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Javier Gómez ve en Colombia un gran nivel actoral

Casi veinte años después, el actor argentino nos habla de cómo llegó a interpretar el papel de César Luis en “Pedro, el escamoso” y revela detalles de lo que fueron las grabaciones de la novela.

12 de noviembre de 2020 - 02:00 a. m.
Javier Gómez dice que la relación entre Pedro Coral y César Luis era la analogía del 5-0 entre Argentina y Colombia. / Cortesía: Caracol Televisión
Javier Gómez dice que la relación entre Pedro Coral y César Luis era la analogía del 5-0 entre Argentina y Colombia. / Cortesía: Caracol Televisión
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¿Cómo llegó a ser parte de “Pedro, el escamoso”?

Estaba en México haciendo una novela para TV Azteca y ya había trabajado en 1999 para Caracol. Después conocí personalmente a Dago García y Felipe Salamanca, ellos adaptaron una historia con un personaje argentino y pensaron en mí. Sin embargo, el viaje a Colombia se atrasó, porque tuve que grabar otros capítulos de la otra novela. Ellos comenzaron en noviembre y yo llegué a mediados de diciembre, ante eso tuve que grabar muchísimo para adelantar todo lo que no había hecho. Tuve que hacer un casting con las otras propuestas de los protagonistas. Valió la pena, porque el proyecto fue maravilloso.

¿Recuerda cómo estaba esbozado el personaje de César Luis?

El personaje era un empresario argentino. Recuerdo que cuando me reuní con los directores, me dijeron que la propuesta de ellos era como cuando Colombia le ganó a Argentina 5-0: un poco la analogía de que Pedro Coral le ganó al empresario argentino. César Luis era complicado, porque tenía dinero, poder, carácter fuerte y soberbio. Tanto, que les hacía la vida imposible a casi todos los personajes. Fue crear un personaje muy antagonista.

¿Había espacio para improvisar?

Lo más maravilloso eran las grabaciones, porque nos daban para improvisar. Había personajes muy caricaturescos. Con Miguel (Varoni) era muy sorpresivo e improvisaba muy bien. Se creaban dichos. Yo incluía muchas palabras argentinas y había momentos en que nos detenían y debíamos volver para ajustarnos más a la línea de los libretos.

Fueron dos años de grabación, ¿cómo fue el proceso de inmersión y de intimidad con los personajes?

Fueron muchas horas de grabación. Al principio no tantas, porque se estaba grabando con una sola unidad. Los estudios se armaron en tres lugares, entre esos RTI y luego los exteriores. Al principio se trabajó mucho. Fue un proceso bastante largo, con ensayos en cámara que nos ayudaron a armar los personajes. En dos años indirectamente se mete en la piel de cada uno.

A lo largo de sus proyectos se le ha visto en el rol de antagonista y de protagonista, ¿cuál de los dos disfruta más hacer?

Ambos me gustan mucho. Pero, tal vez disfruto más el antagonista, que tiene otros matices. El antagonista puede ser blanco y negro o incluso gris. En cambio, el protagonista sí debe tener un solo matiz.

¿Fue fácil despojarse de ese personaje de César Luis?

Siempre quedan algunas cosas que había montado para el personaje y de repente las lleva a la vida diaria. Después de este proyecto me fui a Brasil a grabar otro, donde tuve que interpretar a un villano de un melodrama y tuve que neutralizar el acento, casi llevado a un mexicano. Esto me facilitó la tarea para desvincularme del personaje en Pedro, el escamoso.

Ha grabado además en Brasil, Argentina y México. ¿Hay alguna particularidad que le llame la atención de la forma de trabajar en Colombia?

Yo vivía en México y llegaba a Colombia solo por proyectos. El país azteca trabaja con presupuestos muy grandes y con mucha gente y en Colombia era con menos, pero hacían cosas muy buenas. Por ejemplo, el nivel de actores y actrices era muy parejo al de otros países. Todos tenían mucha conciencia del oficio.

¿Disfruta verse en la pantalla o, por el contrario, no le gusta?

Yo disfruto verme; en este caso, me gustaba más ver a los otros personajes, por la forma de actuar de los más caricaturescos.

¿En algún momento llegó a juzgar a su personaje?

No, nunca hay que juzgarlos. Al revés, hay que defenderlos el porqué hacen las acciones y justificarlos. Es esto precisamente lo que hace que se vea más real. Ya después, desde afuera y no como actor, sí se puede mirar y pensar que puede estar loco.

¿Cómo ve el hecho de que se vuelva a transmitir la novela de “Pedro, el escamoso”?

Es maravilloso que las nuevas generaciones puedan volver a disfrutar esta novela, sobre todo en este momento de pandemia, cuando están las cosas difíciles, necesitamos que haya historias más divertidas. Espero que la puedan disfrutar tanto como nosotros.

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