Alejandra Guzmán: “Cantar me sana”
La cantante mexicana habla sobre lo que significa para ella “Lado oscuro”, su más reciente lanzamiento a ritmo de balada en el que repasa sus experiencias más alegres y dolorosas tanto en su carrera musical como en su vida personal.
¿Por qué quiso lanzar “Lado oscuro” en este momento de su carrera?
Me da mucho gusto volver a mi sonido, porque me encanta y es donde me siento cómoda… a todos nos hace falta una balada de vez en cuando para sacar tantas cosas que han surgido con esta pandemia, así que estamos sensibles. Creo que todos tenemos un Lado oscuro y por eso salió esta canción tan bella. El disco está muy rockero, pero tiene de todo.
* Puede leer: Felipe Peláez vuelve al vallenato romántico con “Te prometo”.
¿Cómo fue el proceso creativo del sencillo “Lado oscuro”, y del disco en general?
Trabajamos con guitarra y piano, y salió la melodía de vals que me encanta, porque son de esas baladas que van creciendo y tienen un montón de sentimiento. Es un álbum muy orgánico, pero lo que está tocado en vivo y con sentimiento, se queda ahí para siempre, y ese sonido es justamente con el que yo comencé, y me llena escribir sobre lo que me pasa a diario para luego plasmarlo en mi música.
¿De qué manera logró darle una mirada a su interior para escribir esta canción?
Siempre ha sido una tarea difícil, porque soy frágil, pero a la vez fuerte, y cuando me pasan cosas complicadas tengo un diálogo conmigo misma, porque he aprendido que las palabras se las lleva el viento, y lo único que tenemos asegurado es este momento que estamos viviendo. En lo personal, trato de sacar lo bueno de cada situación, pero a la vez se me ocurren canciones hermosas de ese lado oscuro que tengo.
¿Qué es lo que más extraña de estar en un escenario frente al público?
Sin duda siento que lo que más me hace falta es el aplauso y la energía de la gente, porque eso es lo que a mí me alimenta. Aunque se pueden hacer conciertos virtuales no es lo mismo, es muy frío, y no hay nada como el calor humano… tengo mucha fe en que esta pandemia pase pronto y volver a los escenarios. Mientras tanto, vamos a hacer un concierto online en mayo.
En “Lado oscuro” usted habla de “abrazar sus demonios”, ¿cuáles son esos demonios que abraza y los que más le cuestan?
Los que más me cuestan son mis defectos de carácter, a veces el egocentrismo y la deshonestidad conmigo misma. Con el tiempo, he aprendido a perdonarme a mí misma por tantas tonterías que he hecho en la vida, siento que los errores me han hecho una mujer trabajadora, independiente, fuerte y transparente. Abrazo mis demonios porque son míos, porque esa soy yo.
* Le recomendamos: Richie Valdés: la salsa sin pausa.
El video de este sencillo fue grabado en una iglesia en Ciudad de México y fue producido por usted, ¿por qué quiso que se grabara allí?
Tuve la suerte de estar en la Iglesia de Santo Domingo en CDMX, yo le tengo mucho respeto, es un gran templo y muy bello. Fui allá a confesarme conmigo misma, sentí mucho agradecimiento por estar viva, por estar bien, y aproveché ese momento para sacar lo que necesitaba sacar de mí, hice catarsis. Tuve qué tomar clases de piano para poder tocar las notas, y fue una experiencia muy bella, porque siento que cuando canto me conecto con un ser superior, y eso fue lo que hizo que quisiera grabar el video en este lugar tan especial.
Usted ha sido un ejemplo para muchas mujeres que han sufrido de cáncer, ¿qué les aconseja a las personas que están pasando por momentos difíciles similares?
He tratado de ayudar a la gente y de decir la verdad sobre lo que me ha pasado, hay batallas difíciles, yo estuve al borde de la muerte, así que todavía tengo qué estar pendiente de mí misma, de mi cuerpo, si siento algo anormal… nadie lo sabe, pero yo he estado sufriendo por los biopolímeros durante los últimos ocho años de mi vida, y el cáncer afortunadamente me lo encontraron a tiempo. Me gusta invitar a la gente a que se revise y que escuchen su cuerpo, porque eso puede salvar vidas.
¿Cómo lograba subirse al escenario sintiendo tanto dolor en su cuerpo?
Di muchos conciertos con heridas muy frescas, una vez abracé a un fan con una herida recién cerrada y ni siquiera me acordé del dolor que estaba sintiendo. En el escenario no me duele nada, me puedo estar muriendo, pero pongo un pie en el escenario y se me olvida. Cantar me sana.
¿Por qué quiso lanzar “Lado oscuro” en este momento de su carrera?
Me da mucho gusto volver a mi sonido, porque me encanta y es donde me siento cómoda… a todos nos hace falta una balada de vez en cuando para sacar tantas cosas que han surgido con esta pandemia, así que estamos sensibles. Creo que todos tenemos un Lado oscuro y por eso salió esta canción tan bella. El disco está muy rockero, pero tiene de todo.
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¿Cómo fue el proceso creativo del sencillo “Lado oscuro”, y del disco en general?
Trabajamos con guitarra y piano, y salió la melodía de vals que me encanta, porque son de esas baladas que van creciendo y tienen un montón de sentimiento. Es un álbum muy orgánico, pero lo que está tocado en vivo y con sentimiento, se queda ahí para siempre, y ese sonido es justamente con el que yo comencé, y me llena escribir sobre lo que me pasa a diario para luego plasmarlo en mi música.
¿De qué manera logró darle una mirada a su interior para escribir esta canción?
Siempre ha sido una tarea difícil, porque soy frágil, pero a la vez fuerte, y cuando me pasan cosas complicadas tengo un diálogo conmigo misma, porque he aprendido que las palabras se las lleva el viento, y lo único que tenemos asegurado es este momento que estamos viviendo. En lo personal, trato de sacar lo bueno de cada situación, pero a la vez se me ocurren canciones hermosas de ese lado oscuro que tengo.
¿Qué es lo que más extraña de estar en un escenario frente al público?
Sin duda siento que lo que más me hace falta es el aplauso y la energía de la gente, porque eso es lo que a mí me alimenta. Aunque se pueden hacer conciertos virtuales no es lo mismo, es muy frío, y no hay nada como el calor humano… tengo mucha fe en que esta pandemia pase pronto y volver a los escenarios. Mientras tanto, vamos a hacer un concierto online en mayo.
En “Lado oscuro” usted habla de “abrazar sus demonios”, ¿cuáles son esos demonios que abraza y los que más le cuestan?
Los que más me cuestan son mis defectos de carácter, a veces el egocentrismo y la deshonestidad conmigo misma. Con el tiempo, he aprendido a perdonarme a mí misma por tantas tonterías que he hecho en la vida, siento que los errores me han hecho una mujer trabajadora, independiente, fuerte y transparente. Abrazo mis demonios porque son míos, porque esa soy yo.
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El video de este sencillo fue grabado en una iglesia en Ciudad de México y fue producido por usted, ¿por qué quiso que se grabara allí?
Tuve la suerte de estar en la Iglesia de Santo Domingo en CDMX, yo le tengo mucho respeto, es un gran templo y muy bello. Fui allá a confesarme conmigo misma, sentí mucho agradecimiento por estar viva, por estar bien, y aproveché ese momento para sacar lo que necesitaba sacar de mí, hice catarsis. Tuve qué tomar clases de piano para poder tocar las notas, y fue una experiencia muy bella, porque siento que cuando canto me conecto con un ser superior, y eso fue lo que hizo que quisiera grabar el video en este lugar tan especial.
Usted ha sido un ejemplo para muchas mujeres que han sufrido de cáncer, ¿qué les aconseja a las personas que están pasando por momentos difíciles similares?
He tratado de ayudar a la gente y de decir la verdad sobre lo que me ha pasado, hay batallas difíciles, yo estuve al borde de la muerte, así que todavía tengo qué estar pendiente de mí misma, de mi cuerpo, si siento algo anormal… nadie lo sabe, pero yo he estado sufriendo por los biopolímeros durante los últimos ocho años de mi vida, y el cáncer afortunadamente me lo encontraron a tiempo. Me gusta invitar a la gente a que se revise y que escuchen su cuerpo, porque eso puede salvar vidas.
¿Cómo lograba subirse al escenario sintiendo tanto dolor en su cuerpo?
Di muchos conciertos con heridas muy frescas, una vez abracé a un fan con una herida recién cerrada y ni siquiera me acordé del dolor que estaba sintiendo. En el escenario no me duele nada, me puedo estar muriendo, pero pongo un pie en el escenario y se me olvida. Cantar me sana.