Luz Marina Zuluaga: memorias de una beldad que permanece
En su casa, en Manizales, recordó con El Espectador los emotivos momentos de su elección y coronación en el certamen internacional.
Lina María Gómez González
“Bien derechita y bien simpática”, fueron las palabras que Margarita Zuluaga de Zuluaga le dio a su hija antes de partir a Long Beach a representar a Colombia en el certamen de Miss Universo.
El próximo 27 de julio se cumplirán 50 años desde que Luz Marina Zuluaga llegó a esa ciudad en Estados Unidos, escéptica de que pudiera ser elegida como la mujer más bella del universo. Con voz pausada y sentada en la sala de su apartamento en un exclusivo sector de Manizales, Luz Marina recuerda cada momento previo a su coronación como Miss Universo 1958–1959.
Luz Marina Zuluaga había sido elegida virreina nacional de la belleza en Cartagena el año anterior. Sin embargo, Doris Gil Santamaría, la reina, le cedió su título al no llegar a acuerdo alguno con la firma que llevaría por primera vez a este certamen internacional a la representante colombiana.
“Tenía la ilusión de ir, era joven y quería formar parte de ese concurso, pues siempre había sido muy amante de los certámenes de belleza. Sin embargo, me daba susto, porque si en Cartagena no obtuve la corona siendo sólo 14 candidatas, pensé que menos lo haría en un concurso internacional donde van niñas tan preparadas y éramos 80 las aspirantes”, recuerda la única mujer que ha traído a Colombia el galardón de Miss Universo.
A pesar de su escepticismo, pero segura de que tendría una participación destacada, Luz Marina partió hacia Long Beach el sábado 12 de julio de 1958 acompañada de su madre y una pequeña comitiva. Mirando un gran libro donde conserva los recortes de periódico que registraron su triunfo, Luz Marina comenta que en aquella época la preparación era menos exhaustiva. No existía la rutina del gimnasio, el manejo de la pasarela, la asesoría de imagen ni el fogueo con la prensa, además cada candidata debía maquillarse y peinarse sola.
Ese año, el concurso se desarrolló durante 10 días y desde el comienzo Luz Marina fue una de las candidatas más destacadas. Recuerda que cada participante debía llevar un obsequio al alcalde de la ciudad. Ella, como buena representante de la tierra del café, llevó como regalo este producto. El traje típico lo confeccionó su mamá. Era una falda negra con flores recortadas de otra tela, pegadas sobre la falda, una blusa blanca de escote bandeja sobre los hombros con un bolero y una trenza al lado, un ramo de flores y en los pies llevaba unas sandalias de tacón alto, pues por su baja estatura los tradicionales alpargates no le favorecían.
Colombia entre las favoritas
Su favoritismo seguía sorprendiéndola. Días antes de la elección de las 15 semifinalistas en un periódico local titularon: “Colombia y Brasil, seguras finalistas”. Efectivamente, Luz Marina estaba en ese grupo de candidatas y pensó que ya había
hecho un buen papel representando a Colombia. Sin embargo, al día siguiente, cuando desfiló nuevamente en traje de baño, fue seleccionada nuevamente entre las cinco finalistas.
El momento más emotivo de toda esta historia llegó cuando, detrás del telón del teatro donde se desarrollaba la elección y coronación, empezaron a llamar a cada candidata según la posición que había elegido el jurado. “Primero nombraron a la quinta niña, y no era yo. Luego la cuarta y nada, la tercera y tampoco. Cuando ya llegaron a la segunda, es decir, la vierreina, me ubiqué en esa posición, pero me quitaron la banda de Miss Colombia y vi que me ponían la de Miss Universo. En ese momento creí que estaban equivocados y que se la tenían que poner a Brasil. Me brotaban las lágrimas, pero no me corrían. Fue algo increíble. Una noticia muy grande para la niña que era en ese momento. A partir de ese momento me sentí como una embajadora del país ante el mundo”, recuerda Luz Marina con gran emoción.
Gladys Zender, Miss Universo del año anterior, le entregó la corona. La coronación era en vestido de baño y junto a la corona de perlas negras y blancas le pusieron a Luz Marina una capa de terciopelo con piel, con la que desfiló sorprendida, emocionada y con una discreta sonrisa por el auditorio.
Hoy, 50 años después, sigue sintiéndose orgullosa de haber traído ese triunfo al país, más aún cuando en la calle la gente la reconoce y la saluda con cariño.
El trofeo y la banda en el Museo Nacional
En 1958, cuando Luz Marina Zuluaga fue elegida como la mujer más bella del universo, le fue entregado un trofeo y una banda con la leyenda “Miss Universo 1959”. Estos símbolos que la identificaban como la soberana de la belleza universal, los conservó en su casa por varios años hasta que el trofeo fue robado y estuvo extraviado durante 14 años.
Cuando lo daban definitivamente como perdido, una joven lo reconoció al pasar frente a una casa de un barrio de Manizales, donde lo exhibían en la sala como un florero. Aunque el denuncio había expirado, lograron recuperarlo.
Hace dos años, Luz Marina recibió la visita de la Primera Dama de la Nación y de Elvira Cuervo, en ese entonces directora del Museo Nacional de Colombia, quienes le hicieron la propuesta de donarlos al museo. Hoy, tanto el trofeo como la banda, ya restaurados, se conservan sin exhibirse en las instalaciones del museo con sede en Bogotá.
Miss Universo 2008 en Vietnam
Lo último que quiere escuchar de las candidatas la jurado Nadine Velásquez es su deseo de luchar por la paz mundial. La actriz, reconocida por su participación en la serie norteamericana My name is Earl, manifestó su disposición para elegir no sólo a la más bonita sino a la más capacitada.
Desde el jueves pasado las 77 competidoras están repartidas en varios grupos en las ciudades vietnamitas de Hoi An, Hanoi y Ha Long Bay, grabando fragmentos audiovisuales, que serán transmitidos por televisión el 13 de julio durante la ceremonia de elección y coronación.
Por ahora las jóvenes cumplen con una agenda agitada como las pruebas de vestuario y demás actividades del certamen.
“Bien derechita y bien simpática”, fueron las palabras que Margarita Zuluaga de Zuluaga le dio a su hija antes de partir a Long Beach a representar a Colombia en el certamen de Miss Universo.
El próximo 27 de julio se cumplirán 50 años desde que Luz Marina Zuluaga llegó a esa ciudad en Estados Unidos, escéptica de que pudiera ser elegida como la mujer más bella del universo. Con voz pausada y sentada en la sala de su apartamento en un exclusivo sector de Manizales, Luz Marina recuerda cada momento previo a su coronación como Miss Universo 1958–1959.
Luz Marina Zuluaga había sido elegida virreina nacional de la belleza en Cartagena el año anterior. Sin embargo, Doris Gil Santamaría, la reina, le cedió su título al no llegar a acuerdo alguno con la firma que llevaría por primera vez a este certamen internacional a la representante colombiana.
“Tenía la ilusión de ir, era joven y quería formar parte de ese concurso, pues siempre había sido muy amante de los certámenes de belleza. Sin embargo, me daba susto, porque si en Cartagena no obtuve la corona siendo sólo 14 candidatas, pensé que menos lo haría en un concurso internacional donde van niñas tan preparadas y éramos 80 las aspirantes”, recuerda la única mujer que ha traído a Colombia el galardón de Miss Universo.
A pesar de su escepticismo, pero segura de que tendría una participación destacada, Luz Marina partió hacia Long Beach el sábado 12 de julio de 1958 acompañada de su madre y una pequeña comitiva. Mirando un gran libro donde conserva los recortes de periódico que registraron su triunfo, Luz Marina comenta que en aquella época la preparación era menos exhaustiva. No existía la rutina del gimnasio, el manejo de la pasarela, la asesoría de imagen ni el fogueo con la prensa, además cada candidata debía maquillarse y peinarse sola.
Ese año, el concurso se desarrolló durante 10 días y desde el comienzo Luz Marina fue una de las candidatas más destacadas. Recuerda que cada participante debía llevar un obsequio al alcalde de la ciudad. Ella, como buena representante de la tierra del café, llevó como regalo este producto. El traje típico lo confeccionó su mamá. Era una falda negra con flores recortadas de otra tela, pegadas sobre la falda, una blusa blanca de escote bandeja sobre los hombros con un bolero y una trenza al lado, un ramo de flores y en los pies llevaba unas sandalias de tacón alto, pues por su baja estatura los tradicionales alpargates no le favorecían.
Colombia entre las favoritas
Su favoritismo seguía sorprendiéndola. Días antes de la elección de las 15 semifinalistas en un periódico local titularon: “Colombia y Brasil, seguras finalistas”. Efectivamente, Luz Marina estaba en ese grupo de candidatas y pensó que ya había
hecho un buen papel representando a Colombia. Sin embargo, al día siguiente, cuando desfiló nuevamente en traje de baño, fue seleccionada nuevamente entre las cinco finalistas.
El momento más emotivo de toda esta historia llegó cuando, detrás del telón del teatro donde se desarrollaba la elección y coronación, empezaron a llamar a cada candidata según la posición que había elegido el jurado. “Primero nombraron a la quinta niña, y no era yo. Luego la cuarta y nada, la tercera y tampoco. Cuando ya llegaron a la segunda, es decir, la vierreina, me ubiqué en esa posición, pero me quitaron la banda de Miss Colombia y vi que me ponían la de Miss Universo. En ese momento creí que estaban equivocados y que se la tenían que poner a Brasil. Me brotaban las lágrimas, pero no me corrían. Fue algo increíble. Una noticia muy grande para la niña que era en ese momento. A partir de ese momento me sentí como una embajadora del país ante el mundo”, recuerda Luz Marina con gran emoción.
Gladys Zender, Miss Universo del año anterior, le entregó la corona. La coronación era en vestido de baño y junto a la corona de perlas negras y blancas le pusieron a Luz Marina una capa de terciopelo con piel, con la que desfiló sorprendida, emocionada y con una discreta sonrisa por el auditorio.
Hoy, 50 años después, sigue sintiéndose orgullosa de haber traído ese triunfo al país, más aún cuando en la calle la gente la reconoce y la saluda con cariño.
El trofeo y la banda en el Museo Nacional
En 1958, cuando Luz Marina Zuluaga fue elegida como la mujer más bella del universo, le fue entregado un trofeo y una banda con la leyenda “Miss Universo 1959”. Estos símbolos que la identificaban como la soberana de la belleza universal, los conservó en su casa por varios años hasta que el trofeo fue robado y estuvo extraviado durante 14 años.
Cuando lo daban definitivamente como perdido, una joven lo reconoció al pasar frente a una casa de un barrio de Manizales, donde lo exhibían en la sala como un florero. Aunque el denuncio había expirado, lograron recuperarlo.
Hace dos años, Luz Marina recibió la visita de la Primera Dama de la Nación y de Elvira Cuervo, en ese entonces directora del Museo Nacional de Colombia, quienes le hicieron la propuesta de donarlos al museo. Hoy, tanto el trofeo como la banda, ya restaurados, se conservan sin exhibirse en las instalaciones del museo con sede en Bogotá.
Miss Universo 2008 en Vietnam
Lo último que quiere escuchar de las candidatas la jurado Nadine Velásquez es su deseo de luchar por la paz mundial. La actriz, reconocida por su participación en la serie norteamericana My name is Earl, manifestó su disposición para elegir no sólo a la más bonita sino a la más capacitada.
Desde el jueves pasado las 77 competidoras están repartidas en varios grupos en las ciudades vietnamitas de Hoi An, Hanoi y Ha Long Bay, grabando fragmentos audiovisuales, que serán transmitidos por televisión el 13 de julio durante la ceremonia de elección y coronación.
Por ahora las jóvenes cumplen con una agenda agitada como las pruebas de vestuario y demás actividades del certamen.