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Pocas veces se le vio a Silvestre Dangond hablando tan desprevenidamente de su pasado. En entrevista con Jorge Pabón, más conocido como “Molusco”, el cantante de Urumita reflexionó e hizo referencia a varios de los momentos más turbulentos de su vida. El cantante vallenato habló de consumo de drogas y alcohol. Excesos que en algún momento pusieron en riesgo su vida en familia, su carrera y su vida.
“Yo jugué mucho con el tema de la droga y no le di importancia. Sentí que la dominé en su momento. Fui más inteligente que la droga. Era pasajera. Y mucha gente me juzgaba. Cuando me decían que estaba drogado, no lo estaba. Me gustaba drogarme después de los conciertos. Después de que saliera del compromiso, comenzaba mi rumba. Yo jugué con ese tema mucas veces. Llegó un momento en el que entré en un conflicto interno. Me despaché muy fuerte y empezó a hacer lo suyo la droga y el alcohol, aunque he tenido más problema con el alcohol que con la droga”.
Según Dangond, el consumo de alcohol llegó a niveles tan altos que solo bebía con la intensión de hacerse daño.
“Llegó un momento en el que me quería hacer daño. Le daba y le daba para que me pasara algo. Me descontrolé, me engordé, tuve momentos de abstinencia que no me dejaba salir de ese infierno. La cagada de esa vaina es la abstinencia. Cuando el cuerpo te pide sin querer, estás jodido. A mí me pasó. Visité un centro de rehabilitación en Uruguay. Y me fue de maravillas, pero volví y caí.
Y cuando me fui a un centro más fuerte. Tomé la decisión. No me voy pal centro (de rehabilitación), pero me voy a cuidar. Esta batalla no la pierdo. Estoy en plena limpieza y llegan los Carnavales de Barranquilla. Fue una prueba difícil”, recuerda el cantante.
En su testimonio, el cantante hizo una reflexión sobre la vida en algunos pueblos de la costa. “A mí (al consumo) me llevó la jodedera y el ocio. Saber qué se siente. En el pueblo en el que yo nací no se hace más nada. He querido tomar la iniciativa para hacer campañas, porque en esos pueblos no se hace nada. No hay centros comerciales, no hay sitios para distraer la mente. No se hace más nada: tome, tome, tome y tome y el trago va ligado con otra vaina y ahí empiezan los demonios a florecer”.
Las parrandas de Dangond no paraban. Empezaban el jueves y terminaban el domingo. Tras un día de descanso retomaba la fiesta.
¿Cómo te sientes hoy? Le pregunta Pabón. “Hoy me siento con más responsabilidad. Mi época de turbulencia hice lo que quise, como quise, con muchas irresponsabilidades. Fui un papá ausente por muchos años de mis dos primeros hijos, por eso mi relación con mis hijos menores es diferente a la que tengo con mis hijos mayores, no es mala, pero le he dedicado más tiempo al hogar hoy en día”.
El cantante, que el pasado 18 de mayo protagonizó un concierto histórico en el estadio El Campín de Bogotá, agregó: “No me arrepiento de eso, para nada, porque si no hubiera vivido eso, no estaría viviendo la mejor etapa de mi vida y la estoy viviendo porque disfruto más el tiempo. No vivo la vida acelerada, con el acelere no disfrutas las cosas valiosas”.