regalo más grande que tenemos en la vida es la vida misma y he tenido muchos ángeles que me han llegado, mi familia y mis amigos, así como el mismo amor a la vida y el amor a mí misma.