“Parásito”, ¿quién es el impostor?
El filme, del surcoreano Boon Joon-ho, narra la historia de una familia pobre que gracias al azar termina trabajando para unos ricos con la ilusión de mejorar su condición social. Entrevista con el director.
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¿En algún momento pensó que su película iba a tener tanto impacto y tantas nominaciones a nivel mundial?
Se me ha acercado gente de todo el mundo a decirme que este filme muestra exactamente lo que está pasando en sus países de origen. La reacción de la comunidad internacional ha sido muy satisfactoria, pero al principio me sorprendió, porque sentí que está llena de detalles y matices que son específicamente coreanos.
Aunque es una película coreana, varias personas se sienten identificadas...
La conclusión a la que llegué es que, a pesar de las fronteras que existen, en este momento todos vivimos en una enorme nación del capitalismo. A pesar de la riqueza que ha logrado reunir Corea en décadas recientes, la brecha entre los ricos y los pobres solo ha crecido, y creo que eso es verdad en todas partes.
¿Por qué la mayoría de su narrativa se basa en las clases sociales?
Creo que la clase social y económica es un tema que nos rodea 24/7. Cuando nos cruzamos con alguien en la calle, de inmediato reconocemos su clase a través de detalles triviales como su ropa, carro, teléfono, etc. Nunca lo hablamos abiertamente, pero siempre lo estamos pensando, así sea de manera inconsciente. Está tan entrelazada con la condición humana actual, que siento que sería muy extraño no tratar el tema en mis obras. Es natural que los creadores reflejemos nuestros entornos y los tiempos que vivimos en nuestras obras.
La ambientación, en particular el apartamento subterráneo de los Kim, ha sido laureada por su realismo. ¿Cómo lo logró?
Gran parte de la historia ocurre en solo dos espacios, y todas las casas que uno ve en la película -la casa de los ricos, de los pobres, el barrio que la rodea- fueron construidas desde cero, porque quería darles una textura realista.
¿Cómo se siente al ser el primer director coreano en ganar la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, gracias a “Parásito”?
Es un gran honor para mí. Se sintió muy surreal y en ciertos momentos me sentí como si estuviera observando algo que le estaba pasando a alguien más. Fue especialmente significativo para mí que fuera una decisión unánime y que la película fuera apreciada por otros cineastas.
Hay muchos rumores que apuntan a que la película se va a ganar unos Premios Óscar. ¿Cómo lidia con la presión?
Es la primera vez en que tomo parte en una campaña para los Premios Óscar, y es un proceso largo y complejo. Estoy tratando de disfrutarlo lo más que pueda y ha sido muy bueno poder conocer a otros cineastas y artistas que he admirado durante mucho tiempo.
¿En algún momento pensó que su película iba a tener tanto impacto y tantas nominaciones a nivel mundial?
Se me ha acercado gente de todo el mundo a decirme que este filme muestra exactamente lo que está pasando en sus países de origen. La reacción de la comunidad internacional ha sido muy satisfactoria, pero al principio me sorprendió, porque sentí que está llena de detalles y matices que son específicamente coreanos.
Aunque es una película coreana, varias personas se sienten identificadas...
La conclusión a la que llegué es que, a pesar de las fronteras que existen, en este momento todos vivimos en una enorme nación del capitalismo. A pesar de la riqueza que ha logrado reunir Corea en décadas recientes, la brecha entre los ricos y los pobres solo ha crecido, y creo que eso es verdad en todas partes.
¿Por qué la mayoría de su narrativa se basa en las clases sociales?
Creo que la clase social y económica es un tema que nos rodea 24/7. Cuando nos cruzamos con alguien en la calle, de inmediato reconocemos su clase a través de detalles triviales como su ropa, carro, teléfono, etc. Nunca lo hablamos abiertamente, pero siempre lo estamos pensando, así sea de manera inconsciente. Está tan entrelazada con la condición humana actual, que siento que sería muy extraño no tratar el tema en mis obras. Es natural que los creadores reflejemos nuestros entornos y los tiempos que vivimos en nuestras obras.
La ambientación, en particular el apartamento subterráneo de los Kim, ha sido laureada por su realismo. ¿Cómo lo logró?
Gran parte de la historia ocurre en solo dos espacios, y todas las casas que uno ve en la película -la casa de los ricos, de los pobres, el barrio que la rodea- fueron construidas desde cero, porque quería darles una textura realista.
¿Cómo se siente al ser el primer director coreano en ganar la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, gracias a “Parásito”?
Es un gran honor para mí. Se sintió muy surreal y en ciertos momentos me sentí como si estuviera observando algo que le estaba pasando a alguien más. Fue especialmente significativo para mí que fuera una decisión unánime y que la película fuera apreciada por otros cineastas.
Hay muchos rumores que apuntan a que la película se va a ganar unos Premios Óscar. ¿Cómo lidia con la presión?
Es la primera vez en que tomo parte en una campaña para los Premios Óscar, y es un proceso largo y complejo. Estoy tratando de disfrutarlo lo más que pueda y ha sido muy bueno poder conocer a otros cineastas y artistas que he admirado durante mucho tiempo.