El “youtuber” que prueba croissants durante las protestas en París

Su video más reciente, en el que prueba unos croissants en medio de las protestas en París contra la reforma a las pensiones, se volvió viral en poco tiempo, con más de 6 millones de visitas. Su nombre es Luis Sal, tiene 25 años y no solo es uno de los youtubers más seguidos en Italia (con casi 4 millones de seguidores en las redes sociales), sino que es sin duda el más original en cuanto a ideas y perspectiva en su propuesta. (Recomendamos: Lea la entrevista de Aldo Civico al youtuber PaisaVlogs).

Su video más reciente, en el que prueba unos croissants en medio de las protestas en París contra la reforma a las pensiones, se volvió viral en poco tiempo, con más de 6 millones de visitas. Su nombre es Luis Sal, tiene 25 años y no solo es uno de los youtubers más seguidos en Italia (con casi 4 millones de seguidores en las redes sociales), sino que es sin duda el más original en cuanto a ideas y perspectiva en su propuesta. (Recomendamos: Lea la entrevista de Aldo Civico al youtuber PaisaVlogs).

De hecho, no es un youtuber convencional. Ni siquiera es exacto definirlo como tal, ya que intencionalmente rompe con los códigos tradicionales utilizados por sus colegas en la plataforma. Más bien Luis Sal es un artista que, con sus videos e ironía, inspira a no conformarnos. Invita a experimentar caminos de vida alternativos, insta a salir de nuestra zona de confort y a crear nuestra vida al margen de las modas, las tendencias y lo ya visto. Lo hace de una forma ligera, entretenida e irónica, pero no menos profunda. Como cuando intenta cocinar espaguetis a la carbonara utilizando únicamente sus pies o, precisamente, degustando los mejores croissants parisinos en medio de manifestaciones sociales, explosiones de bombas de papel y gases lacrimógenos. Casi como para reafirmar que es en las paradojas de nuestra existencia y de la vida donde podemos crear nuestra vida, saborearla, sentirnos vivos y luego reírnos de nosotros mismos para no tomarnos demasiado en serio.

Encontré a Luis Sal en Bolonia, la ciudad donde nació de madre italiana y padre argentino, y donde todavía reside. Nos sentamos en un café no muy lejos de la Torre degli Asinelli para hablar sobre su proceso creativo y su perspectiva de vida, en una de las pocas entrevistas que concede.

Comencemos con su último video que se ha convertido en una sensación mundial. ¿Cómo surgió la idea de combinar la degustación de croissants con las protestas en París?

Después de años hablando de mí mismo, decidí hablar de algo que me trascendiera. Cuando empecé a hacer videos, hace más de 10 años, filmé las manifestaciones en Bolonia con la esperanza de que a alguien le pudiera interesar. Las manifestaciones fueron mi manera de experimentar con el video y darle sentido. De hecho, interesaron a los centros sociales que usaron mis videos como propaganda. Así que quise ir a París para recoger algunos testimonios de esta revuelta popular francesa.

¿Y cómo surgió la idea de combinarlas con la degustación de croissants?

Mientras viajaba, pensé: “Pero en París están los mejores periodistas del mundo, hay muchos fotógrafos, todos vestidos de ‘Prensa’. Pero, ¿cómo puedo competir con esto? No puedo hacer un buen informe y arrojar luz sobre lo que está pasando si no me distingo de alguna manera. Y así se me salió mi personaje Luis, que imita al youtuber. Entonces pensé: tomemos un tema que se vería bien en París, algo inocente como un “Top 5 de los mejores croissants” y hagámoslo dentro de los disturbios. Así que hay un claro contraste, y me hace reír mucho ver esta unión de las dos cosas.

En efecto, es un collage arriesgado, con una cualidad surrealista, donde la vida cotidiana normal se yuxtapone con el estado de emergencia permanente en el que vivimos.

En París, las manifestaciones estaban tan solo a dos kilómetros de donde probaba croissants. Cuando filmé las escenas en la cola frente a Cedric Grolet, que es una tienda de croissants de lujo, donde hasta gastas unos 100 euros para comer pasteles, mientras filmaba pasó una procesión de manifestantes que acababan de asaltar la sede de un grupo de inversores estadounidenses. Se podía escuchar la explosión de bombas de papel. Pero también había cola frente a la pastelería de lujo. Los que luchan contra los ricos y los mismos ricos a pocos metros uno del otro, al mismo tiempo. Aquí, esta es una forma de contar las noticias que muchas veces no se hace. Es más real y más fuerte de esa manera.

¿Qué significa hacer un video con una idea poderosa?

Cuando hago un video con una idea sólida y definida, es como si esta ya existiera y yo solo la estuviera llevando a cabo. La idea guía todo el proceso y me permite crear el video tal y como debe ser, sin detenerme demasiado en la edición. En cambio, cuando la idea es débil, me cuesta mucho más tiempo y esfuerzo editar el video, porque la idea no está clara. En resumen, la idea es lo que me guía en la creación de un video.

¿Cómo sabe que una idea es sólida?

No puedo dejar de hacerla. Tuve el impulso de ir a París y dije: “Esto debe ser contado”. Sentí que este espíritu francés debía ser narrado. Y luego, cuando agregué el toque del croissant, todo fue suave como la seda. Después de París fui directamente a Italia, y casi no podía comer mientras lo editaba. Era como ver una serie que te atrapa. Estos videos fuertes son probablemente más fieles a la idea original.

¿Qué criterios utiliza para determinar si un video radica en una idea poderosa?

Siento el poder de la idea incluso antes de empezar a realizar el video. Para mí un video tiene una idea sólida si cumple con ciertos estándares, como tener elementos que lo hagan interesante y divertido a lo largo del tiempo. En este video de París estaban todos los elementos correctos, como la ironía, la parodia del youtuber, el lujo que contrasta con la crónica actual. Mis videos deben poder ser vistos y disfrutados años después de su creación, como si hubieran sido realizados recién ayer. Por eso, si un video cumple con estos estándares, para mí significa que es parte de una idea poderosa.

¿De dónde viene la actitud de querer crear algo original y fuera de lo convencional, incluso con respecto a sus colegas en Youtube?

Simplemente sigo mi propio camino y no me dejo influenciar por lo que hacen los demás. Cuando empecé a hacer videos en Youtube, hace 10 años, noté que muchos creadores italianos hacían lo mismo y me dije a mí mismo: “Quiero hacer lo que quiero hacer, no lo que hacen los demás”. Así es como creé mi propio estilo, sin dejarme limitar por el algoritmo de Youtube ni por las convenciones del mercado. Esta actitud también se refleja en mi vida personal, como cuando decidí empezar a hacer ejercicio y mejorar mi forma física, aunque nadie de mi familia lo hacía. Para mí lo importante es ser fiel a mí mismo y hacer lo que realmente quiero hacer.

Aún adolescente se fue a estudiar a Estados Unidos durante un año, ¿qué fue lo importante de esta experiencia?

Lejos de mi familia me sentía independiente. Obtuve mi licencia de conducir, viví mi vida y aprendí a valerme por mí mismo. Después de eso decidí regresar a Italia y empezar a trabajar. Quería ser independiente e ir a vivir solo. Comencé trabajando en un bar, primero ayudando a mi mamá con el dinero y luego mudándome cuando tenía 19 años para irme a vivir solo. En todo este proceso me escribí a mí mismo, me di fuerzas estableciendo reglas, dictados y diciéndome cómo se deben hacer ciertas cosas. Mi vida sigue estando basada en estos pilares y no son cosas con las que mi familia esté de acuerdo, todo lo contrario. Hoy he coleccionado estos principios en mi libro Luismo.

¿Cuál es tu motivación más profunda al hacer videos?

Recientemente, he llegado a la conclusión de que no quiero hacer algo único, porque es imposible. En cambio, quiero hacer algo que sea difícil de replicar. Este ha sido siempre mi impulso. He dicho en el pasado que quería hacer algo que pudiera contar en un bar, a mis amigos o a mis nietos. Es decir, hacer hazañas tan absurdas que no solo el video sea impresionante, sino que el mero relato de la experiencia haga que quieras ver el video. Como cuando anduve en patineta de Bolonia a Florencia. Si lo cuentas, la gente dice: “Pero no es verdad”. Así que mira el video si no lo crees. Todos mis videos los realizo como si fueran fáciles, pero detrás hay una planificación cuidadosa. La aventura en sí es exigente en términos de logística, filmación, audio, etc. Pero el resultado es tan simple que el espectador piensa: “Yo también podría hacerlo”. Pero todavía no he visto a nadie replicar mis videos. Por eso digo “difícil de replicar”.

Entonces, ¿cómo defines la creatividad?

Para mí, la creatividad es más una acción que una ideación. Todos tenemos ideas y somos creativos, pero la idea que se ejecuta con éxito es la que cuenta. Los períodos más creativos que he tenido son aquellos en los que he estado ocupado haciendo cosas, donde tal vez me he obligado a hacer tres videos a la semana. Tenía poco tiempo para pensar, lo que me obligó a actuar y siempre tenía mejores ideas. Así que cuanto más creaba, más ideas surgían. La creatividad es un círculo virtuoso. Se necesita un poco de inconsciencia, porque nunca serás perfecto.

¿Cuál es la emoción que sientes cuando un video está listo para ser publicado?

Es una emoción eufórica, porque no puedo esperar a que se publique. Me siento exultante e ilusionado como si fuera el primer vídeo. Si no siento ese entusiasmo, no lo hago ni lo publico.

En tus videos también hay mucha ironía.

Sí, es importante para mí. Mi familia me lo enseñó. Crecí en un entorno en el que si te tomabas en serio, se burlaban de ti. En mi opinión, es algo fundamental, incluso para restar poder a muchas cosas. La broma en conjunto es esencial, incluso cuando se trata de la muerte.

Por cierto, hablas a menudo de la muerte. En tu libro escribes que si uno no piensa en la muerte, no vive de manera consciente. ¿Podrías hablarnos un poco más sobre esto?

Mi madre siempre me ha dado una gran lucidez sobre la vida y la muerte, aunque muchos no la evitan. Sin embargo, cuando uno se enfrenta a la muerte y ve que es una realidad, se da cuenta de los fugaces, frágiles y mortales que somos. Para mí, esto produce una sensación increíble de la vida, no sé por qué. Me dan ganas de hacer todo lo que puedo, porque de todos modos vamos a morir, ¿me entiendes? No pasa un día en el que no piense que me voy a morir. O al menos, si no lo pienso, no tengo un gran día, no lo aprovecho bien. Creo que es fundamental darse cuenta de esto.