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El cantante de rap estadounidense Wiz Khalifa le salió al paso a la polémica desatada por su comportamiento en Colombia y este martes, a través de su cuenta en Instagram, declaró que su intención no era ofender a nadie con sus “actividades personales”, en referencia a la visita que efectuó a la tumba de Pablo Escobar en Itagüí, donde dejó flores y fumó marihuana. (Lea: Las ‘metidas de pata’ de famosos por la figura de Pablo Escobar)
“No quería ofender a nadie con mis actividades personales en Colombia, pero me alegro que hayamos ido y hecho el trabajo, y que todo el mundo estuviera a salvo. Paz y amor”, declaró el artista quien, no obstante, no ofreció las disculpas que le exigió el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien lo llamó ‘sinvergüenza’ por hacerle apología al delito y la violencia. (Video: Alcalde de Medellín llama al rapero Wiz Khalifa "sinvergüenza")
Khalifa quedó inmerso en una controversia luego de que el pasado viernes –aprovechando una presentación en Medellín– acudió hasta la tumba del capo Pablo Escobar, donde depositó un arreglo floral y un cigarrillo de marihuana ante su lápida. El artista presumió de ello a través de Instagram, donde divulgó las fotografías de la visita. En ellas, puede vérselo vestido de blanco y fumando un porro.
Tal comportamiento motivó el descontento del alcalde de la capital de Antioquia, quien consideró lo ocurrido como una burla a las miles de víctimas de la violencia generada en los años 1980 y 1990 por las luchas entre los carteles de la droga.
"Este tipo, en vez de haberle llevado flores a la tumba de Pablo Escobar, lo que debió haber hecho, como cualquier persona", es entregarle "flores a la tumba a las víctimas de la violencia que generó el narcotráfico", dijo el alcalde Federico Gutiérrez. "Esas personas no deberían tener permisos para llevar sus espectáculos", agregó.
Khalifa estuvo en Colombia para participar en un concierto en Medellín con el puertorriqueño Tego Calderón, y luego en Bogotá para presentarse en el festival de rock y pop Estéreo Picnic.
No es la primera vez que el alcalde de Medellín condena la idolatría a Escobar. En julio pasado, Gutiérrez regañó al reguetonero puertorriqueño J. Álvarez, invitado a la tradicional fiesta anual de las flores de esa ciudad, por portar una camiseta alusiva al capo de la droga.
La tumba de Escobar es uno de los atractivos en el cementerio de Itagüí, donde turistas de todas las edades y orígenes acuden para conocer el sitio donde reposa uno de los hombres más temidos de Colombia, abatido por la Policía en 1993 tras liderar un multimillonario imperio global de la cocaína.
Aunque la figura de Escobar ha cobrado creciente fama en todo el mundo, desatando una verdadera "Escobarmanía", que incluye series de TV, películas, libros, cuadros y todo tipo de productos que lo ensalzan, Colombia, y en particular Medellín, han subrayado la necesidad de limpiar la imagen de droga, violencia y crimen asociada a su nombre.
"El cómo nos ven hoy afuera es también debido a todas esas series (...) y todo el mundo feliz en el exterior viendo a este señor como un ídolo", dijo Gutiérrez.