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Paul Nassif, desde el quirófano y la TV

Al lado del también cirujano plástico Terry Dubrow, es el responsable del éxito del programa “Botched”, transmitido por el Canal E!, que es de consulta permanente para quienes quieren cambiar su apariencia.

08 de junio de 2020 - 02:00 a. m.
El cirujano plástico estadounidense Paul Nassif cuenta que las emociones se dejan fuera del quirófano. Cortesía E!
El cirujano plástico estadounidense Paul Nassif cuenta que las emociones se dejan fuera del quirófano. Cortesía E!

¿Cuál es el efecto psicológico que tienen las redes sociales en la estética durante este tiempo de cuarentena?

Creo que hay un aspecto positivo y otro negativo. El positivo es que la gente, al no poder salir de casa y tener más tiempo para verse en pantalla o al espejo, se cuida más la piel y está más pendiente de lo que le haga falta para cuidarse. Muchas personas suelen salir a aplicarse bótox y el hecho de no salir y de estar pendiente de su estética ayuda a que se cuiden mucho más naturalmente gracias a la cuarentena, lo que causa un efecto positivo psicológicamente. El aspecto negativo es que la gente suele ponerse tantos filtros en redes sociales que muchas veces sus fotografías quedan irreconocibles, parecen personas completamente distintas.

¿Cómo han logrado trabajar juntos usted y el doctor Terry Dubrow en el programa “Botched”?

Después de más de veinte años de amistad, me parece que nuestra relación se ha visto fortalecida por el buen sentido del humor y la simpatía que él ha tenido y que, desde antes de trabajar juntos, ya teníamos. El doctor Dubrow debió ser un actor de comedia o algo por el estilo, porque es una persona con un excelente sentido del humor. Después de conocernos como amigos, comenzamos a trabajar juntos y ha sido una gran experiencia.

¿Cree que las redes sociales, con sus filtros, se han convertido en una clase de amenaza para los cirujanos plásticos?

Las redes sociales sí han influido en la forma en como la gente se quiere ver, en como la gente se siente consigo misma. Hoy todo el mundo quiere ser popular y tener seguidores, estar en redes sociales es como una clase de actuación en la que se muestra algo que atraiga a la gente y genere seguidores. Para muchas personas, los filtros que utilizan son suficientes para sentirse bien consigo mismas, eso está bien. Lo que no está bien es cuando la gente se obsesiona con verse exactamente a como se ve con los filtros, porque eso lleva a realizarse cirugías plásticas bastante forzosas e indebidas.

¿Cuáles han sido las cirugías más difíciles que han realizado en “Botched”?

Todas las cirugías tienen una parte complicada. Cada vez que operamos a alguien nos encontramos con un punto de la operación que es muy complicado. Sin embargo, con el doctor Dubrow hemos podido trabajar bien y dar buenos resultados. Hay algunos casos que son más difíciles, pero por el peso emocional que genera. Por ejemplo, una mujer que tuvo un accidente de tránsito, porque un conductor ebrio la estrelló, y se deformó parte de la cara. Emocionalmente, fue difícil porque es un caso que implica mucha responsabilidad y nos conmueve como profesionales.

Cuándo un caso es difícil emocionalmente, ¿los afecta en el momento de realizar la cirugía?

No, en lo absoluto. Fuera del quirófano hay casos que nos conmueven y que, naturalmente, nos emocionan de distintas maneras. Sin embargo, una vez entramos en la cirugía, todo eso se deja a un lado, todo lo que haya pasado se deja atrás y nos concentramos única y específicamente en el procedimiento que debemos hacer. Cuando entramos a cirugía nos llenamos de todo el compromiso y profesionalismo para hacer nuestro trabajo sin que ningún factor, externo o emocional, influya en nuestra labor.

Hay personas que se han realizado ya muchas cirugías plásticas y que lo buscan para seguir haciéndose más cambios. ¿Cómo procede en ese caso?

Mi forma de proceder es ser completamente directo y sincero con esa persona. Con todo el respeto le diría que ha tenido muchas cirugías plásticas, que puede que le guste seguirse operando, pero que su aspecto ya no es natural y que no pienso prestarme para que, cuando vean los resultados, relacionen mi nombre con la forma en la que se ve. Sin embargo, si esa persona busca una ayuda porque siente que no se ve bien con todas sus cirugías, así que estoy allí para ayudar y, de ser posible, para hacer que se vea mejor.

¿Cómo se sabe cuándo es el momento de parar de hacerse cirugía plástica?

Eso tiene que ver con el sentido común. Por ejemplo, si es peligroso para la salud del paciente, si esa persona no está física o emocionalmente preparada para la cirugía. Ahí es necesario parar.

¿Cuál es la mejor y la peor parte de ser un cirujano plástico?

Comenzando por la parte mala, diría que es un trabajo en el que los pacientes, a veces, pueden sentirse insatisfechos con el resultado. Siempre, antes de los procedimientos, se les advierte que la cirugía tendrá determinados efectos. Es muy frustrante cuando uno se encuentra con pacientes que no se sienten satisfechos con la labor. Cuando uno como cirujano lastima al paciente, eso es lo peor. En el aspecto positivo, puedo decir que es un trabajo que me permite ayudar a la gente. Es grandioso cuando haces que una persona se vea mejor, porque cuando se ve mejor, se siente mejor.

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