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En 1929 Berlín era una ciudad moderna y lujuriosa en la que conviven anarquistas, bohemios, comunistas o bailarinas de cabaret, quienes comparten la misma calle sin ningún problema.
Por lo menos así está representada en “Babylon Berlín”, una serie que se estrenó en el viejo continente en 2017 y ahora se puede en Latinoamérica en el canal Europa Europa.
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Que esta producción lleve unos años al aire no le quita lo interesante, pues se trata de la versión alemana, y no hollywoodense, de ese país en el periodo entre guerras.
Basada en el primer libro de la serie novelesca de Volker Kutscher, “Sombras de Berlín”, esta historia está protagonizada por Gereon Rath (Volker Bruch), un hombre de 27 años que quiere dejar atrás los traumas que le dejó su participación en la guerra civil, pero la verdad que es el futuro le tiene programado algo peor.
De Colonia es trasladado a Berlín para investigar una red de pornografía que es mucho más peligrosa de lo que parece, pues los jefes, ligados con la mafia, están planeando un cambio en Alemania que repercutirá en todo el mundo.
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“La gran pregunta es cómo pasamos de una democracia a una dictadura bárbara”, comentó Kutscher cuando su libro “Der Nasse Fisch” se editó en español.
En el primer episodio de “Babylon Berlín” el espectador se da cuenta rápidamente de ciertos elementos que dan pista del cambio político que se cocina: la celebración del primero de mayo, un tren cargado de oro que cruza ilegalmente la frontera, una disputa entre una duquesa rusa y enemigos de Stalin, y conspiradores del ejército alemán.
Mientras Rath investiga la red pornográfica conoce a Charlotte “Lotte” Ritter (Liv Lisa Fries), una joven secretaria que aspira a convertirse en la primera detective mujer de la policía, pero que como pertenece a la clase social trabajadora, debe conseguir dinero en los clubes nocturnos.
Y es por medio de estos dos personajes como este thriller policiaco noir (negro) presenta a la capital de la República de Weimar como una ciudad en donde la vanguardia y el hedonismo conviven con la extrema pobreza, donde pareciera que los habitantes de ese mundo que vio nacer corrientes creativas tan importantes como el expresionismo y la Bauhaus no se percataran de que la inflación estaba condenando el futuro de muchos.
“Babylon Berlín”, que actualmente produce su cuarta temporada, es la serie europea más costosa de la historia, pues los realizadores necesitaron 40 millones de euros para recrear el ambiente político, social y cultural de la época.
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Además, la serie rompe los esquemas de la televisión alemana porque es una colaboración entre gigantes como XFilme, Ard Degeto, Das Erste, Sky Alemania y Beta Film, y fue escrita y dirigida por Achim von Borries, Henk Handloegten y Tom Tykwer.
Sin embargo, dicen los historiadores europeos, lo más importante de “Babylon Berlín” es el respeto de la narrativa por los sucesos, pues sin el ánimo de presentar a la ciudad como un museo, la tensión prenazi tensiona contantemente al espectador, pues en 1929 apenas estaban forjando su futuro.
“Babylon Berlín” debutó en la televisión europea en 2017 y un año después fue elegida como la mejor serie europea en los Premios de Cine Europeo. Las dos primeras entregas están conformadas por ocho episodios cada una que siguen el primer libro de Kutscher.
La tercera entrega tiene doce capítulos y la cuarta, retrasada por la pandemia, está en proceso de producción.
Según Variety, la serie ha sido distribuida a más de 100 territorios y cuenta con la mejor calificación de una serie en habla no inglesa.
No es descabellado pues, aunque “Babylon Berlín” explora los cambios sociales, políticos y culturales que dan pie al nazismo, bien puede relacionarse con cualquier movimiento extremista de cualquier época y país.
“Nadie en 1929 podría haber imaginado lo que podría ser Alemania”, reflexiona Tykwer.
Es así como la serie le pregunta constantemente al televidente cómo actuaría si supiera que, a pesar de la comodidad que goza, es cómplice del desencadenamiento de un mundo peor.