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¿Qué tiene Jimena de ángel?
El apellido.
¿Y de diabla?
Habría que preguntarle a otra persona, porque me siento muy angelical.
¿Cómo es un día azul?
Es feliz, lleno de energía para seguir con todos los proyectos adelante, para levantarse de una estrellada, es el incentivo de seguir adelante.
¿Entre la música y la actuación con cuál se queda?
La música, total.
¿Qué le dejó su paso por la compañía teatral Misi?
Hizo que me diera cuenta desde pequeña de lo que quería hacer por el resto de mi vida: estar en un escenario cantando.
¿La música para qué?
Para todo: para hacer ejercicio, oírla, meditar, comer, bailar.
¿Qué representa para usted la nominación al Grammy?
Un reconocimiento muy gratificante que no me esperaba, un incentivo para seguir trabajando. Me di cuenta de que sí ha valido la pena todo el esfuerzo.
El mejor recuerdo de su época con el grupo Pepa Fresa.
El primer recuerdo de Rock al Parque.
Una desafinada.
Ha habido varias en la vida, no recuerdo una en especial.
Lo mejor de México.
La gente.
¿Y de Colombia?
Su geografía y sitios bonitos.
¿Dónde fue su primera presentación?
En un bar de Blues en Bogotá, tenía 16 años.
Lo más difícil de surgir como cantante en este país.
Es difícil que crean en ti, pero uno debe seguir creyendo en uno mismo a pesar de todo.
¿Qué tiene el rock que no tengan otros géneros?
Es descomplicado y honesto.
¿Al lado de quién le gustaría cantar?
Bjork, Gustavo Cerati, Robi Draco Rosa.
Defina: Sebastian Krys...
Un productor con el que aprendí muchísimo, muy humilde y talentoso.
Juanes...
Mi parcero. Muchas cosas buenas que me han pasado en la vida son gracias a él.
Tony Levin...
Humildad.
Juan Gabriel Turbay...
Mi mejor amigo y un apoyo.
Iván Benavides...
Mi maestro y gran amigo.
Un instrumento que quisiera aprender a tocar.
Bajo.
La canción que le gusta bailar.
Ahora, Walking on a dream, de Empire of The Sun.
La que canta en la ducha.
La que esté componiendo. En la ducha se puede componer bastante.
¿Cuando era niña qué quería ser de grande?
Siempre quise ser cantante y actriz.
Un sueño.
Que Gustavo Cerati me produzca un disco.
Una deuda pendiente.
Con Juanes.
Su debilidad.
Los chocolates.
¿Cuál fue el último libro que leyó?
El curioso incidente de un perro a media noche.
Un momento difícil de su carrera.
Seguir creyendo en mí después de tantas veces que no pasaba nada. Hubo momentos en que perdí el criterio y me bloqueé.
Un placer.
Cantar.
Su inspiración cuando compone.
Lo que me pasa en ese momento.
¿Cómo define su música?
Honesta porque sale del corazón, es como empelotarse.
¿Cómo descubrió que lo suyo era ser artista?
Una vez escuché una canción de Tina Turner en la radio y sentí un vacío adentro, como emoción, y dije: ‘la música es lo mío’.
¿Su comida preferida?
El sushi y la comida Tai.
Un pasatiempo.
Cocinar.
Su película preferida.
Las de Almodóvar y las de Woody Allen.
Lo más sexy que tiene.
La voz.
¿Que le saca la piedra?
La gente impuntual, soy medio psicorrígida.
Una locura.
Haber ido a La isla de los famosos.
La parte de su cuerpo que más le gusta.
El pelo.
¿Y la que más le admiran?
El pelo y la boca.
¿Se haría una cirugía estética?
No me he hecho, pero si eventualmente necesito una seguro que me la haré.
¿Se considera romántica?
Mucho.
Una frustración.
No poder tocar guitarra como yo quiero, pero estoy trabajando en eso, entonces no estoy frustrada 100%.
¿De qué se arrepiente?
De nada, todo lo vivido me hace lo que soy ahora y estoy feliz como soy.
Una maña.
Tomar leche caliente antes de dormir.
Su mayor logro.
La nominación al Grammy.
¿A quién le gustaría invitar a desayunar?
Gustavo Cerati.
¿Lo más cursi que ha hecho?
Algunas canciones que hice cuando estaba muy enamorada.
El trabajo al que no se le mediría.
Cualquiera que me tenga encerrada en una oficina.
¿Qué le hubiera gustado estudiar?
Ingeniería de sonido y producción.