Rapero español Pablo Hasel, detenido por tuits contra la monarquía
“Muerte al Estado fascista”, gritó el músico que debe cumplir una sentencia de nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo.
Daniel Bosque / AFP
En rapero español Pablo Hasel fue detenido por la policía este martes en el noreste de España, en cumplimiento de una controvertida condena a prisión por unos tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad, según imágenes difundidas en directo por televisión.
“¡No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar!”, gritó el rapero Pablo Hasel mientras la policía lo escoltaba fuera de la universidad de la ciudad de Lérida (Cataluña), donde se había atrincherado la víspera con decenas de activistas.
“Muerte al Estado fascista”, vociferó, antes de que los agentes le hicieran entrar al vehículo policial, entre abucheos de activistas que protestaban en esta ciudad, situada 150 km al oeste de Barcelona.
“Lo estamos llevando directamente al centro penitenciario”, señaló a la AFP un portavoz de la policía regional de Cataluña.
Pablo Hasel tenía plazo hasta la noche del viernes para entregarse voluntariamente y empezar a cumplir una sentencia de nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo debido a los mensajes publicados entre 2014 y 2016.
En esos tuits, arremetía contra la monarquía y llamaba, por ejemplo, “mercenarios de mierda” a las fuerzas policiales y las acusaba de torturar y asesinar a manifestantes e inmigrantes.
“Una falsa democracia”
En una entrevista telefónica con AFP, Pablo Hasel había dicho el viernes que no se presentaría ante la policía.
“Tendrán que venir ellos a secuestrarme y también servirá para que el Estado quede retratado como lo que es: una falsa democracia”, dijo, desafiante, en aquel momento.
El lunes, ante los rumores de una detención inminente, se atrincheró en el edificio del rectorado de la universidad de su ciudad, Lérida, junto a decenas de jóvenes que querían dificultar su arresto.
“Me encarcelarán con la cabeza alta por no haber cedido a su terror”, publicó el rapero en uno de sus últimos tuits, pocas horas antes de su detención.
Allí acudieron los agentes policiales sobre las 06H30 (05H30 GMT) y, pese a encontrarse algunas barricadas y contenedores para impedir su acceso, pudieron ir desalojando a los activistas sin “incidentes graves”, comentó un portavoz.
En Madrid y en Barcelona se han celebrado manifestaciones de apoyo a Pablo Hasel y unos 200 artistas, entre ellos el director de cine Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem y el cantautor Joan Manuel Serrat, firmaron un manifiesto en su defensa.
Varios grupos de activistas están organizando concentraciones para este martes por la tarde para protestar contra su detención.
Ante el escándalo, el gobierno del socialista Pedro Sánchez prometió la semana pasada que plantearía “una revisión de los delitos relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión”, con el objetivo de que se impongan penas “disuasorias” y no de cárcel.
El caso de Pablo Hasel recuerda al del rapero español Valtonyc, quien en 2018 se marchó a Bélgica horas antes de entrar en prisión para cumplir una condena por injurias al rey, enaltecimiento del terrorismo y amenazas en sus canciones.
Bélgica ha rechazado la extradición solicitada por España hasta el momento, alegando que sus acciones no constituyen delito bajo la ley belga.
En rapero español Pablo Hasel fue detenido por la policía este martes en el noreste de España, en cumplimiento de una controvertida condena a prisión por unos tuits contra la monarquía y las fuerzas de seguridad, según imágenes difundidas en directo por televisión.
“¡No nos van a parar nunca, no nos van a doblegar!”, gritó el rapero Pablo Hasel mientras la policía lo escoltaba fuera de la universidad de la ciudad de Lérida (Cataluña), donde se había atrincherado la víspera con decenas de activistas.
“Muerte al Estado fascista”, vociferó, antes de que los agentes le hicieran entrar al vehículo policial, entre abucheos de activistas que protestaban en esta ciudad, situada 150 km al oeste de Barcelona.
“Lo estamos llevando directamente al centro penitenciario”, señaló a la AFP un portavoz de la policía regional de Cataluña.
Pablo Hasel tenía plazo hasta la noche del viernes para entregarse voluntariamente y empezar a cumplir una sentencia de nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo debido a los mensajes publicados entre 2014 y 2016.
En esos tuits, arremetía contra la monarquía y llamaba, por ejemplo, “mercenarios de mierda” a las fuerzas policiales y las acusaba de torturar y asesinar a manifestantes e inmigrantes.
“Una falsa democracia”
En una entrevista telefónica con AFP, Pablo Hasel había dicho el viernes que no se presentaría ante la policía.
“Tendrán que venir ellos a secuestrarme y también servirá para que el Estado quede retratado como lo que es: una falsa democracia”, dijo, desafiante, en aquel momento.
El lunes, ante los rumores de una detención inminente, se atrincheró en el edificio del rectorado de la universidad de su ciudad, Lérida, junto a decenas de jóvenes que querían dificultar su arresto.
“Me encarcelarán con la cabeza alta por no haber cedido a su terror”, publicó el rapero en uno de sus últimos tuits, pocas horas antes de su detención.
Allí acudieron los agentes policiales sobre las 06H30 (05H30 GMT) y, pese a encontrarse algunas barricadas y contenedores para impedir su acceso, pudieron ir desalojando a los activistas sin “incidentes graves”, comentó un portavoz.
En Madrid y en Barcelona se han celebrado manifestaciones de apoyo a Pablo Hasel y unos 200 artistas, entre ellos el director de cine Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem y el cantautor Joan Manuel Serrat, firmaron un manifiesto en su defensa.
Varios grupos de activistas están organizando concentraciones para este martes por la tarde para protestar contra su detención.
Ante el escándalo, el gobierno del socialista Pedro Sánchez prometió la semana pasada que plantearía “una revisión de los delitos relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión”, con el objetivo de que se impongan penas “disuasorias” y no de cárcel.
El caso de Pablo Hasel recuerda al del rapero español Valtonyc, quien en 2018 se marchó a Bélgica horas antes de entrar en prisión para cumplir una condena por injurias al rey, enaltecimiento del terrorismo y amenazas en sus canciones.
Bélgica ha rechazado la extradición solicitada por España hasta el momento, alegando que sus acciones no constituyen delito bajo la ley belga.