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¿Cuáles son las características que debe tener la poesía para ser catalogada como erótica?
La poesía es un juego de palabras, es una analogía permanente y la búsqueda de imágenes. Creo que la característica podría ser la palabra que describe el erotismo desde un lugar estéticamente bello. En la poesía nada es evidente y todo está detrás de un velo, todo es sugerido.
¿Por qué participa usted en un recital llamado “Lectura de poesía erótica para ser compartida”?
Porque es un evento en el que todas sus características están dadas para la seducción permanente. Siempre hay seducción entre los dos actores en escena y estamos acompañados por instrumentos muy sensuales, como el bandoneón, el saxofón y el contrabajo. En este show todo está otorgado para sensualizar desde el erotismo.
¿Como la convencen para ser parte del espectáculo?
No fue muy difícil convencerme, la verdad. Me resonó la idea porque me fascina la poesía por su sonido. El año pasado estuve en el Teatro Colón porque había ciclos de lectura para niños, en los salones alternos, y yo participé en uno de ellos. Tengo una relación muy especial con la lectura y con las palabras. Es un gran plan. Además, soy actriz. He hecho mucho teatro, pero nunca me he presentado en el Colón.
¿Cómo han sido los ensayos de “Lectura de poesía erótica para ser compartida”?
Han sido jornadas muy exigentes. No ha sido fácil, porque los actores, por lo general, nos aprendemos los textos y los llevamos por dentro y viajamos a partir del texto. En este caso, es lectura y al mismo tiempo armar la coreografía sobre el escenario. Tal vez sería más fácil aprenderse las poesías, pero aquí nos toca estar en juego con los tres músicos.
Como actriz se apropia de textos en prosa, ¿cómo sucede ese proceso con poesía?
Cuando estoy sobre el escenario leyendo la poesía para el público soy un personaje. La idea de que seamos dos actores es que generemos sensualidad y en ese sentido se logra es porque estamos interpretando personajes. Creo que la forma en que me he apropiado de la poesía es con la relectura y con la interiorización de cada imagen que me genera.
¿Cómo se hizo la curaduría de los poemas?
El responsable de esa parte fue Juan Gustavo Cobo. Son varios autores latinoamericanos y otros muy universales como Shakespeare.
¿En la poesía erótica se siente cuándo está escrita desde un hombre para una mujer y viceversa?
Creo que se siente. La mayoría de las que me toca leer a mí fue escrita por mujeres para hombres. Sin embargo, hay poemas que no tienen género y son universales.
¿Por qué tiene tan buena voz?
La descubrí cuando empecé a hacer teatro profesional. Lo que pasa es que una de mis cuerdas tiene una deformación y de ahí viene el tono particular. A mí se me puede ir la voz por puro desconocimiento de mi propio cuerpo.
Además de los actores, en escena están los músicos Antonio Arnedo (saxofón), Giovanni Parra (Bandoneón) y Enrique “Kike” Harker (contrabajo), ¿cuál es el aporte de ellos?
Cada instrumento aporta algo distinto en el montaje, pero puedo decir que los tres me producen melancolía. Para mí todos son sinónimos de ruptura, de desgarro.
¿Qué le debe usted al teatro?
En el teatro hay mucho espacio para la exploración del actor y la relación con el público es magnífica. El teatro me ha dejado mucha generosidad, porque es un trabajo enteramente en equipo. En las tablas he tenido un aprendizaje constante.