Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Luly Bossa ha tratado de mantenerse fuerte y positiva a través de los años y de las luchas que ha enfrentado junto a su hijo Angelo Isaac y en contra del sistema de salud colombiano. Su hijo sufre de distrofia muscular que le impide la movilidad. Cuando su hijo nació, estuvo lejos de imaginarse que tendría esta enfermedad huérfana e incurable.
“Él nació normal, pero a los 4 años y medio empezó a tener problemas con la marcha, porque veíamos que para levantarse del piso no lo hacía común y corriente, sino que tenía que ir haciendo escalas, de las rodillas a los muslos, una mano, luego la otra, hasta que se paraba. Caminaba bien, pero con el tiempo se cansaba. Pasaron los años, y de pronto se caía en el colegio; a veces alguien le pasaba por el lado y lo tumbaba. Los médicos no me decían nada, hasta que a los 11 años y medio le dieron el diagnóstico”, aseguró la actriz.
Su hijo fue operado a los 15 años y emprendió una batalla legal para que a Angelo le permitieran tomar clases con profesores desde casa sin que le costara dinero. “Cuando podía, le pagaba profesores, algo muy difícil, porque es muy costoso. Trataba que él no perdiera el hábito de entrenar el cerebro”, añadió.
Recientemente, Luly Bossa logró para Angelo una medicina experimental que ha tenido resultados positivos en una paciente norteamericana, y que le devolverá la movilidad gradualmente. No obstante, la actriz sigue trabajando por sus sueños y aunque no está buscando el amor, no le cierra las puertas del todo.