Periodismo ¿para qué?

El Espectador conversó con el periodista español Javier Bauluz, primer premio Pulitzer de su país. Es además el fundador del portal Periodismo Humano, un espacio de trabajo por los derechos humanos desde el periodismo independiente.

Angela Martin Laiton / @MartinaLaiton
28 de febrero de 2019 - 01:32 a. m.
Javier Bauluz primer premio Pulitzer de España. / / Cortesía Periodismo humano
Javier Bauluz primer premio Pulitzer de España. / / Cortesía Periodismo humano

Primero está el mar ennegrecido por la noche. La oscuridad clandestina ante la imponencia del oleaje nocturno abrazado con el viento. No hay equipajes, ni abrazos de despedida, no hay más llanto que el de quien se va. Las pateras se llenan hasta casi desbordarse, son embarcaciones pequeñas que suelen sucumbir ante el mar abierto, quienes las abordan lo saben. Suben hombres y mujeres con niños que no viajan, huyen. Primero está el miedo en medio del mar, el hambre, la desesperación mientras algunos mueren, las oraciones, aferrarse a la vida como única posesión.  Cuando la suerte llega y Caronte no les lleva, las pateras se asoman a las costas europeas cargadas de personas. Quienes logran ingresar a Europa solo pueden esperar una vida de penurias, pero incluso esa, es una vida. Vienen de países del sur, con guerras a cuestas, con la pobreza carcomiendo.

A veces solo se salvan unos pocos. Las imágenes de esas pateras en las costas europeas son todo, cuando el sol raya sobre el mar se vislumbran los cuerpos flotando, las olas traen suavemente hasta la arena a personas sin vida. Durante el verano los migrantes flotando contrastan con los yates llenos de turistas tomando el sol. Esta no es solo la historia de gente que muere en el mar, sino la de la desigualdad abismal de la que se compone el mundo. El mar no es el mismo para unos y otros en el planeta.

Algunos europeos tienen organizaciones de solidaridad con los migrantes que arriban a sus costas, les reciben, les dan abrigo y comida. Estas personas están siendo judicializadas por las autoridades de sus propios países. A otros la migración les preocupa porque creen que extranjeros ocuparán sus empleos, comerán de sus impuestos. Olvidaron muy pronto una historia de colonización y enriquecimiento desde el saqueo que les precede. La indolencia se apoderó de las mayorías, los muertos en la playa obstaculizan el descanso del verano. Esa tarde, el periodista Javier Bauluz se encontraba en un polideportivo que aguardaba cientos de migrantes subsaharianos que habían arribado a España. Entre la multitud secando la ropa al sol, tumbados dormitando, recibiendo mantas de personas del lugar; un subsahariano le dijo a Bauluz que quería agradecer a Dios por haber llegado vivo. Un rato después lo ve postrado de rodillas, con las manos hacia el cielo, orando, dando gracias por haber sobrevivido a una patera llena de gente cruzando el estrecho de Gibraltar.

El teléfono del periodista suena, le informan que hay un muerto en la playa de Zahara. “Salgo corriendo sin despedirme. 20 km. De camino dos imágenes se mezclan en mi cabeza: el hombre arrodillado dando gracias por seguir vivo y la imagen de un muerto sobre la arena.”  Al llegar a la playa encontró un montón de turistas al sol, sentados en la arena o  bañándose en el agua caliente. Creyó que ya habían levantado el cuerpo, cuando por fin vislumbró al fondo una cámara de televisión. Corrió hacia el lugar, poco a poco se formaba la figura de un cuerpo a lo lejos. Paró jadeante y vio una persona muerta, a pocos metros una pareja tumbada en la misma arena tomaba el sol en la playa. Obturó. Esa imagen de la desidia europea por la tragedia de otros nos recordó por qué le dieron un Pulitzer en 1995.

Javier Bauluz nació en Oviedo. Durante su adolescencia empezó a estudiar psicología pero se hartó, después se fue a Inglaterra a fregar platos y aprender inglés. Terminó aprendiendo italiano rodeado por sus amigos. Durante algún tiempo fue inmigrante ilegal en ese país, dado que España todavía no pertenecía a la Unión Europea. Una tarde uno de sus amigos le prestó una cámara, él se encontró con una manifestación en el Hyde Park y ahí empezó todo. “Cuando llevé a revelar las fotos, las vi, corrí a un teléfono y dije: mamá ya sé lo que quiero hacer, no sé cómo pero ya sé qué. A partir de ahí de manera autodidacta empecé a aprender fotografía y a cubrir conflictos sociales.”   

Desde entonces, a pulso y la mayoría de veces con los bolsillos vacíos, ha cubierto conflictos como los de  Nicaragua, El Salvador, Ruanda, Bosnia, Zaire y Palestina. El periodista español tiene la barba y el cabello emblanquecidos, otea firme sin bajar la mirada, tiene el cuerpo descolgado sobre el respaldo de la silla durante la entrevista. Dice que responderá largo para contarme toda la historia. Habla de una fotografía que hizo en Gaza, en ella se ve a un joven palestino lanzando piedras con un tirachinas contra un helicóptero militar israelí. La imagen es impactante, detalla con tal precisión que uno puede ver la piedra incluso saliendo. “ Ahí hay muchas dificultades para lograr esa imagen, para empezar entrar en ese pueblo, porque los israelíes cerraban todo, había que colarse por algún lugar. Encima esa fotografía está hecha en una frontera, subiendo de azotea en azotea, brincar hasta el lugar donde estaban ellos y estar en ese momento en que los helicópteros estaban tirando gas y más cosas, luego atreverse a obturar la imagen.”

Fundó en España el portal Periodismo Humano, allí trata de dar una mirada coherente y solidaria a los conflictos del mundo. A Javier Bauluz pareciera le gustan las causas pérdidas, poner la viga en el ojo de los xenófobos, los dictadores y los poderosos. “Creo que todos necesitamos empezar a ver un mundo lleno de otros, otros que no están tan lejos y esa forma nos ahorraría muchos disgustos en el mundo. Ver a ese otro, que es de otro color, otra religión como personas. Eso directamente favorecería la empatía que es la única medicina contra la xenofobia. Y son estas dos palabras en las que nos estamos jugando el futuro del mundo.”  Dice que se decidió a crear el portal después de encontrarse con muchos periódicos y revistas que no hacen periodismo sino publicidad. “Periodismo Humano desde esa perspectiva vendría a ser una síntesis del concepto del medio, que es periodismo con enfoque de derechos humanos. Es un periodismo sobre los humanos desde sus propios derechos, partiendo por toda bandera ideológica. Por verlo así, como dirían los nicaragüenses, me vale verga de qué color son las botas que están pisando a unos niños. Están pisando a unos niños.”

Durante el 2018 el periodista estuvo en Nicaragua durante varias ocasiones, realizó un trabajo fotográfico allí sobre la represión de Daniel Ortega y los migrantes nicaragüenses que están arribando en Costa Rica. “Están buscando casa por casa a los activistas, a los defensores de derechos humanos. Para darte un dato: Pinochet mató 2300 personas en 18 años, Ortega 500 en tres meses. Personas desparecidas, torturadas, perseguidas. Es igual que en la migración de Venezuela a Colombia, si dejamos que el discurso fascista gane poder, peor aún poder ejecutivo, estamos jodidos. Todos estamos jodidos, van a ir por todo el resto.”

Por Angela Martin Laiton / @MartinaLaiton

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