Algunas consideraciones sobre “Alicia adorada”
Unas cuantas diferencias en la forma en la que cantan Alejo Durán y Juancho Polo Valencia este famoso vallenato escriben uno de los secretos menos difundidos de una trágica historia que se convirtió en canción.
Víctor Ahumada
Son muchos los que al cantar la famosa canción del juglar de Candelaria (Caimán), Magdalena, entonan la letra que hiciera celebre el gran Alejo Durán y no la original de Juancho Polo, es decir, como este último la cantaba. ¿Pero no es la original la letra de Durán? Para sorpresa de muchos, no. No lo es. Resulta y pasa que a Juancho Polo no le agradó la versión hecha por el juglar pasero debido a unas pequeñas variaciones que este le hiciera en la letra. Existe una versión de “Alicia” cantada por Juancho Polo durante una parranda realizada en la calle 72, el 19 de mayo de 1978, en la que él, de manera muy categórica, corrige a uno de sus coristas cuando, por descuido, en lugar de decir “adiós mi Alicia” (así la cantaba Juancho), dice “pobre mi Alicia” (así la cantaba Durán). Pero veamos la cosa de manera más detenida.
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Cuando Durán canta “Alicia” lo hace de la siguiente manera:
Como Dios en la tierra no tiene amigos
Como no tiene amigos anda en el aire
Tanto le pido y le pido, ¡ay ombe!
Y siempre me manda mis males.
Sigue Durán en el coro:
Pobre mi Alicia
Alicia adorada
Yo te recuerdo en todas mis parrandas.
Ahora veamos cómo la cantaba Juancho:
Como aquí en la tierra Dios no tiene amigo
Como no tiene amigo anda en el aire
Tanto le ruego y le pido, ¡ay ombe!
Y siempre me manda mis males.
Sigue Juancho en el coro:
Adiós mi Alicia
Alicia adorada
Yo te recuerdo en todas mis parrandas.
A simple vista puede parecer que las versiones no presentan grandes cambios, pero se equivocan los que crean eso. Es de conocimiento que Juancho Polo era gran admirador (tanto que terminaría adoptando el apellido Valencia, pues su segundo apellido era Cervantes) del poeta payanés Guillermo Valencia. Como bien saben los lectores de poesía, si algo brinda la lectura constante de ese género es una pasión por la exactitud y la precisión al momento de nombrar, escribir o decir. Es decir, se busca la palabra justa, para decirlo a lo Flaubert. Por eso, como lector de poesía que era, aquí radicaba la molestia de Juancho.
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En la versión de “Alicia” que pongo (la cantada por Juancho) vemos que el inicio es totalmente distinto. Mientras Durán pide y pide. Juancho ruega y pide, que es lo que efectivamente se realiza al momento del acto de la oración. Ver el Salve María (ruega por nosotros pecadores...).
Por otro lado, en esta versión, como ya dije arriba, Valencia le hace un correctivo a su corista, porque este reemplaza la palabra “pobre” por “adiós”. Cuando Juancho lo escucha le dice: “Pobre no, adiós. Porque ya ella no oye”. A mí parecer, lo que quiere dar a entender Juancho con esto es que en su canción no hay un acto de conmiseración por su amada y musa ‚sino de despedida. Para Juancho, “Alicia” no constituía solamente una simple canción, sino que esta era la expiación de un dolor, un lamento, la manifestación de un sentir, la desesperada despedida de su gran amor. Esto lo afirmo porque en esa misma versión, antes de empezar a interpretar la canción, Juancho expresa (luego de morir Alicia): “Me tomé (es decir, se bebió) siete vaquitas, una detrás de otra”. Y luego, casi al final, al recodar a Alicia dice: “Cuando pisaba se le ponía el pie colora’o”. Luego agrega: “Mujé bonita y bajita. La dentadura de esa mujer valía plata”. Vemos pues que la herida, su herida, seguía viva. Y que él iba a recordar a su Alicia toda la vida.
Ps: 1. Esta versión de “Alicia” (en la que canta Juancho) está cortada, por eso al inicio no se aprecia a Juancho hablando. La versión completa la tengo en mis archivos.
2. A raíz de esto, cierta vez que estuve en Rosario de Chengue, Magdalena, decidí preguntar a un señor bastante mayor sobre esta incomodidad de Juancho respecto a la letra, y me comentó que sí era cierto. Y me dijo también que Juancho le había hecho una canción a Durán que se titula “Suspiro de la tierra”. Escuché la canción y, efectivamente, parecer ser cierto. Escúchenla y notarán cierta inquina hacia Alejo.
Son muchos los que al cantar la famosa canción del juglar de Candelaria (Caimán), Magdalena, entonan la letra que hiciera celebre el gran Alejo Durán y no la original de Juancho Polo, es decir, como este último la cantaba. ¿Pero no es la original la letra de Durán? Para sorpresa de muchos, no. No lo es. Resulta y pasa que a Juancho Polo no le agradó la versión hecha por el juglar pasero debido a unas pequeñas variaciones que este le hiciera en la letra. Existe una versión de “Alicia” cantada por Juancho Polo durante una parranda realizada en la calle 72, el 19 de mayo de 1978, en la que él, de manera muy categórica, corrige a uno de sus coristas cuando, por descuido, en lugar de decir “adiós mi Alicia” (así la cantaba Juancho), dice “pobre mi Alicia” (así la cantaba Durán). Pero veamos la cosa de manera más detenida.
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Cuando Durán canta “Alicia” lo hace de la siguiente manera:
Como Dios en la tierra no tiene amigos
Como no tiene amigos anda en el aire
Tanto le pido y le pido, ¡ay ombe!
Y siempre me manda mis males.
Sigue Durán en el coro:
Pobre mi Alicia
Alicia adorada
Yo te recuerdo en todas mis parrandas.
Ahora veamos cómo la cantaba Juancho:
Como aquí en la tierra Dios no tiene amigo
Como no tiene amigo anda en el aire
Tanto le ruego y le pido, ¡ay ombe!
Y siempre me manda mis males.
Sigue Juancho en el coro:
Adiós mi Alicia
Alicia adorada
Yo te recuerdo en todas mis parrandas.
A simple vista puede parecer que las versiones no presentan grandes cambios, pero se equivocan los que crean eso. Es de conocimiento que Juancho Polo era gran admirador (tanto que terminaría adoptando el apellido Valencia, pues su segundo apellido era Cervantes) del poeta payanés Guillermo Valencia. Como bien saben los lectores de poesía, si algo brinda la lectura constante de ese género es una pasión por la exactitud y la precisión al momento de nombrar, escribir o decir. Es decir, se busca la palabra justa, para decirlo a lo Flaubert. Por eso, como lector de poesía que era, aquí radicaba la molestia de Juancho.
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En la versión de “Alicia” que pongo (la cantada por Juancho) vemos que el inicio es totalmente distinto. Mientras Durán pide y pide. Juancho ruega y pide, que es lo que efectivamente se realiza al momento del acto de la oración. Ver el Salve María (ruega por nosotros pecadores...).
Por otro lado, en esta versión, como ya dije arriba, Valencia le hace un correctivo a su corista, porque este reemplaza la palabra “pobre” por “adiós”. Cuando Juancho lo escucha le dice: “Pobre no, adiós. Porque ya ella no oye”. A mí parecer, lo que quiere dar a entender Juancho con esto es que en su canción no hay un acto de conmiseración por su amada y musa ‚sino de despedida. Para Juancho, “Alicia” no constituía solamente una simple canción, sino que esta era la expiación de un dolor, un lamento, la manifestación de un sentir, la desesperada despedida de su gran amor. Esto lo afirmo porque en esa misma versión, antes de empezar a interpretar la canción, Juancho expresa (luego de morir Alicia): “Me tomé (es decir, se bebió) siete vaquitas, una detrás de otra”. Y luego, casi al final, al recodar a Alicia dice: “Cuando pisaba se le ponía el pie colora’o”. Luego agrega: “Mujé bonita y bajita. La dentadura de esa mujer valía plata”. Vemos pues que la herida, su herida, seguía viva. Y que él iba a recordar a su Alicia toda la vida.
Ps: 1. Esta versión de “Alicia” (en la que canta Juancho) está cortada, por eso al inicio no se aprecia a Juancho hablando. La versión completa la tengo en mis archivos.
2. A raíz de esto, cierta vez que estuve en Rosario de Chengue, Magdalena, decidí preguntar a un señor bastante mayor sobre esta incomodidad de Juancho respecto a la letra, y me comentó que sí era cierto. Y me dijo también que Juancho le había hecho una canción a Durán que se titula “Suspiro de la tierra”. Escuché la canción y, efectivamente, parecer ser cierto. Escúchenla y notarán cierta inquina hacia Alejo.