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El culebrón judicial de Roman Polanski continuará, después de que un juez estadounidense rechazara este lunes la petición del cineasta de poder regresar al país sin arriesgarse a ser encarcelado por la violación de una menor hace cuatro décadas.
"El juez (Scott) Gordon decidió que la petición del acusado y sus correspondientes solicitudes sean rechazadas", indicó un documento de la Corte Superior de Los Ángeles.
La decisión mantiene así el statu quo: si el director franco-polaco pisa suelo estadounidense puede ser detenido. (Contexto Mujer que acusó a Roman Polanski de violación publica sus memorias).
El oscarizado director de "El Pianista" y "Barrio Chino" fue acusado de drogar a una adolescente de 13 años antes de violarla en 1977, en la casa de Los Ángeles del actor Jack Nicholson.
Se declaró culpable de "relaciones sexuales ilegales" en un acuerdo con la fiscalía, que tumbó otros cargos más graves, y salió bajo fianza de la cárcel, donde pasó 42 días. (Leer también Ante presiones feministas, Roman Polanski renuncia a presidir los César).
Pero en 1978, convencido de que el juez iba a desconocer el acuerdo y mandarlo a la cárcel por décadas, huyó a Francia. Desde entonces, nunca regresó a Estados Unidos.
A través de su abogado Harland Braun, quien dijo en la Corte Superior de Los Ángeles que el cineasta, de 83 años y quien vive en París, ya "purgó su pena", Polanski hizo saber que quería regresar a Estados Unidos para poner término al caso, pero con la condición de tener garantías de que no será detenido a su llegada.
Pero el juez Gordon consideró en la decisión publicada este lunes que no había "base suficiente o convincente para reconsiderar estas cuestiones".
"Además, el abogado defensor no presentó pruebas suficientes, creíbles y admisibles, ni documentos legales para apoyar la reparación solicitada", escribió Gordon en el fallo, de 13 páginas.
Gordon decidió descartar la idea de discusiones "sobre cuestiones delicadas referentes al caso Polanski hasta que él no esté físicamente presente en el tribunal".
"No tiene ningún sentido"
El juez reafirmó así la "buena" decisión de la fiscal de Los Ángeles que se negó a conceder un cheque en blanco al director de cine.
"La gente no cree que lo más adecuado para la justicia sea conceder a un famoso rico un trato diferente al que daríamos a cualquier otro fugitivo", había dicho la fiscal adjunta Michele Hanisee en marzo.
La decisión de este lunes parece que relanzará el juego del gato y el ratón que ya dura más de cuatro décadas entre la justicia estadounidense y Roman Polanski.
El premiado director pasó dos meses en una cárcel de Suiza, y ocho meses de reclusión domiciliaria en su casa de Gstaad, tras su detención en Zúrich en 2009, en base a una orden internacional lanzada por la justicia estadounidense.
En la petición denegada, su abogado pedía a los fiscales que indicaran cuánto tiempo debería pasar Polanski en la cárcel en Estados Unidos si regresaba, en caso de que pensaran imponerle esa pena.
Éste es "un intento más de parte de la Corte Superior de Los Ángeles de cubrir su mala conducta en el pasado", denunció este lunes ante la AFP Harland Braun, hablando de "corrupción" del sistema judicial.
"Esto no tiene ningún sentido. Es desconcertante", añadió en referencia al fallo del juez Gordon.
El 26 de abril está prevista una nueva audiencia relativa a una petición de Braun de publicar la transcripción de un testimonio de 2010 de Roger Gunson, fiscal del caso en el momento de los hechos.
Según el abogado, este testimonio confirmaría que existía un acuerdo que preveía que Polanski cumpliera solo 48 días de prisión. Al haber pasado 42 días tras las rejas, sería posible convencer a las autoridades estadounidenses de que ya cumplió su pena.
Los abogados estadounidenses de Polanski también quieren que se reconozca una decisión de la Corte Suprema polaca, que puso fin en diciembre a la petición de extradición del cineasta a Estados Unidos.
El juez Michal Laskowski señaló entonces que la víctima lo perdonó públicamente y que Polanski le entregó la compensación que ella reclamaba.