‘Tengo malicia indígena’: María Cecilia Donado
La Alta Consejera para el Bicentenario dice que le gustaría tener la valentía de Policarpa Salavarrieta.
El Espectador
¿Cómo llegó a la Alta Consejería del Bicentenario?
Luego de ser viceministra de cultura, el Presidente consideró que yo reunía las facultades propias para estar al frente de esta conmemoración.
¿Qué le responde a los que dicen que no hay mucho que celebrar?
Hay mucho por celebrar y mucho por hacer. Esta conmemoración es una oportunidad para reflexionar acerca de nuestra historia y también para planear nuestro futuro.
¿Qué tan independiente es hoy Colombia?
Somos independientes en muchas cosas. Hay libertad de expresión y prensa, eso ha sido una de las características de este gobierno. Hay libertad de cultos, cada vez somos menos racistas, somos un país diverso y multicultural y esa diversidad nos hace más libres.
¿Qué va a hacer el 20 de julio?
Trabajar, trabajar y trabajar.
¿Qué actividades se tienen planeadas para celebrar el Bicentenario?
Desfiles militares en todo el país. Queremos que sea la oportunidad para homenajear a la fuerza pública.
Un héroe contemporáneo en Colombia.
Nuestros soldados y policías de la Patria.
¿En qué se quedaron cortos en la celebración?
En publicaciones.
La mayor responsabilidad al estar al frente de esta celebración.
Llegar a todos los colombianos y generar orgullo patrio a través de un reencuentro con la historia.
¿Qué tiene de mestiza?
Tengo malicia indígena y el oído musical de los afrodescendientes.
¿Qué tiene de española?
El donaire de las españolas.
¿Qué cree que hay en la urna del Bicentenario?
Recuerdos, anécdotas, vestuarios, elementos que utilizaron en esa época.
¿Qué mensaje dejaría para la próxima urna?
El Bicentenario tuvo a la independencia como su corazón, a Colombia como su centro y al mundo como espectador.
El lugar que todo colombiano debería conocer.
Barranquilla y su carnaval.
Lo más colombiano que tiene María Cecilia Donado.
El corazón y la pasión por el país.
¿De qué nos liberó Bolívar?
De la esclavitud, de la dependencia del yugo español.
¿Qué le envidia a Manuelita Sáenz?
No la envidio, la admiro, pero me hubiera gustado compartir con un hombre tan maravilloso como Bolívar.
¿Qué le hubiera cambiado a Policarpa Salavarrieta?
Nada, me parece una mujer valiente, de la cual tenemos que aprender muchísimo las mujeres colombianas, que algunas veces somos tan cobardes.
¿Qué heroína de la Independencia le hubiera gustado ser?
Me hubiera gustado tener el patriotismo de Mercedes Abrego, la belleza de Bernardina Ibáñez y la valentía de Policarpa Salavarrieta.
¿Con cuál prócer de la Independencia hubiese salido?
Con Santander, porque Bolívar era muy mujeriego.
¿De qué se tendrían que liberar los colombianos?
De la falta de tolerancia, de los prejuicios raciales y de la cobardía. Hay que ser cada vez más valientes.
¿Cómo se imagina a Bolívar?
Como un encantador de serpientes.
Como administradora de empresas, ¿siempre tiene las cuentas claras?
Por supuesto. Me gustan las cuentas claras y el chocolate espeso.
¿Después del Bicentenario, a qué se va a dedicar?
No sé, lo único que tengo claro es que seguiré trabajando por mi país desde el lugar en el que me encuentre.
¿Por qué crear un himno del Bicentenario?
A mí me encanta la música, considero que es vida y que nos acerca más. Por eso consideré que teníamos que tener una canción del Bicentenario que nos uniera a los colombianos, que nos generara orgullo patrio y que nos erizara la piel cuando la escucháramos, creo que esto es lo que nos ha generado esta canción.
¿Para qué volver al pasado?
Para no repetir los errores del pasado.
¿Qué es lo más complicado a la hora de preparar una fiesta?
Para mí esto no es una fiesta, es una conmemoración. Conmemorar significa celebrar juntos. Es complicado armar una conmemoración de esta talla porque uno quiere ser incluyente y me hubiera encantado que fuera de todos y para todos los colombianos. Hemos hecho mucho pero todavía falta por hacer.
¿Qué le faltó hacer como viceministra de cultura?
Muchísimo. Sólo estuve dos años, me hubiera encantado estar muchos años más, hay mucho por hacer por la cultura de este país. Tenemos más de mil manifestaciones culturales y me hubiera encantado poder asistir a más manifestaciones.
¿Cómo le fue como reina del carnaval de Barranquilla?
Mejor no se puede.
¿Qué hace la reina del carnaval de Barranquilla?
Ser una vocera nacional e internacional de la manifestación folclórico cultural más importante de este país. La reina hace una gestión social con todos los grupos folclóricos de la ciudad, es el ídolo de los barranquilleros. La reina del carnaval tiene que tener mucho sentido social.
¿Qué tan fácil es ser gestora cultural en Colombia?
No es fácil pero es un reto interesante. Cada vez más la empresa privada se está vinculando a las actividades culturales del país pero se requiere de mucho tesón, paciencia y de mucho trabajo.
Un rasgo que identifique a los colombianos.
Somos cálidos, creativos e innovadores, también muy recursivos.
¿Cómo sería Colombia si no se hubiese independizado?
Dependiente. No tendría identidad ni orgullo patrio. Estos últimos años se ha hecho mucho por eso y con las operaciones militares se genera mayor sentido de pertenencia.
¿Qué pensaría Simón Bolívar al ver las naciones liberadas enfrentadas?
Sentiría mucho dolor. Creo que nunca quiso eso, pero creo que esto va a pasar pronto.
¿Cómo llegó a la Alta Consejería del Bicentenario?
Luego de ser viceministra de cultura, el Presidente consideró que yo reunía las facultades propias para estar al frente de esta conmemoración.
¿Qué le responde a los que dicen que no hay mucho que celebrar?
Hay mucho por celebrar y mucho por hacer. Esta conmemoración es una oportunidad para reflexionar acerca de nuestra historia y también para planear nuestro futuro.
¿Qué tan independiente es hoy Colombia?
Somos independientes en muchas cosas. Hay libertad de expresión y prensa, eso ha sido una de las características de este gobierno. Hay libertad de cultos, cada vez somos menos racistas, somos un país diverso y multicultural y esa diversidad nos hace más libres.
¿Qué va a hacer el 20 de julio?
Trabajar, trabajar y trabajar.
¿Qué actividades se tienen planeadas para celebrar el Bicentenario?
Desfiles militares en todo el país. Queremos que sea la oportunidad para homenajear a la fuerza pública.
Un héroe contemporáneo en Colombia.
Nuestros soldados y policías de la Patria.
¿En qué se quedaron cortos en la celebración?
En publicaciones.
La mayor responsabilidad al estar al frente de esta celebración.
Llegar a todos los colombianos y generar orgullo patrio a través de un reencuentro con la historia.
¿Qué tiene de mestiza?
Tengo malicia indígena y el oído musical de los afrodescendientes.
¿Qué tiene de española?
El donaire de las españolas.
¿Qué cree que hay en la urna del Bicentenario?
Recuerdos, anécdotas, vestuarios, elementos que utilizaron en esa época.
¿Qué mensaje dejaría para la próxima urna?
El Bicentenario tuvo a la independencia como su corazón, a Colombia como su centro y al mundo como espectador.
El lugar que todo colombiano debería conocer.
Barranquilla y su carnaval.
Lo más colombiano que tiene María Cecilia Donado.
El corazón y la pasión por el país.
¿De qué nos liberó Bolívar?
De la esclavitud, de la dependencia del yugo español.
¿Qué le envidia a Manuelita Sáenz?
No la envidio, la admiro, pero me hubiera gustado compartir con un hombre tan maravilloso como Bolívar.
¿Qué le hubiera cambiado a Policarpa Salavarrieta?
Nada, me parece una mujer valiente, de la cual tenemos que aprender muchísimo las mujeres colombianas, que algunas veces somos tan cobardes.
¿Qué heroína de la Independencia le hubiera gustado ser?
Me hubiera gustado tener el patriotismo de Mercedes Abrego, la belleza de Bernardina Ibáñez y la valentía de Policarpa Salavarrieta.
¿Con cuál prócer de la Independencia hubiese salido?
Con Santander, porque Bolívar era muy mujeriego.
¿De qué se tendrían que liberar los colombianos?
De la falta de tolerancia, de los prejuicios raciales y de la cobardía. Hay que ser cada vez más valientes.
¿Cómo se imagina a Bolívar?
Como un encantador de serpientes.
Como administradora de empresas, ¿siempre tiene las cuentas claras?
Por supuesto. Me gustan las cuentas claras y el chocolate espeso.
¿Después del Bicentenario, a qué se va a dedicar?
No sé, lo único que tengo claro es que seguiré trabajando por mi país desde el lugar en el que me encuentre.
¿Por qué crear un himno del Bicentenario?
A mí me encanta la música, considero que es vida y que nos acerca más. Por eso consideré que teníamos que tener una canción del Bicentenario que nos uniera a los colombianos, que nos generara orgullo patrio y que nos erizara la piel cuando la escucháramos, creo que esto es lo que nos ha generado esta canción.
¿Para qué volver al pasado?
Para no repetir los errores del pasado.
¿Qué es lo más complicado a la hora de preparar una fiesta?
Para mí esto no es una fiesta, es una conmemoración. Conmemorar significa celebrar juntos. Es complicado armar una conmemoración de esta talla porque uno quiere ser incluyente y me hubiera encantado que fuera de todos y para todos los colombianos. Hemos hecho mucho pero todavía falta por hacer.
¿Qué le faltó hacer como viceministra de cultura?
Muchísimo. Sólo estuve dos años, me hubiera encantado estar muchos años más, hay mucho por hacer por la cultura de este país. Tenemos más de mil manifestaciones culturales y me hubiera encantado poder asistir a más manifestaciones.
¿Cómo le fue como reina del carnaval de Barranquilla?
Mejor no se puede.
¿Qué hace la reina del carnaval de Barranquilla?
Ser una vocera nacional e internacional de la manifestación folclórico cultural más importante de este país. La reina hace una gestión social con todos los grupos folclóricos de la ciudad, es el ídolo de los barranquilleros. La reina del carnaval tiene que tener mucho sentido social.
¿Qué tan fácil es ser gestora cultural en Colombia?
No es fácil pero es un reto interesante. Cada vez más la empresa privada se está vinculando a las actividades culturales del país pero se requiere de mucho tesón, paciencia y de mucho trabajo.
Un rasgo que identifique a los colombianos.
Somos cálidos, creativos e innovadores, también muy recursivos.
¿Cómo sería Colombia si no se hubiese independizado?
Dependiente. No tendría identidad ni orgullo patrio. Estos últimos años se ha hecho mucho por eso y con las operaciones militares se genera mayor sentido de pertenencia.
¿Qué pensaría Simón Bolívar al ver las naciones liberadas enfrentadas?
Sentiría mucho dolor. Creo que nunca quiso eso, pero creo que esto va a pasar pronto.