“Quiero que el mundo sepa cómo pude salir del hueco”: Nicky Jam
El artista habla sobre “El ganador”, serie biográfica en la que presenta su pasado, sus caídas y su renacer sin ningún tipo de censura.
Paulina Tejada @PauliTejadaT
Toda una década de su vida se esfumó de su memoria, los años que estuvo perdido entre sustancias, excesos y resacas. El reguetón fue testigo de su visita al infierno y también de su redención, y hoy está listo para contárselo al mundo. Luego de casi un año de rodaje y de esculcar con lupa sus recuerdos, Nicky Jam abre su alma ante las pantallas en El ganador, producción de Telemundo y Netflix.
Esta serie, cuenta el cantante Nick Rivera Caminero, es el final de una larga catarsis que ha hecho para dejar atrás su pasado. Desde antes de haber sido descubierto a los 11 años por un miembro de un sello discográfico puertorriqueño cuando rapeaba mientras trabajaba como empacador en un supermercado, ya estaba rodeado de drogas y violencia.
“La gente no sabe de dónde vengo, cómo me crié ni el porqué de muchas cosas. Mis papás eran drogadictos y yo también estuve metido en ese hueco. Todos salimos y quiero que las personas sepan cómo pudimos hacerlo”, explica el artista urbano desde Medellín, la primera locación de la producción.
Junto a Jessy Terrero, productor y director de más de 90 videos musicales del género y, además, su amigo, se propuso realizar un programa televisivo de 13 capítulos que dejará al desnudo los meses, durante los años 2000, en los que sus adicciones tomaron el control de su universo sin tapujos ni censura, así como el proceso de “renacer”, como él mismo le dice a su regreso tanto a la vida como a la industria musical, al mudarse a Colombia.
“A mí me dijeron que la droga era increíble, pero nadie me advirtió que te jode el cuerpo y te pasa factura. Tú fumas y te arrebatas, pero después te da hambre y te comes toda la nevera; tú hueles perico, pero al otro día te da una depresión de la que es difícil salir”, confiesa un Nicky Jam cercano y honesto, que clava los ojos y sonríe cada vez que habla. “Todo eso estará plasmado en El ganador de forma gráfica para que los chamaquitos entiendan que no es un juego, pero que se le puede ganar a los monstruos de adentro”.
Para lograr plasmar las experiencias de la forma más auténtica contactaron al guionista Ari Maniel Cruz. Comenta Nicky Jam, entre risas, que el libreto tuvo que ser reescrito cada vez que se le “despertaba la memoria”: “Estuve diez años de mi vida drogado. Muchas cosas se me habían borrado. Cuando me acordaba de una anécdota, sin importar la hora, llamaba a Ari y le decía: ‘cambia todo, que esto sí lo tenemos que contar’”.
Aunque El ganador no supone un debut para Nicky Jam como actor, pues participó en la película xXx: Reactivado, esta serie tiene un valor especial para él. No solo estuvo presente en todo el proceso creativo, sino que asumió el reto de representarse a sí mismo en las diferentes etapas de su vida. “Tuve que engordar, pegarme pelos, nuevamente verme flaco, pasar por cuatro horas diarias de maquillaje y taparme los tatuajes. Todo esto lo hice porque, aunque las batallas internas persisten, quiero ser en carne propia un ejemplo para la juventud, que se identifique conmigo y con el sube y baja que ha sido mi paso por este mundo”, manifiesta.
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Según el director de la serie, Terrero, “esta producción no es más que el espíritu de Nicky. Él la siente, a él le duele. En ella, él se desnuda con todos sus defectos, sus muchos errores, inseguridades y traumas, dejando en evidencia lo que es caer y volver victorioso, tocar fondo y encontrar las fuerzas de reconstruirse”.
En El ganador no faltarán relatos de amores, desamores, amistad, colegaje y reencuentro. Participará, por ejemplo, el también cantante de reguetón Daddy Yankee, con quien Nicky Jam conformó un dúo llamado Los Cangri veinte años atrás. Los actores Diego Cadavid y Ana Lucía Domínguez encarnan a su vez a dos personajes decisivos en la vida del artista urbano: Rosita, una mezcla de todas las mujeres que se cruzaron en el camino de Rivera, y Juan Diego Medina, gerente de la productora La Industria INC, quien se convirtió en su mánager cuando llegó a Medellín buscando nuevas luces.
Nicky Jam solo cambiaría de su vida el haberse tatuado un búho gigante en el cuello. Más allá de los discos vendidos, dice, espera dejar un legado en la gente, como lo hizo su abuelo: “Quiero ser un hombre que simplemente trató de hacer lo correcto, como mi abuelo Eladio, mi ídolo. Le arreglaba los bombillos a la gente y le ayudaba con el mercado y por eso todavía se habla de él en el barrio. La diferencia es que mi barrio es el mundo”.
Toda una década de su vida se esfumó de su memoria, los años que estuvo perdido entre sustancias, excesos y resacas. El reguetón fue testigo de su visita al infierno y también de su redención, y hoy está listo para contárselo al mundo. Luego de casi un año de rodaje y de esculcar con lupa sus recuerdos, Nicky Jam abre su alma ante las pantallas en El ganador, producción de Telemundo y Netflix.
Esta serie, cuenta el cantante Nick Rivera Caminero, es el final de una larga catarsis que ha hecho para dejar atrás su pasado. Desde antes de haber sido descubierto a los 11 años por un miembro de un sello discográfico puertorriqueño cuando rapeaba mientras trabajaba como empacador en un supermercado, ya estaba rodeado de drogas y violencia.
“La gente no sabe de dónde vengo, cómo me crié ni el porqué de muchas cosas. Mis papás eran drogadictos y yo también estuve metido en ese hueco. Todos salimos y quiero que las personas sepan cómo pudimos hacerlo”, explica el artista urbano desde Medellín, la primera locación de la producción.
Junto a Jessy Terrero, productor y director de más de 90 videos musicales del género y, además, su amigo, se propuso realizar un programa televisivo de 13 capítulos que dejará al desnudo los meses, durante los años 2000, en los que sus adicciones tomaron el control de su universo sin tapujos ni censura, así como el proceso de “renacer”, como él mismo le dice a su regreso tanto a la vida como a la industria musical, al mudarse a Colombia.
“A mí me dijeron que la droga era increíble, pero nadie me advirtió que te jode el cuerpo y te pasa factura. Tú fumas y te arrebatas, pero después te da hambre y te comes toda la nevera; tú hueles perico, pero al otro día te da una depresión de la que es difícil salir”, confiesa un Nicky Jam cercano y honesto, que clava los ojos y sonríe cada vez que habla. “Todo eso estará plasmado en El ganador de forma gráfica para que los chamaquitos entiendan que no es un juego, pero que se le puede ganar a los monstruos de adentro”.
Para lograr plasmar las experiencias de la forma más auténtica contactaron al guionista Ari Maniel Cruz. Comenta Nicky Jam, entre risas, que el libreto tuvo que ser reescrito cada vez que se le “despertaba la memoria”: “Estuve diez años de mi vida drogado. Muchas cosas se me habían borrado. Cuando me acordaba de una anécdota, sin importar la hora, llamaba a Ari y le decía: ‘cambia todo, que esto sí lo tenemos que contar’”.
Aunque El ganador no supone un debut para Nicky Jam como actor, pues participó en la película xXx: Reactivado, esta serie tiene un valor especial para él. No solo estuvo presente en todo el proceso creativo, sino que asumió el reto de representarse a sí mismo en las diferentes etapas de su vida. “Tuve que engordar, pegarme pelos, nuevamente verme flaco, pasar por cuatro horas diarias de maquillaje y taparme los tatuajes. Todo esto lo hice porque, aunque las batallas internas persisten, quiero ser en carne propia un ejemplo para la juventud, que se identifique conmigo y con el sube y baja que ha sido mi paso por este mundo”, manifiesta.
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Según el director de la serie, Terrero, “esta producción no es más que el espíritu de Nicky. Él la siente, a él le duele. En ella, él se desnuda con todos sus defectos, sus muchos errores, inseguridades y traumas, dejando en evidencia lo que es caer y volver victorioso, tocar fondo y encontrar las fuerzas de reconstruirse”.
En El ganador no faltarán relatos de amores, desamores, amistad, colegaje y reencuentro. Participará, por ejemplo, el también cantante de reguetón Daddy Yankee, con quien Nicky Jam conformó un dúo llamado Los Cangri veinte años atrás. Los actores Diego Cadavid y Ana Lucía Domínguez encarnan a su vez a dos personajes decisivos en la vida del artista urbano: Rosita, una mezcla de todas las mujeres que se cruzaron en el camino de Rivera, y Juan Diego Medina, gerente de la productora La Industria INC, quien se convirtió en su mánager cuando llegó a Medellín buscando nuevas luces.
Nicky Jam solo cambiaría de su vida el haberse tatuado un búho gigante en el cuello. Más allá de los discos vendidos, dice, espera dejar un legado en la gente, como lo hizo su abuelo: “Quiero ser un hombre que simplemente trató de hacer lo correcto, como mi abuelo Eladio, mi ídolo. Le arreglaba los bombillos a la gente y le ayudaba con el mercado y por eso todavía se habla de él en el barrio. La diferencia es que mi barrio es el mundo”.