Preparan documental en honor al río Magdalena
Lo hará el profesor de Educación Física Honorio Muñoz luego de nadar 1.600 km por el afluente más importante del país.
El Espectador
¿Por qué se atrevió a sumergirse en las aguas del río Magdalena?
Sabía de mis capacidades y quería mostrarles al mundo y a Colombia el daño que le causamos a nuestro río.
¿Cómo recibe la condecoración de Ciudadano Meritorio?
No me lo esperaba. La recibo sorprendido y con mucha humildad.
¿Logró lo que buscaba?
Sí, y creo que mucho más.
¿Dónde aprendió a nadar?
En Neiva, en las escuelas de formación deportiva, a los 10 años.
¿Por qué el río Magdalena?
Es el escenario más grande en mi disciplina, y el río más importante para nuestro país.
¿Cómo son las ciudades colombianas a través de sus orillas?
Muy contaminadas, con muchos vertimientos de basuras y aguas negras.
¿Se siente el nuevo Kapax colombiano?
Me siento el nuevo ‘HonoRío’ colombiano.
¿Cómo fue la preparación para emprender el recorrido?
Soy deportista desde los 12 años, y me preparé dos años en ríos y aguas abiertas sin descanso.
¿Qué le deja este viaje a su vida?
Que una cosa es hablar del río Magdalena y otra cosa es nadar en él, es majestuoso.
El momento más difícil de la travesía.
Nadar y nadar y llegar a un pueblo con gobernantes indiferentes, como Girardot.
¿Por qué recorrerlo nadando, y no de otra forma?
Es lo que mejor sé hacer y es mi granito de arena para contribuir con el río.
¿En algún momento pensó en desistir?
Tuve momentos difíciles, pero nunca pensé en retirarme.
¿Todavía cree que es posible salvar el río Magdalena?
Claro que sí, será todo un proceso, y cada uno debe hacer su aporte.
Todos quieren salvar el río, pero ¿cómo hacerlo?
Educándose y creando conciencia del daño que todos le causamos.
¿Qué tanta vida encontró en el río Magdalena?
Mucha. Pero, lastimosamente, casi toda en vías de extinción.
¿Qué problemas de salud le dejó este viaje?
Otitis, infección en los ojos, hongos en todo el cuerpo y problemas estomacales. En todos estoy en tratamiento.
¿Sirvió para algo todo este esfuerzo?
Así lo creo, y sólo estamos empezando.
¿Cree que es posible minimizar el impacto sobre el medio ambiente?
La educación puede con todo.
Después de recorrer 1.600 km, ¿cuál es su dictamen sobre el río Magdalena?
Que en millones de años el hombre no lo ha podido destruir, pero que no falta mucho si no cambiamos nuestra mentalidad.
¿Usted cree que los colombianos recibieron su mensaje?
Hicimos un gran trabajo, pero falta mucho.
¿Qué enseñanza les transmitirá a sus alumnos después de este logro?
Que la educación física se la juega por el medio ambiente.
¿Cree que alguien le va a seguir los pasos?
Yo me encargaré de que siempre esté alguien.
Tres deportistas que usted admire.
A mi padre, a mi novia y al nadador paralímpico Moisés Fuentes García.
Lo más gratificante que le queda de este proyecto.
Lo hermoso de nuestros paisajes.
El lugar más extraño en el que ha nadado.
En las ciénagas.
¿Alguna vez ha estado a punto de ahogarse?
Sí, en un par de remolinos.
¿Cómo lograr que su hazaña supere la efervescencia del momento y de verdad genere conciencia?
Hay que seguir trabajando.
¿Qué les responde a los que piensan que tiene intereses políticos alrededor de esto?
No me siento político, pero tampoco me disgusta. Todo este proyecto es en pro de los recursos naturales.
El profesor Antana Mockus, el profesor Gustavo Moncayo, ¿parece que es la hora de los profesores?
La educación no pelea con nadie.
¿Tiene en mente otro reto como éste?
Sí, pero por ahora me enfocaré en el río Magdalena.
¿En qué anda hoy Honorio Muñoz?
En diferentes proyectos. En la preparación de un documental sobre el recorrido y escribiendo un libro sobre la problemática ambiental del río Magdalena.
¿Por qué se atrevió a sumergirse en las aguas del río Magdalena?
Sabía de mis capacidades y quería mostrarles al mundo y a Colombia el daño que le causamos a nuestro río.
¿Cómo recibe la condecoración de Ciudadano Meritorio?
No me lo esperaba. La recibo sorprendido y con mucha humildad.
¿Logró lo que buscaba?
Sí, y creo que mucho más.
¿Dónde aprendió a nadar?
En Neiva, en las escuelas de formación deportiva, a los 10 años.
¿Por qué el río Magdalena?
Es el escenario más grande en mi disciplina, y el río más importante para nuestro país.
¿Cómo son las ciudades colombianas a través de sus orillas?
Muy contaminadas, con muchos vertimientos de basuras y aguas negras.
¿Se siente el nuevo Kapax colombiano?
Me siento el nuevo ‘HonoRío’ colombiano.
¿Cómo fue la preparación para emprender el recorrido?
Soy deportista desde los 12 años, y me preparé dos años en ríos y aguas abiertas sin descanso.
¿Qué le deja este viaje a su vida?
Que una cosa es hablar del río Magdalena y otra cosa es nadar en él, es majestuoso.
El momento más difícil de la travesía.
Nadar y nadar y llegar a un pueblo con gobernantes indiferentes, como Girardot.
¿Por qué recorrerlo nadando, y no de otra forma?
Es lo que mejor sé hacer y es mi granito de arena para contribuir con el río.
¿En algún momento pensó en desistir?
Tuve momentos difíciles, pero nunca pensé en retirarme.
¿Todavía cree que es posible salvar el río Magdalena?
Claro que sí, será todo un proceso, y cada uno debe hacer su aporte.
Todos quieren salvar el río, pero ¿cómo hacerlo?
Educándose y creando conciencia del daño que todos le causamos.
¿Qué tanta vida encontró en el río Magdalena?
Mucha. Pero, lastimosamente, casi toda en vías de extinción.
¿Qué problemas de salud le dejó este viaje?
Otitis, infección en los ojos, hongos en todo el cuerpo y problemas estomacales. En todos estoy en tratamiento.
¿Sirvió para algo todo este esfuerzo?
Así lo creo, y sólo estamos empezando.
¿Cree que es posible minimizar el impacto sobre el medio ambiente?
La educación puede con todo.
Después de recorrer 1.600 km, ¿cuál es su dictamen sobre el río Magdalena?
Que en millones de años el hombre no lo ha podido destruir, pero que no falta mucho si no cambiamos nuestra mentalidad.
¿Usted cree que los colombianos recibieron su mensaje?
Hicimos un gran trabajo, pero falta mucho.
¿Qué enseñanza les transmitirá a sus alumnos después de este logro?
Que la educación física se la juega por el medio ambiente.
¿Cree que alguien le va a seguir los pasos?
Yo me encargaré de que siempre esté alguien.
Tres deportistas que usted admire.
A mi padre, a mi novia y al nadador paralímpico Moisés Fuentes García.
Lo más gratificante que le queda de este proyecto.
Lo hermoso de nuestros paisajes.
El lugar más extraño en el que ha nadado.
En las ciénagas.
¿Alguna vez ha estado a punto de ahogarse?
Sí, en un par de remolinos.
¿Cómo lograr que su hazaña supere la efervescencia del momento y de verdad genere conciencia?
Hay que seguir trabajando.
¿Qué les responde a los que piensan que tiene intereses políticos alrededor de esto?
No me siento político, pero tampoco me disgusta. Todo este proyecto es en pro de los recursos naturales.
El profesor Antana Mockus, el profesor Gustavo Moncayo, ¿parece que es la hora de los profesores?
La educación no pelea con nadie.
¿Tiene en mente otro reto como éste?
Sí, pero por ahora me enfocaré en el río Magdalena.
¿En qué anda hoy Honorio Muñoz?
En diferentes proyectos. En la preparación de un documental sobre el recorrido y escribiendo un libro sobre la problemática ambiental del río Magdalena.