Ser colombiano en Nueva York

Cuando Trump llegó a la Presidencia, el panorama para los latinos en Estados Unidos era poco alentador. ¿La realidad fue como se pensó?

Al comienzo la situación generó incertidumbre en todas las comunidades de inmigrantes, especialmente en los que están en situación irregular, pero a medida que pasa el tiempo las personas están más tranquilas. Nueva York es una ciudad santuario y las autoridades protegen a la comunidad, independientemente de su estado migratorio. Es cierto que las normas migratorias se están aplicando con más rigor, pero lo que se pronosticó no llegó a ser lo que la gente pesó que podía ser.

Además de los consulados está la Asociación de Cónsules Latinoamericanos, ¿cómo es el apoyo que hay entre los países latinos allá?

Fui la presidenta de esa coalición, que tiene a 18 países como miembros. Puedo resaltar que si nos uníamos y nos mostrábamos ante las autoridades como un bloque, podíamos tener mayor intervención y un apoyo más claro con el resto de las agencias del estado que prestan apoyo a los migrantes.

¿Se están cumpliendo los derechos humanos de los migrantes?

Nosotros velamos porque se les respeten los derechos a la comunidad migrante que es detenida para ser deportada, porque hemos recibido quejas de que reciben mal trato. También porque ha aumentado el fraude de abogados en temas migratorios, quienes prometen solucionarles el problema, pero sólo les sacan la plata.

¿Cómo protegen a la persona en riesgo de abuso?

Buscamos que los colombianos tengan varios planes, personas que están en situación irregular, pero tienen hijos nacidos acá, deben registrarlos como nacionales en sus consulados porque, en caso de que la persona vaya a ser deportada, hay riesgo de que los tome el servicio social norteamericano. También buscando que hagan sus trámites para obtener la residencia, porque hay ciudadanos que dejaron de hacerlos al llegar.

¿Qué es lo más difícil para un colombiano en Nueva York?

Esta ciudad ha recibido muy bien a los colombianos. No solo para nosotros, sino para cualquier migrante, la mayor preocupación es ser deportado. Las personas del país llegan acá, son emprendedores, pueden iniciar sus negocios y conseguir trabajo.

¿Cuál es la cifra de colombianos en Nueva York?

Tenemos un registro oficial que habla de un poco más de 500.000 colombianos, pero creemos que puede haber más; nunca nadie ha podido tener una cifra exacta. Cuando la gente viene a hacer algún trámite, hacemos el conteo, pero hay personas que no se acercan, por su situación irregular, por eso es difícil de medir. Hay gente que ha dicho que es un millón de colombianos, aunque no creemos que sean tantos, yo pensarría que pueden llegar a ser 800.000.

¿Esa cifra oficial que tienen ha permanecido igual?

No hay cifra exacta porque no hay forma de medirlo, creo que se ha mantenido igual. Hay personas que se han acercado al Consulado a preguntar cómo regresar, pero no tenemos forma de saber a ciencia exacta si regresan o no.

Cuando Trump llegó a la Presidencia, el panorama para los latinos en Estados Unidos era poco alentador. ¿La realidad fue como se pensó?

Al comienzo la situación generó incertidumbre en todas las comunidades de inmigrantes, especialmente en los que están en situación irregular, pero a medida que pasa el tiempo las personas están más tranquilas. Nueva York es una ciudad santuario y las autoridades protegen a la comunidad, independientemente de su estado migratorio. Es cierto que las normas migratorias se están aplicando con más rigor, pero lo que se pronosticó no llegó a ser lo que la gente pesó que podía ser.

Además de los consulados está la Asociación de Cónsules Latinoamericanos, ¿cómo es el apoyo que hay entre los países latinos allá?

Fui la presidenta de esa coalición, que tiene a 18 países como miembros. Puedo resaltar que si nos uníamos y nos mostrábamos ante las autoridades como un bloque, podíamos tener mayor intervención y un apoyo más claro con el resto de las agencias del estado que prestan apoyo a los migrantes.

¿Se están cumpliendo los derechos humanos de los migrantes?

Nosotros velamos porque se les respeten los derechos a la comunidad migrante que es detenida para ser deportada, porque hemos recibido quejas de que reciben mal trato. También porque ha aumentado el fraude de abogados en temas migratorios, quienes prometen solucionarles el problema, pero sólo les sacan la plata.

¿Cómo protegen a la persona en riesgo de abuso?

Buscamos que los colombianos tengan varios planes, personas que están en situación irregular, pero tienen hijos nacidos acá, deben registrarlos como nacionales en sus consulados porque, en caso de que la persona vaya a ser deportada, hay riesgo de que los tome el servicio social norteamericano. También buscando que hagan sus trámites para obtener la residencia, porque hay ciudadanos que dejaron de hacerlos al llegar.

¿Qué es lo más difícil para un colombiano en Nueva York?

Esta ciudad ha recibido muy bien a los colombianos. No solo para nosotros, sino para cualquier migrante, la mayor preocupación es ser deportado. Las personas del país llegan acá, son emprendedores, pueden iniciar sus negocios y conseguir trabajo.

¿Cuál es la cifra de colombianos en Nueva York?

Tenemos un registro oficial que habla de un poco más de 500.000 colombianos, pero creemos que puede haber más; nunca nadie ha podido tener una cifra exacta. Cuando la gente viene a hacer algún trámite, hacemos el conteo, pero hay personas que no se acercan, por su situación irregular, por eso es difícil de medir. Hay gente que ha dicho que es un millón de colombianos, aunque no creemos que sean tantos, yo pensarría que pueden llegar a ser 800.000.

¿Esa cifra oficial que tienen ha permanecido igual?

No hay cifra exacta porque no hay forma de medirlo, creo que se ha mantenido igual. Hay personas que se han acercado al Consulado a preguntar cómo regresar, pero no tenemos forma de saber a ciencia exacta si regresan o no.