Alejandro Mantilla, curador de “Las músicas que somos”
Este músico, formado en la academia, es la cabeza artística del Ibagué Festival, que llegará a su tercera edición y mostrará la diversidad de los sonidos colombianos, del 15 al 18 de septiembre.
Del 15 al 18 de septiembre de 2022 se llevará a cabo en Ibagué (Tolima) la tercera edición del Ibagué Festival: las músicas que somos, un evento en la capital musical de Colombia en el que las sonoridades tradicionales, populares y académicas del país y del mundo se encuentran en un mismo escenario.
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Del 15 al 18 de septiembre de 2022 se llevará a cabo en Ibagué (Tolima) la tercera edición del Ibagué Festival: las músicas que somos, un evento en la capital musical de Colombia en el que las sonoridades tradicionales, populares y académicas del país y del mundo se encuentran en un mismo escenario.
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Conversamos con el maestro Alejandro Mantilla, curador de este evento organizado por la Fundación Salvi, sobre la condición ecléctica de este encuentro.
¿Cómo nació su vínculo con Ibagué?
Primero, porque concursé varios años como director coral en el Concurso Polifónico Internacional de Ibagué. Segundo, por mi trabajo de más de dos décadas con el Ministerio de Cultura en políticas y programas musicales de todo el país, y tercero, por la invitación de Julia Salvi para realizar la dirección artística de este festival.
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Usted ha hecho la curaduría de las tres ediciones del Ibagué Festival, ¿cómo son esos procesos?
El punto de partida es definir el concepto o enfoque del festival: “Las músicas que somos”. Poner en escena la diversidad de músicas de Colombia y del mundo para que los públicos se integren sin prejuicios y amplíen su capacidad de comprensión y disfrute. Ello supone establecer diálogo entre lo académico, lo popular, lo urbano y las tradiciones de región, nacionales e internacionales. Se diseña lo musical y lo educativo con igual importancia y se da el mismo valor a la participación de artistas locales, nacionales y extranjeros. Es prioritario seleccionar al músico a homenajear y al compositor y el tipo de obra a comisionar. Se activan los contactos con representantes y agencias de artistas del país y del exterior. Trabajamos a partir de la experiencia y el capital social que la presidenta de la Fundación, Julia Salvi, ha construido durante 17 años de servicio al país.
En la programación del festival cumplen un papel muy importante los conservatorios de la ciudad. ¿De qué manera se vinculan los profesores y alumnos?
Algunos de los profesores, alumnos y egresados participan como artistas del festival, como becarios de producción, monitores o personal de apoyo. Muchos participan como audiencia, y asisten a los programas educativos de clases magistrales, conversatorios y talleres de producción técnica o lutería. Las instituciones de formación son aliados fundamentales: el Conservatorio del Tolima, la Universidad del Tolima, la Universidad de Ibagué, la Efac, el Conservatorio de Ibagué “Amina Melendro”.
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Pero además hay invitados de otras regiones del país, y en este caso de lugares como San Andrés y Providencia. ¿Qué expectativas tiene frente a la presencia de la música de las islas?
Cada año vamos reconociendo un territorio musical del país. En 2022 invitamos dos fronteras, el Caribe insular y el suroccidente Andino-Pacífico. En particular con las músicas isleñas, el festival espera que residentes y visitantes se apropien de su forma de expresión y sientan que la cultura raizal es un valor importante de nuestro mestizaje y que sus gentes deben gozar de sus derechos y de la dignidad que merece cada colombiano, cada habitante de la Tierra.
En sus tres ediciones, el Ibagué Festival ha demostrado ser muy ecléctico. No son muchos los eventos que, como este, mezclan música popular y clásica, ¿por qué?
El enfoque no es el eclecticismo ni la sumatoria de géneros y artistas, sino el poner en diálogo la diversidad e integrarla. Si la programación se parece a la vida en su riqueza de paisajes, de rostros y personalidades, logra convocar a muy distintos públicos y, sobre todo, crea una ruptura con los hábitos de escucha establecidos por cada persona. Invitamos a superar prejuicios y gustos restringidos. Nos identificamos más con unas sonoridades y formas de expresión que con otras, pero podemos oír de todo, abrir nuestro horizonte de experiencia estética, ampliar nuestro gusto, conocer nuevas músicas. Es una manera de hacer política pública, permitiendo valorar la diferencia, convivir con ella y aprender a respetarla.
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Algo notable es que el festival ha decidido comisionar una obra. Es decir, hay una música exclusiva que solo se puede escuchar dentro del evento. ¿De dónde surgió esa idea?
Muchos festivales del mundo comisionan y estrenan obras. Ello estimula la creación, amplía el repertorio del país, renueva los lenguajes y la experiencia del público y plantea un reto a los artistas del festival para estudiar nuevas obras y tocar con colegas de otros contextos. Además, se promueve el diálogo entre compositores e intérpretes y se impulsa la circulación de nuevo repertorio.
Durante las otras 51 semanas del año, ¿a qué suena Ibagué?
La ciudad tiene fuerzas musicales que la nutren desde distintas fuentes. Hay oferta de festivales todo el año. Así como se encuentra en las comunas del sur un pujante movimiento de hip hop y rap, los conservatorios y academias cultivan música sinfónica y de cámara, y fomentan la música coral. Profesionales empíricos y académicos juntan saberes en conjuntos de música popular y orquestas de baile, y por toda la ciudad proliferan las bandas de jóvenes músicos fusionando y experimentando rock, jazz, reggae, rap, pop, géneros colombianos y electrónica. En corregimientos suenan músicas campesinas y populares. Las calles comerciales no están exentas de la saturación acústica con sus parlantes altisonantes.
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Con toda sinceridad, ¿piensa que Ibagué mantiene los méritos para seguir siendo llamada Capital musical de Colombia?
Sí, los méritos se mantienen y se han renovado: Ibagué y la región del Tolima tienen una vocación musical de gran arraigo social que se manifiesta en múltiples prácticas musicales que han construido tradición como los duetos y tríos vocales-instrumentales, las agrupaciones corales, los conjuntos de música popular regional; asimismo, ha sido cantera tanto de músicos formados en conservatorio como de músicos populares, proyectados a todo el país y al exterior. En la actualidad Ibagué posee una escena musical de jóvenes, muy dinámica y diversificada; tiene dos conservatorios de música con más de dos mil estudiantes y todos los niveles educativos desde la básica primaria hasta el posgrado; ha sido incluida por Unesco en las ciudades creativas de la música; tiene política pública en cultura y música diseñadas participativamente, clúster de música y es la única ciudad con formación universitaria en Lutería mediante convenio internacional. Sin embargo, se está trabajando para que ese imaginario de capital musical tenga una realidad contemporánea de creación y formación de alta calidad y una masiva práctica colectiva de música con comunidades, aficionados y profesionales.
Sobre el Ibagué Festival 2022
El Ibagué Festival es un proyecto de la Fundación Salvi que inició actividades en 2019 y que se ha convertido en el punto de encuentro de varias expresiones culturales de Colombia y el mundo, con el objetivo de ofrecer un diálogo permanente entre culturas. Este año, entre el 15 y 18 de septiembre, el evento volverá a reunir a artistas de varias regiones de Colombia y de diversas nacionalidades en distintas arenas de la ciudad.
En esta ocasión el eje temático está relacionado con “De frontera a frontera: músicas del archipiélago de San Andrés y de Nariño”, que celebra la pluralidad y la riqueza de las expresiones que nacen en las zonas limítrofes del país y que construyen identidad.
Algunos invitados a la capital musical de Colombia
Entre los artistas representativos de las fronteras invitados al Ibagué Festival estarán Bejuco, agrupación de Tumaco que a los sonidos tradicionales de la Costa Pacífica articula el afrobeat. También del suroccidente estará Apalau, música de fusión con una íntima perspectiva andina. De San Andrés participará Raizal Crew, un grupo de jóvenes que mezclan kompas haitiano, soca y calipso, y de Providencia el cantautor Elkin Robinson, quien se ha constituido en un embajador de la música isleña.
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En esta oportunidad, el Ibagué Festival acogerá al salsero Yuri Buenaventura con formato big band y al colectivo samario músico-visual Systema Solar.