Werner Zitzmann y la nueva era de los medios
El director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI) analiza los grandes retos del periodismo en la actualidad y enfatiza en la importancia de las nuevas alianzas con los grandes motores de búsqueda.
¿Cómo fue la transformación a lo que hoy conocemos como la Asociación Colombiana de Medios de Información?
En la época de los años 60, los patriarcas de la prensa vieron la necesidad de compartir buenas prácticas y unir esfuerzos para organizar lo que ya era un mercado. Los periódicos no nacieron como un negocio, sino más bien como movimientos filosóficos, políticos, intelectuales, etc... y alrededor de esto decidieron formarse y armar un gremio de industria para hacer periodismo. Así nació, cuando los periódicos eran la gallinita de los huevos de oro, y así fue durante muchos años. Ya en el siglo XXI seguir hablando de un gremio únicamente de periódicos no tiene mucho sentido, porque los periódicos ahora solamente son uno de los canales de distribución del periodismo. que se difunde a través de la radio, la televisión e internet, y esa evolución correspondió a la necesidad de reconocer que ese gremio decano del periodismo profesional no podía seguir siendo exclusivo de periódicos, sino que tenía que ser mucho más diverso.
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¿Cuáles son los desafíos más grandes del periodismo en la actualidad?
Creo que el reto más grande está en el tema de la comunicación con nuestras audiencias, el cómo poder transmitir los mensajes, cómo llegar al corazón y al interés de audiencias tan disímiles. Antes las generaciones eran claras: niños, jóvenes y adultos... hoy en día uno ve que los niños desde que tienen dos años empiezan, no solamente a ser conscientes, sino también son activos en el mundo de consumo de contenido e información. Ahora una cosa son los jóvenes, otra cosa son los jóvenes de los veinte a los treinta, y otra muy distinta de los treinta a los cuarenta, “millennials”, “centennials”, etc. Ahora cada quién tiene múltiples intereses, cada vez hay más acceso a la información y al conocimiento, y eso plantea un reto enorme para la comunicación y el periodismo en general: cómo ser creíble para semejante diversidad de audiencias en constante evolución.
¿Qué consecuencias trae la tecnología para el desarrollo del periodismo y la estabilidad de los medios de comunicación?
Hay una pregunta triste que nos tiene con mucha incertidumbre y es “¿cómo nos sostenemos?”, porque pasamos de ser un negocio altamente rentable durante mucho tiempo, a uno que nos está costando muchísimo trabajo poder monetizar. Nuestra profesión es cada vez más compleja y retadora... la tecnología cuesta y la experimentación también, teniendo en cuenta que la edición impresa de los periódicos es un lujo que vale un montón de plata, y hoy en día el ingreso que venía de la publicidad, que era el que realmente costeaba todo, se ha ido desplazando a otras plataformas. Ahí tenemos el reto de la sostenibilidad, al que todavía no le hemos pegado, pero estamos en eso.
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¿Piensa que los grandes motores de búsqueda como Google y Facebook pueden convertirse en aliados de los medios de comunicación?
Las plataformas tecnológicas son grandes potencias, son ecosistemas de alcance universal, y dentro de ellos ocurren millones de cosas. Eso significa que ellos, más allá de ser una amenaza o aliados, son una realidad, y los medios tenemos dos opciones: escoger no estar ahí por las razones que sea o aprovechar estos ecosistemas y verlos como una oportunidad. Eso sí, estas plataformas son una realidad privada comercial, por ese lado claro que son competidores y están en el mundo para hacer dinero. Son tan competitivos que se nos llevaron la publicidad en el mundo entero. Esa es una realidad que no podemos dejar de reconocer. Por otro lado, tienen una cantidad enorme de conocimiento y tecnología que los medios debemos aprender a aprovechar.
¿De qué manera podrían los medios recuperar los ingresos de la publicidad que se fueron hacia los motores de búsqueda?
Creo que se debe empezar a generar una relación de fidelidad con el usuario digital para que pague por el contenido. Desde hace tiempo he dicho que esto no es nuevo, pues cuando tú te suscribías a un periódico se convertía en un hábito recibirlo en la puerta de tu casa, era parte del ADN familiar, y no era solo un pago por el servicio de mensajería, sino también por el contenido. Antes había una relación de credibilidad y confianza con los que estaban detrás del medio, porque el contenido que se encontraba allí era indispensable para la vida diaria de las personas, y pagaban por eso. Esa cultura de pagar por algo que valora el consumidor porque es indispensable para su vida es algo que hoy por hoy se debe mantener, y a través del tema digital se tiene que masificar.
¿Cuál considera que ha sido el legado de la AMI en estos sesenta años?
Lo que quiero hacer con todo el tema de los sesenta años de la asociación es recordarles a los jóvenes periodistas que están afiliados a ella, que existe para tener estas conversaciones y colaborarnos alrededor de un tanque de pensamiento que nos ayude a descifrar la manera de mantenernos vigentes. y que algún día podamos volver a darnos duro en términos de competencia comercial. Ahorita que estamos por el suelo lo mejor que podemos hacer es colaborarnos mutuamente, para ver cómo protegemos nuestra industria y de qué manera la volvemos competitiva. El hecho de que podamos estar teniendo una conversación como esta es la mejor muestra de ese legado.
¿Cómo fue la transformación a lo que hoy conocemos como la Asociación Colombiana de Medios de Información?
En la época de los años 60, los patriarcas de la prensa vieron la necesidad de compartir buenas prácticas y unir esfuerzos para organizar lo que ya era un mercado. Los periódicos no nacieron como un negocio, sino más bien como movimientos filosóficos, políticos, intelectuales, etc... y alrededor de esto decidieron formarse y armar un gremio de industria para hacer periodismo. Así nació, cuando los periódicos eran la gallinita de los huevos de oro, y así fue durante muchos años. Ya en el siglo XXI seguir hablando de un gremio únicamente de periódicos no tiene mucho sentido, porque los periódicos ahora solamente son uno de los canales de distribución del periodismo. que se difunde a través de la radio, la televisión e internet, y esa evolución correspondió a la necesidad de reconocer que ese gremio decano del periodismo profesional no podía seguir siendo exclusivo de periódicos, sino que tenía que ser mucho más diverso.
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¿Cuáles son los desafíos más grandes del periodismo en la actualidad?
Creo que el reto más grande está en el tema de la comunicación con nuestras audiencias, el cómo poder transmitir los mensajes, cómo llegar al corazón y al interés de audiencias tan disímiles. Antes las generaciones eran claras: niños, jóvenes y adultos... hoy en día uno ve que los niños desde que tienen dos años empiezan, no solamente a ser conscientes, sino también son activos en el mundo de consumo de contenido e información. Ahora una cosa son los jóvenes, otra cosa son los jóvenes de los veinte a los treinta, y otra muy distinta de los treinta a los cuarenta, “millennials”, “centennials”, etc. Ahora cada quién tiene múltiples intereses, cada vez hay más acceso a la información y al conocimiento, y eso plantea un reto enorme para la comunicación y el periodismo en general: cómo ser creíble para semejante diversidad de audiencias en constante evolución.
¿Qué consecuencias trae la tecnología para el desarrollo del periodismo y la estabilidad de los medios de comunicación?
Hay una pregunta triste que nos tiene con mucha incertidumbre y es “¿cómo nos sostenemos?”, porque pasamos de ser un negocio altamente rentable durante mucho tiempo, a uno que nos está costando muchísimo trabajo poder monetizar. Nuestra profesión es cada vez más compleja y retadora... la tecnología cuesta y la experimentación también, teniendo en cuenta que la edición impresa de los periódicos es un lujo que vale un montón de plata, y hoy en día el ingreso que venía de la publicidad, que era el que realmente costeaba todo, se ha ido desplazando a otras plataformas. Ahí tenemos el reto de la sostenibilidad, al que todavía no le hemos pegado, pero estamos en eso.
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¿Piensa que los grandes motores de búsqueda como Google y Facebook pueden convertirse en aliados de los medios de comunicación?
Las plataformas tecnológicas son grandes potencias, son ecosistemas de alcance universal, y dentro de ellos ocurren millones de cosas. Eso significa que ellos, más allá de ser una amenaza o aliados, son una realidad, y los medios tenemos dos opciones: escoger no estar ahí por las razones que sea o aprovechar estos ecosistemas y verlos como una oportunidad. Eso sí, estas plataformas son una realidad privada comercial, por ese lado claro que son competidores y están en el mundo para hacer dinero. Son tan competitivos que se nos llevaron la publicidad en el mundo entero. Esa es una realidad que no podemos dejar de reconocer. Por otro lado, tienen una cantidad enorme de conocimiento y tecnología que los medios debemos aprender a aprovechar.
¿De qué manera podrían los medios recuperar los ingresos de la publicidad que se fueron hacia los motores de búsqueda?
Creo que se debe empezar a generar una relación de fidelidad con el usuario digital para que pague por el contenido. Desde hace tiempo he dicho que esto no es nuevo, pues cuando tú te suscribías a un periódico se convertía en un hábito recibirlo en la puerta de tu casa, era parte del ADN familiar, y no era solo un pago por el servicio de mensajería, sino también por el contenido. Antes había una relación de credibilidad y confianza con los que estaban detrás del medio, porque el contenido que se encontraba allí era indispensable para la vida diaria de las personas, y pagaban por eso. Esa cultura de pagar por algo que valora el consumidor porque es indispensable para su vida es algo que hoy por hoy se debe mantener, y a través del tema digital se tiene que masificar.
¿Cuál considera que ha sido el legado de la AMI en estos sesenta años?
Lo que quiero hacer con todo el tema de los sesenta años de la asociación es recordarles a los jóvenes periodistas que están afiliados a ella, que existe para tener estas conversaciones y colaborarnos alrededor de un tanque de pensamiento que nos ayude a descifrar la manera de mantenernos vigentes. y que algún día podamos volver a darnos duro en términos de competencia comercial. Ahorita que estamos por el suelo lo mejor que podemos hacer es colaborarnos mutuamente, para ver cómo protegemos nuestra industria y de qué manera la volvemos competitiva. El hecho de que podamos estar teniendo una conversación como esta es la mejor muestra de ese legado.