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“Lo conocía muy bien antes de que me atacara”. Con esas palabras la estrella de Hollywood Uma Thurman comenzó a describir un episodio de su vida del que se tenían sospechas, y que hoy ella misma confirma a través de la columnista del New York Times Maureen Dowd: que Harvey Weinstein, el otrora súper poderoso productor de Hollywood, trató de abusar de la protagonista de dos de sus éxitos de producción, Kill Bill y Pulp Fiction.
“Yo no me sentí en peligro. Creí que era su idiosincrasia, como el tío raro y excéntrico”, dijo Thurman que pensó luego de que, mientras discutía con Weinstein un guión, él se quitó la bata. El hombre le dijo que la siguiera y caminaron hasta un sauna. Ella, al verse vestida con un traje de cuero en ese lugar, calificó la situación de “ridícula” y se fue.
Más tarde, en la habitación de Weinstein en el lujoso Hotel Savoy de Londres, tuvo lugar el primer ataque. “Fue un batazo en la cabeza”, describió la actriz. “Me tiró hacia el piso, trató de desnudarse, hizo muchas cosas desagradables (…) yo trataba de hacer lo que fuera para que las cosas volvieran a la normalidad, a mi normalidad, no la de él”.
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Al día siguiente, Weinstein le envió “un vulgar ramo de rosas” a la casa de la amiga donde se hospedaba Thurman, en el sector londinense de Fulham. Las flores iban acompañadas de un escueto mensaje: “Tienes muy buenos instintos”. Thurman quiso confrontarlo y lo citó en el Hotel Savoy, fue acompañada por su amiga. Pero las asistentes de Weinstein, a quienes describe como las encargadas de hacer que las actrices cayeran en la telaraña, la convencieron de volver a subir a la habitación de Weinstein.
Al encontrarse otra vez frente a su agresor, Thurman le habría advertido: “Si me haces lo que le has hecho a otra gente perderás tu carrera, tu reputación y tu familia, te lo juro”. Un representante de Weinstein, quien se encuentra en rehabilitación en un centro en Arizona, le dijo al New York Times que era muy probable que esa conversación hubiera ocurrido.
A través de otro vocero, Weinstein le dijo al Times que él recordaba esos episodios de otra manera, que ellos tenían una relación laboral y de flirteo. “El señor Weinstein admite que se sobrepasó con la señora Thurman en Inglaterra tras malinterpretar sus señales. Inmediatamente se disculpó”, expresó el vocero al diario estadounidense.
Al final, Thurman hace otra revelación: que ella le contó de los incidentes con Weinstein al director Quentin Tarantino justo antes de que se empezara a rodar Kill Bill, de la cual Weinstein también fue productor. “Pobre Weinstein, tratando de llegar a las chicas que no puede tener”, le habría respondido Tarantino, con quien Thurman tampoco ocultó su enojo.
(Lea el artículo completo de The New York Times aquí, en su versión en inglés)