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¿Bodegas? Es el primer pensamiento que se cruza en la mente de quien no se percata de la magia de la televisión, la grandeza de la imaginación y recursividad humana. Sí, eran bodegas, cerca de diez, ubicadas dentro de un complejo de filmación en Vancouver (Canadá). En su interior escondían una magia supernatural.
El primer acercamiento al mundo de Dean y Sam ocurre a la entrada del edificio de dos pisos de los estudios de Warner Brothers, en Vancouver. Un cuarto al fondo del pasillo resguarda el primer portal de la historia, que comenzó en 2005 y reserva con recelo los accesorios de la serie desde hace 14 años. Las armas de los hermanos Winchester, las pócimas de la bruja Rowena y la espada del ángel Castiel están hechas, en realidad, de gelatina, fruta, caucho y madera. Todos los objetos están meticulosamente ordenados en gavetas, mesas y repisas que llegan hasta el techo.
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“Lo más difícil del trabajo es traer a la realidad las ideas del equipo de producción. A veces tenemos cuatro días para prepararlos, ocho o quince; eso varía según los tiempos de filmación. Lo mejor de este trabajo es que permanecemos en un estado de creatividad constante”, contó Karolina Grant, maestra de accesorios, mientras muestra algunas de las herramientas hechas por su equipo.
Del otro lado, en el respaldo del edificio, se esconde una máquina de coser, una mesa llena de telas y una abundancia de percheros. En la primera bodega, Kerry Weinrauch, diseñadora de vestuario, teje la magia detrás de Supernatural. “Trabajamos en conjunto con el departamento de arte para determinar el vestuario que cada personaje va a llevar. Discutimos los colores y prendas según la escena”, dice. En su guarida Weinrauch diseña el vestuario, el cual se nombra según los personajes: Jack, Mary, Donna, Bobby y Castel, algunos de los nombres que se logran identificar.
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Así, Weinrauch me guió hacia la puerta que abrió el comienzo de un recorrido que dejaría atónito a quien quiera que haya seguido la serie. Un lugar de más de veinte metros de altura y un espacio gigante, más de cincuenta percheros, de piso a techo, cada uno clasificado por personaje. Jack, Mary, Donna, Bobby, Castiel eran algunos de los nombres que se veían.
“Todas las prendas deben ser calificadas, porque en nuestra serie un día un personaje puede morir y en dos capítulos volver a la vida. Entonces, debemos ser cuidadosos y tener todo en orden”, contó Weinrauch.
Pasando por el vestuario, salimos del edificio por la puerta trasera y recorrimos el parqueadero hasta llegar a unos buses camperos (dos para ser exactos); allí sería al ingreso para comenzar a creer en lo supernatural. Al interior, oscuros, silenciosos y calurosos, los vehículos son el refugio de los nueve artistas que se encargan de hacer realidad lo sobrenatural.
“Se hacen alrededor de 1.200 a 1.700 tomas por temporada, eso es bastante considerando los 14 años de filmación”, comenta Mark Meloche, supervisor de efectos visuales.
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Vendría entonces el ingreso a otra de las bodegas. Inmensidad, madera, frío, luces incandescentes eran las características de este lugar. Un sitio oscuro que albergaba el sueño de todo aficionado: el búnker de los hermanos Winchester.
Tan cerca y tan lejos de la realidad, cada elemento dispuesto en el búnker es hecho con precisión para simular entornos reales. Columnas removibles hechas de drywall, libros de icopor y repisas de cartón son hechas como la mejor versión de la realidad para asegurarse de que nadie sospeche acerca de la inverosimilitud del hogar de los Winchester. El búnker fue construido basado en lo escrito por Eric Kripke.
Según Jerry Wanick, diseñador de producción, una vez que el escritor entró al sitio él le preguntó: “¿Esto es lo que te imaginabas cuando escribiste?”. Kripke respondió: “¡Es exactamente lo que había pensado!”.
Ackles fue el primero en tomar la palabra y aseguró que todo se trataba de construir una familia, donde más que un equipo de trabajo se construya un ambiente en el que se sea el apoyo del otro. Por su parte Padalecki mencionó que durante las temporadas han tenido que sobrepasar muertes, nacimientos y sortear con distintas circunstancias que hacen de Supernatural una familia en la que nadie está obligado a ser de una u otra manera, sino que todos los días es válido sorprender.
“Supernatural nos ayuda a tomar riesgos, creo que el programa ha adquirido esta habilidad por la forma en que está escrito y cómo los fanáticos lo han aceptado. Durante todos estos años hemos podido experimentar y hacerlo diferente. Apartarnos de los lugares comunes de las series”, afirmó Padalecki.
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Ante la expectativa del capítulo 300, esperado para el inicio del próximo año en Colombia, los actores auguraron que será un homenaje a los fans. “Creo que vamos a sacar nuestra bolsa de trucos y sorprenderemos a muchas personas con lo que viene. Trataremos de regalarles huevos de Pascua a los aficionados y también pequeños viajes al pasado de la temporada uno o cinco”, comentó Ackles.
Ahora era el turno de las mujeres. A la oficina entraron Briana Buckmaster y Samantha Smith, la policía cazadora y la madre de los Winchester. ¿Alguna vez ha querido cambiar algo de su personaje en el show?, fue la primera pregunta.
Smith, por supuesto, respondió entre risas que le hubiera gustado no morir, luego dijo que quizá le gustaría que Mary no permaneciera en un estado de tristeza, le gustaría que la madre de los Winchester intentara poner un poco más de positivismo en su vida.
A Buckmaster, por ejemplo, hubiera deseado no dejar que Donna hubiera puesto su valía y autoestima en manos de un hombre.
También, las actrices aseguraron que el hecho de trabajar con un equipo de mayoría masculina no ha sido un inconveniente y que, de hecho, la pasión por lo que hacen y el empeño con lo que lo hacen generan en ellas bastante admiración.
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Sin embargo, no solo fue en el buen ambiente y el trato familiar entre los miembros del equipo donde se hizo realidad lo sobrenatural. Los cuatro actores coincidieron en que los fans pueden esperar del significativo capítulo unas gracias profundas por el apoyo durante los 14 años de la serie.
“Probablemente estemos más agradecidos con los fans que entre nosotros, todos ellos son la razón por la que todavía somos capaces de interpretar personajes que realmente amamos y disfrutamos. Así como la razón por la que nuestros escritores pueden escribir historias locas y seguimos vigentes. Estamos muy agradecidos y creo que el episodio 300 será el agradecimiento por estar con nosotros más de una década”, concluyó Padalecki.
*La periodista viajó a Vancouver por invitación de Turner.